Banco de semillas del milenio

Así es el banco de semillas del milenio: más de 40.000 plantas para el futuro

El ser humano ha sido el responsable directo o indirecto de la desaparición de especies animales y vegetales. Pero en el otro lado de la balanza encontramos proyectos de preservación que han logrado proteger de su extinción a nombres como el lince ibérico, la ballena gris, el gorila de montaña o el tigre siberiano. Y en el ámbito vegetal, existen acciones ambiciosas como la del banco mundial de semillas o el banco de semillas del milenio.

El Millenium Seed Bank, banco de semillas del milenio, es un programa liderado por Royal Botanic Gardens, el Real Jardín Botánico de Kew, en Richmond, Reino Unido. Aunque el banco de semillas está ubicado en Wakehurst Place, en Sussex. Y en marzo anunció que había alcanzado una cifra récord: 40.020 especies diferentes de plantas representadas por 2.400 millones de semillas protegidas en un laboratorio. El propósito es tenerlas a salvo por si hay que rescatarlas o devolverlas a la vida en caso de extinción (por no fomentar lo suficiente la sostenibilidad, conflicto bélico, desaparición de la especie u otras razones).

Más cifras de este banco de semillas del milenio. En la colección hay semillas de 190 países y territorios de los siete continentes y de nueve regiones biogeográficas. Una representación mundial de la gran diversidad que hay en nuestro planeta en lo que a plantas se refiere. Y como colofón, cuenta con el récord Guinness de ser el banco de semillas más grande del mundo.

El banco de semillas del milenio alberga decenas de miles de semillas de plantas salvajes

Para qué sirve preservar las semillas

El motivo de crear un banco de semillas como el banco de semillas del milenio es representar al mayor número de plantas del planeta. Pero detrás de eso hay una causa mayor. En, en su versión corta, por si acaso. Echando la vista atrás, la Tierra ha vivido cinco grandes extinciones. La más cercana, hace 65 millones de años. Estas grandes hecatombes afectaron a la biodiversidad. Especialmente a los animales, pero también a especies vegetales. Y en los últimos siglos, el ser humano también ha colaborado en la extinción de determinadas especiales biológicas. Así que este banco de semillas sirve para evitar perder la riqueza actual de especies vegetales.

Por otro lado, también servirá para estudiar semillas de especies protegidas, en peligro de extinción o ya desaparecidas en busca de soluciones a problemas actuales, para investigaciones científicas de cualquier clase o simplemente para reintroducirlas, si es posible, en sus hábitats originales. No sólo eso. Este banco de semillas del milenio también quiere hacer frente a grandes temas como el de la seguridad alimentaria. Junto a la pérdida de la biodiversidad de la que ya hemos hablado o el cambio climático, un gran detonante de extinciones de plantas y demás especies vegetales.

Como curiosidad, entre las últimas incorporaciones al banco de semillas del milenio destacan especies de orquídeas del Cáucaso o plantas salvajes de Madagascar y Pakistán. Una de ellas, la Erythrophleum couminga, un árbol leguminoso único en la costa oeste de Madagascar, tiene unas características importantes. Sus flores y hojas son venenosas en grandes dosis. Pero con la dosis adecuada, puede usarse como tónico cardíaco.

Banco mundial de semillas de Svalbard, Noruega
Autor: Riccardo Gangale Fuente: Svalbard Global Seed Vault

El banco mundial de semillas de Svalbard

Como dije al principio, el banco de semillas del milenio no es el único refugio creado por el hombre para salvaguardar y preservar el legado de especies vegetales en peligro. En Svalbard, Noruega, existe un búnker enterrado conocido como banco mundial de semillas o cámara global de semillas. Inaugurado en 2008, es un depósito de semillas con el propósito de salvaguardar la biodiversidad de las especies de cultivos que sirven como alimento.

Así, mientras que el banco de semillas del milenio procura por la biodiversidad de plantas salvajes, el banco mundial de semillas noruego está más enfocado en proteger la viabilidad futura del ser humano en caso de cataclismo o catástrofe. Y entre sus estadísticas, destacan cifras como los 1,2 millones de semillas de plantas agrícolas y comestibles que contiene y que han sido recopiladas a lo largo de los años con la colaboración de casi 100 instituciones de 76 países diferentes.

Con este trabajo se pretende proteger la diversidad de especies comestibles y restaurarlas en caso de necesidad. Todo ello en unas instalaciones bajo tierra a prueba de desastres naturales como terremotos o inundaciones, conflictos bélicos o cualquier otra catástrofe futura que podamos imaginar. Y que, esperemos, nunca suceda.

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