Tesla Roadster

LFP vs NCA vs NCM: qué son y en qué se diferencian estas baterías de coches eléctricos

Una tercera parte del coste de fabricación de un vehículo eléctrico es su batería. O, mejor, su paquete de baterías. Sin ellas, no pueden funcionar el resto de componentes. Y de su eficiencia y efectividad, depende que tu automóvil eléctrico pueda hacer viajes largos, no tengas que repostar tan a menudo o tengan una vida útil más o menos larga. Pero no todas las baterías de coches eléctricos son iguales. 

Dada su importancia como componente clave, la industria de las baterías eléctricas ha evolucionado rápidamente en los últimos años. Cada pocas semanas leemos novedades sobre futuras baterías con más capacidad. O vemos como las baterías usadas sirven a nuevos propósitos menos exigentes. Y, si todo va bien, este año veremos un nuevo tipo de baterías, las baterías condensadas, que harán posibles automóviles más autónomos que recorrerán más de 1.000 kilómetros con una sola carga.

Por el momento, en el sector del automóvil eléctrico destacan tres tipos diferentes de baterías eléctricas basadas en los iones de litio. Como las baterías para la mayoría de dispositivos electrónicos, especialmente los teléfonos móviles. Se las conoce por sus siglas, NCM, NCA y LFP. Y aunque no es algo en lo que nos fijemos mucho al comprar un vehículo eléctrico, existen diferencias entre ellas.

LFP, NCA y NCM: tres baterías de coches eléctricos

Curiosamente, las siglas de estas baterías nos indican las diferencias que hay entre sí. Al menos en lo que se refiere a los componentes químicos de su cátodo. LFP significa Litio, Hierro y Fosfato (Lithium, Ferrum, Phosphate). Se conocen también como baterías de litio-ferrofosfato. Luego tenemos las baterías NCA, sigla que significa níquel, cobalto y aluminio. O más exactamente, óxido de aluminnio Y, en tercer lugar, NCM o NMC, níquel manganeso y cobalto.

Según datos de la IEA, la Agencia Internacional de la Energía, estos tres tipos de baterías eléctricas basadas en iones de litio dominan el mercado. Pero en proporciones desiguales. Aunque cada vez menos. Con datos de 2022, las baterías NCM en español o NMC en inglés, dominaban el 60% del mercado. En segundo lugar, las baterías LFP no llegaban al 30%. Y, en tercer lugar, las baterías NCA se quedaban en un 8%. Sin embargo, las baterías LFP, que en 2020, estaban en el 16%, en 2023 este tipo de baterías supera el 40% de cuota de mercado.

Las baterías NCM o NMC son las más tradicionales de la industria. Tanto en baterías de coches eléctricos como en teléfonos móviles y demás dispositivos electrónicos. Siendo una batería de iones de litio, su cátodo se compone de níquel (80%), manganeso (10%) y cobalto (10%). Son las más económicas de fabricar, al tiempo que ofrecen buena capacidad de almacenamiento o mayor densidad energética. Pero en caso de accidente, son menos seguras. Y cuentan con componentes tóxicos como el cobalto.

Las baterías de los coches eléctricos son su componente más preciado

LFP y NCA: abriéndose paso en el mercado de baterías

Las baterías de litio ferrofosfato son más seguras y menos tóxicas. Este último punto se debe a que no emplea cobalto. Lo que las hace más adecuadas y atractivas a medio y largo plazo. Y también dan mejores resultados en los ciclos de carga y descarga. Es decir, tardan más tiempo en degradarse. Por contra, tienen una menor densidad energética. Algo que se está solucionando empleando electrodos más gruesos.

Por su parte, las baterías NCA para coches eléctricos implican más capacidad de almacenamiento, pesan menos, son más eficientes al convertir la energía y, finalmente, son más resistentes y duraderas. Además, trabajan mejor que sus rivales con bajas temperaturas. Pero si su peso en el mercado es tan bajo se debe a su alto coste de fabricación y a que no son tan seguras como las LFP ni rinden tan bien con temperaturas altas.

¿En qué modelos de vehículo eléctrico podemos encontrar los distintos tipos de baterías? Cuando vemos la ficha técnica de un automóvil, normalmente indica que sus baterías son de iones de litio. Pocas veces entra a precisar de qué tipo es. Con todo, podemos decir que encontraremos baterías NMC o NCM en la mayoría de vehículos eléctricos. Como ejemplos, el Nissan Leaf o el Mercedes-Benz EQS

Por su parte, las baterías NCA para coches eléctricos las encontramos solamente en modelos antiguos de Tesla. Y las baterías LFP empiezan a ser cada vez más habituales, como vimos antes por su aumento de cuota de mercado. Están presentes en el Tesla Modelo 3, MG ZS EV, BYD Atto 3, Tesla Modelo Y o GWM Ora. Y se esperan nuevos modelos de otros fabricantes con baterías LFP, como el Hyundai IONIQ 6 o el KIA EV6.

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