La Unión Europea ha decidido adoptar una nueva estrategia sobre residuos urbanos, y lograr que en 2030 se recicle el 70% de estos materiales.
La generación de residuos urbanos juega un papel muy importante desde la perspectiva medioambiental, ya que supone una pérdida directa de energía y materiales. Su producción, gestión y eliminación son aspectos muy importantes para garantizar la sostenibilidad del planeta, por lo que la Unión Europea ha decidido tomar cartas en el asunto.
La Agencia Europea del Medio Ambiente consideraba en 2010 que España presentaba una tasa de reciclado baja, situada en torno al 33%, una cifra inferior a la media comunitaria (35%). Ese mismo año, el propio Ministerio de Agricultura hacía públicos unos datos preocupantes: la media de residuos urbanos generados en España por habitante y año fue de 535 kg, mientras que en el conjunto de la UE fue de 502 kg.
Es decir, no sólo producimos muchos residuos urbanos, sino que tampoco somos capaces de mejorar su reciclado. Y aunque se podría pensar que su producción no es tan relevante (pues los residuos urbanos representan el 15% del total), lo cierto es que su gestión sostenible es difícil dada la variada composición que presentan.
A pesar de los esfuerzos realizados en los últimos años por los Estados miembro de la UE, los resultados no han sido suficientes. La directiva marco sobre residuos de 2020 fijaba como objetivo comunitario alcanzar una tasa de reciclado del 50% para esa fecha.
La Unión Europea, lejos de estancarse en ese horizonte común, ha decidido ir un paso más allá. Para fomentar la gestión sostenible de los residuos urbanos, la Comisión ha adoptado una nueva estrategia con objetivos renovados: alcanzar el 70% de tasa de reciclado en el 2030.
De esta manera la UE pretende promover la llamada economía circular, que sea capaz de cuidar el medio ambiente, garantizar la sostenibilidad del planeta y al mismo tiempo, recuperar materiales que tengan aún vida útil y no sean desechados como meros residuos urbanos. Además, a partir de 2025 será ilegal quemar residuos urbanos en vertederos.
La Comisaria europea de Investigación, Innovación y Ciencia, Máire Geoghegan-Quinn, ha resaltado la importancia de la I+D para alcanzar la «economía circular». En los últimos años, la UE ha promovido diversos proyectos científicos con un fuerte componente de sostenibilidad ambiental.
AGROBIOFILM, por ejemplo, trata de producir polímeros biodegradables como alternativas al plástico. Otras iniciativas, como MULTIBIOPRO, busca producir biocombustibles a partir de ingredientes agrícolas no usados como fuente alimentaria, y con la menor producción de residuos urbanos posible.
La producción, gestión y eliminación de residuos urbanos se ha convertido, sin duda, en una prioridad política para la Unión Europea. En juego está promover la sostenibilidad del planeta, cuidar el medio ambiente y garantizar el futuro de las próximas generaciones.