Finder es capaz de detectar hasta cinco latidos cardíacos distintos a una profundidad de hasta 10 metros de escombros.
Cuando se producen desastres naturales como terremotos o inundaciones, la coordinación efectiva de las operaciones de rescate, durante las 72 horas posteriores al suceso, es fundamental para rescatar con vida al mayor número de supervivientes bajo los escombros. Pues bien, con el fin de priorizar la búsqueda de personas atrapadas, la NASA ha desarrollado un radar que detecta latidos cardíacos bajo las capas de escombros con un alcance máximo de hasta 10 metros de profundidad.
Este prototipo llamado Finder es un sistema de radar portátil lo suficientemente potente como para detectar un ritmo cardíaco a profundidades de hasta 10 metros de cascotes y escombros. Además, es lo suficientemente pequeño y ligero como para poder ser transportado y manejado por una sola persona durante las labores de rescate.
Esta tecnología puede ser de gran ayuda ante el paisaje desolador de un desastre de cierta magnitud, sin pistas que indiquen la existencia de personas atrapadas a varios metros de profundidad y con los métodos de desescombro manual para evitar dañar a las posibles personas atrapadas. Las técnicas actuales con perros y micrófonos de alta sensibilidad son eficaces pero tienen algunos inconvenientes significativos. Por un lado, los perros con su olfato no pueden discernir entre supervivientes y fallecidos, por lo que no es posible priorizar la búsqueda de personas con vida o inconscientes, y en el caso de los micrófonos, estos tampoco pueden detectar a personas que han perdido el conocimiento.
Ya se han desarrollado tecnologías similares anteriormente, pero son dispositivos de laboratorio con un tamaño considerable que requieren una gran experiencia y cierta familiaridad con el instrumental de trabajo. En el caso de Finder, la industria inalámbrica y la potencia de procesamiento del software han permitido reducir el tamaño y el peso del radar al de un maletín de mano convencional.
La batería del Finder tiene una autonomía de 14 horas por carga y se controla de forma inalámbrica a través de una tableta digital. Su funcionamiento es bastante simple: se coloca el radar portátil sobre la zona de escombros a rastrear y se activa su funcionamiento vía bluetooth desde la Panasonic Toughbook. El rastreo en profundidad se monitoriza desde la propia tableta y en tan sólo cinco minutos es capaz de detectar hasta cinco tipos de latidos distintos.
Con este avance tecnológico valorado en 10.000 dólares por equipo no se pretende sustituir los métodos actuales de búsqueda y rescate de los servicios de emergencia, sino servir de complemento a las técnicas convencionales para priorizar los rescates y realizar una búsqueda mucho más eficaz y precisa de supervivientes en casos de emergencia.
Imágenes | vía Stacey Levitt y Paul Wedig