Te invitamos a conocer la vida de Annie Easley, famosa matemática y pionera afroamericana en la carrera espacial. ¿Quieres saber más sobre ella?
Annie Easley. Quizás su nombre no suene a todos los lectores, pero su vida y carrera profesional es digna de contar. Desde aquí queremos acercarte a la mujer que abrió las puertas de la NASA al resto de afroamericanas, y luchó por sentar las bases de la igualdad.
Pero tantos logros no fueron tan fáciles de conseguir en una sociedad donde los afroamericanos seguían siendo discriminados en Estados Unidos, y donde el acceso a la educación para las niñas continuaba sin ser una prioridad.
Una infancia nada sencilla
Sí, crecer en el Alabama de la década de los años 40 y 50 no era sencillo para una mujer, y mucho menos si el color de la piel no era blanco. La sociedad afroamericana seguía siendo discriminada y la segregación racial dentro del sistema educativo se mantenía con fuerza.
Un obstáculo que no frenó a la joven Annie Easley, que llegó a graduarse con los máximos honores en el instituto. Un logro que la llevó a entrar en la Universidad de Luisiana para cursar la carrera de farmacia. Pero sus estudios se vieron truncados una vez que se trasladó a Cleveland para comenzar allí su vida de casada.
Adiós farmacia, hola matemáticas
La escuela de farmacia de Cleveland había cerrado sus puertas, pero Easley no lo hizo. Si la farmacia no podía ser, habría que probar por otro camino, y así fue.
En su búsqueda de empleo, Annie Easley se encontró con un anuncio en la prensa local donde se requería una vacante en el National Advisory Committee for Aeronautics (NACA), el organismo que posteriormente sería rebautizado como NASA.
Así, en 1955 comenzó a formar parte de este organismo, donde acabó trabajando durante 34 años. A través de sus primeros trabajos, haciendo cálculos a mano, comenzó su pasión por las matemáticas, así como por la programación y la exploración científica aeroespacial, especialmente sobre los cohetes.
Presente en las simulaciones del reactor Plum Brook, el desarrollo del software del proyecto Centaur, un cohete de alta energía utilizado como plataforma superior para una lanzadera espacial, responsable del lanzamiento de la sonda Cassini; o la implementación de software para investigaciones sobre temas energéticos, Easley pudo presumir de ser también la autora del código que se utilizó en los primeros coches híbridos.
La igualdad, su mayor lucha
A lo largo de su carrera, Easley no se olvidó de su papel como pionera afroamericana. Por ello, luchó por conseguir el equilibrio entre hombres y mujeres desde su papel como consejera de igualdad de oportunidades en el empleo de la NASA. Solucionar denuncias de discriminación por género, raza o edad fue su mayor aportación a la causa feminista.
En su camino por derribar barreras en la lucha por los derechos de las mujeres, Easley se ganó el respeto de sus colegas de profesión, quienes pudieron ver cómo en la década de los 70 retomó su carrera universitaria, pero en esta ocasión eligió otra facultad: la de matemáticas.