En el inicio de Ready Player One, el personaje de Wade nos presenta OASIS, el mundo virtual alternativo al que accede con unas gafas de realidad virtual y en el que se puede vivir todo tipo de experiencias a través de las redes de telecomunicaciones. En el momento de su estreno (2018), la tecnología mostrada en la película parecía aún lejos de hacerse realidad. Sin embargo, apenas tres años después, Facebook decidió cambiar su nombre a Meta y presentó su propuesta de metaverso. Un tren al que, en este 2023, también se ha subido Apple con sus Vision Pro y el concepto de «computación espacial».
En la actualidad, el metaverso y las experiencias de realidad aumentada, virtual o mixta son algo tangible y real. Y, con el paso del tiempo, se convertirán en parte fundamental de nuestra sociedad, influyendo en la forma de relacionarnos, divertirnos y trabajar. No obstante, aún quedan cuestiones por resolver. Por ejemplo: ¿está internet en sí mismo preparado? ¿Qué retos plantean en el campo de la conectividad estos nuevos espacios?
La carrera hacia unas redes de telecomunicaciones más rápidas, flexibles e inteligentes
Simplificando, se podría decir que el metaverso es un lugar en el que confluyen y confluirán tecnologías como la realidad virtual (VR), la realidad aumentada (AR) y la realidad mixta o extendida (XR). Todas ellas serían equivalentes a las vigas y paredes de un edificio. ¿Y quién actúa como los pilares de tal estructura? En este caso, ese papel corresponde a las redes e infraestructuras de telecomunicaciones.
Las redes de telecomunicaciones modernas son capaces de manejar una gran cantidad de datos a alta velocidad. Sin embargo, el metaverso requerirá una capacidad de red aún mayor, pues tendrá que soportar millones de interacciones en tiempo real y mantener en todo momento la sincronía entre usuarios. Algunas estimaciones aseguran que las redes de telecomunicaciones del futuro tendrán que ser hasta 100 veces más rápidas que las de hoy para soportar todo ese trabajo de la manera correcta.
Telefónica, que ha presentado recientemente su posicionamiento hacia el metaverso, lleva tiempo trabajando en la mejora de sus redes de para ofrecer experiencias inmersivas y satisfactorias en el metaverso, invirtiendo en la infraestructura necesaria para soportar esta demanda y colaborando en el desarrollo de nuevas tecnologías para el futuro.
El papel de las CDNs en el futuro de las redes de telecomunicaciones
En poco tiempo hemos pasado de que ver vídeos en internet fuera un ejercicio de paciencia a ver nuestras series favoritas en 4K en cuestión de milisegundos. Han sido muchas las mejoras en la gestión y el acceso de la infraestructura web que han hecho esto posible, pero una de las más importantes han sido las CDNs, o redes de entrega de contenido.
Explicado de forma simple, las CDN consiguen ‘acercar’ el contenido a nosotros como usuarios por medio de pequeñas réplicas, para que no tengas que cruzar todo internet. De esta manera, se reduce el tiempo de espera de manera significativa.
Con la llegada del metaverso, se está debatiendo sobre si continuar con este sistema tal y como está conformado actualmente. Tecnologías como el 5G, el edge computing o incluso a futuro el 6G, pueden ser la puerta de entrada a una mejor solución.
El 5G, por su parte, ofrece velocidades de red más rápidas y una latencia más baja, lo cual es clave para las interacciones en tiempo real que ocurren en el metaverso. En paralelo, la computación en el borde o edge computing permite el procesamiento de datos más cerca del usuario, lo que reduce la latencia y mejora la calidad de la experiencia en todo momento.
Hacia la APIficación de las redes de telecomunicaciones
Otra propuesta interesante para ese futuro no tan lejano, según la visión de Telefónica, es la APIficación de las redes de telecomunicaciones a través de Open Gateway. ¿Qué significa esto? Simple: ofrecer a los desarrolladores diferentes formas para que sus servicios interaccionen con la propia red, de la misma forma que lo hacen con los sistemas operativos de los dispositivos. Esto permitirá que la red pueda prestar recursos de forma asíncrona a los usuarios, de forma mucho más eficiente y adaptada a cada uso.
Telefónica no está sola en esta carrera. La creación y estandarización de estas APIs a nivel de red es un asunto del que también se está ocupando la GSMA, la organización de operadores móviles y redes. Esta está empujando el proyecto de código abierto Camara, de la Fundación Linux, el cual será un estándar de APIs de red a nivel global que sustente todo este nuevo paradigma.
Que no te roben tu avatar: seguridad en el metaverso
La seguridad es otra de las principales preocupaciones de en estos nuevos escenarios. Existen multitud de amenazas emergentes relacionadas con la Web3. En este contexto, los gestores de las redes de telecomunicaciones, como Telefónica, son capaces de bloquear amenazas sin necesidad de que el usuario tenga una aplicación de un tercero instalada.
En el metaverso, la identidad también evoluciona, y la responsabilidad recae ahora de forma más importante en los usuarios. Esto implica un cambio significativo en la forma en que se gestionan las identidades en línea y cómo se realizan las transacciones.
Nuevas opciones, como los smart contracts que proceden del blockchain, se harán comunes y servirán para que un usuario pueda realizar por ejemplo una compra en línea en un proceso mucho más sencillo. ¿Cómo? Al vincular por medio de estas operaciones su número de wallet o billetera virtual con su teléfono de móvil, un elemento mucho más común para todo el mundo.
Todo con el fin de fomentar nuevos negocios
De nuevo, si echamos la vista atrás, internet ha ido evolucionando a medida que ha habido mayores intereses económicos en él. O lo que es lo mismo: más posibilidades de negocio. En otras palabras, puede ser que tengas paciencia para acceder a una web, pero tienes menos cuando es para comprar un producto, y la empresa que hay detrás de ese e-commerce lo sabe. De ahí que el desarrollo de negocio haya sido uno de los catalizadores del internet actual.
En el metaverso, esto se va a redoblar. Aunque es un ejercicio de futurología, lo que está claro es que el metaverso replicará los modelos de negocio de internet actuales, pero evolucionándolos. Tiendas online mucho más parecida a las físicas, plataformas de contenidos en streaming inmersivas, herramientas de productividad aplicadas a la realidad aumentada…
Las redes de telecomunicaciones también jugarán un papel fundamental como garantes de que se puedan dar estos negocios –y a la vez como intermediarios de los mismos–. Los operadores de telecomunicaciones no solo proporcionarán servicios de conectividad, sino que también participarán en la cadena de valor del metaverso, facilitando transacciones y servicios en esta nueva realidad digital.
