Desde que terminó CES 2018 todo Internet habla de lo mismo, la batalla por ser el mejor asistente por voz entre Amazon y Google. Desde que llegara Siri a nuestros teléfonos, revolucionando el panorama de las inteligencias artificiales, las distintas compañías participan en la carrera por desarrollar la asistente definitiva. Y este año, los asistentes, que el año pasado ofrecían su ayuda desde pequeños altavoces, dan el salto a toda la casa.
Hace un año, Amazon nos presentaba a Alexa, un asistente virtual por voz que desde un pequeño dispositivo con forma de altavoz nos ofrecía su ayuda en temas como hacer la compra, poner música o buscar una receta. Y con ello, la carrera de los asistentes voz virtuales no hizo más que empezar.
Por su parte, Google hacía lo mismo presentando su Google Assistant, compatible con sistemas Android. Había que hacer frente a la revolución que supuso Siri, de la compañía de la manzana. Gracias a su habilidad y su marcado carisma, Siri superó a otros asistentes como Cortana de Microsoft, o incluso al propio Google Assistant en sus inicios.
Este año, las compañías han dado el salto fuera de los pequeños dispositivos y se vuelven multipantalla, buscando casi la omnipresencia. Es por eso que Google ha hecho los deberes y planta cara a Amazon poniendo a su asistente al día y abarcando diversos dispositivos.
Hey, Google!
De acuerdo con Al Lindsey, director del departamento de Alexa en Amazon, se quiere que el asistente de voz mantenga conversaciones de hasta 20 minutos. Se busca ir más allá de la simple asistencia. Una herramienta que ofrezca compañía casi humana, presentado opiniones y respuestas lógicas. ¿A nadie le recuerda a la película protagonizada por Joaquin Phoenix, Her? Una inteligencia artificial que abarca diversos aspectos de nuestra vida cotidiana. Esto no estaría limitado únicamente a los dispositivos móviles, hablamos también del coche, el frigorífico y lamparas, todo ello, gracias a la alianza con LG, la empresa de electrodomésticos.
¿Y qué ventajas tiene esta evolución para los usuarios?
Al dotar de naturalidad a nuestro asistente, se consiguen respuestas más fluidas. La experiencia de los usuarios es más positiva, provocando una mejor reacción. La posibilidad de realizar nuestras acciones casi como si hablaras con un amigo, y que responda a peticiones que no impliquen una estructura gramatical más formal o compleja, incita a los usuarios a una mayor participación en procesos como aquellos para los que se diseñó en un principio: comprar a través de Internet, integrarse en la domótica de nuestro hogar, o realizar sugerencias.
Pero esto es solo el principio. Quizás en el futuro, el sistema sea capaz de dar asistencia a mayores, tal y como lo hacen los sistemas de tele asistencia actuales, todavía operados por personas físicas. Sustituir a los sistemas de contestador de las empresas con servicios de cara al público. Las posibilidades se abren en un amplio abanico del que todo cabe esperar, donde podríamos ver gente hablando con su asistente por voz mientras espera el metro, por ejemplo.
