Los aviones eléctricos, más cerca que nunca con las futuras baterías condensadas

Puede que el acrónimo CATL no te diga nada, pero se trata de la empresa más importante en todo el mundo en fabricación de baterías eléctricas. Y si esta compañía anuncia algo, hay que escucharla. Su enésima innovación, las baterías condensadas. Una evolución de las baterías eléctricas que permitirá, entre otras cosas, los vuelos en aviones eléctricos.

CATL es el acrónimo de Contemporary Amperex Technology Co. Limited. Esta empresa china, fundada en 2011, cerró 2022 siendo la primera fabricante de baterías eléctricas con el 34% del mercado. Su segundo competidor, LG Energy Solution, se quedó en un 14%. Y entre sus clientes destacan nombres tan importantes como Tesla, BMW, Honda, Hyundai o Volkswagen entre otros muchos.

Además de fabricar baterías eléctricas, CATL dedica tiempo y recursos a la innovación. Especialmente en un sector como el eléctrico que avanza a pasos agigantados. Precisamente, su anuncio al público sobre la posibilidad de fabricar baterías condensadas dio la vuelta a todo el mundo. “Batería súper potente” la llamó Bloomberg. El motivo es que estas nuevas baterías tienen el doble de capacidad que las baterías actuales. Y esto hará posible impulsar sectores como el de la aviación eléctrica.

Baterías condensadas con el doble de densidad

El anuncio se produjo a mitad de abril de este año en la exposición de automoción de Shangai, en China. CATL, la empresa más importante en fabricación de baterías eléctricas, anunciaba que había logrado crear baterías condensadas. Su característica principal es que tienen el doble de densidad que las baterías convencionales, lo que implica almacenar el doble de energía en el mismo espacio. Toda una revolución. 

Además de la innovación en sí misma, la noticia venía acompañada del anuncio de que durante 2023 empezarían a fabricarse en serie estas baterías condensadas. Es decir, que para el año que viene ya podríamos disfrutar de automóviles eléctricos con mayor autonomía sin necesidad de ocupar más espacio del vehículo con baterías.

En concreto, las baterías condensadas de CATL ofrecen una densidad de 500 vatios hora por cada kilo. Las baterías actuales están por debajo de los 300 vatios hora por kilo. Esta mejora sustancial permitiría, entre otras cosas, que un vehículo eléctrico pudiera realizar un viaje de más 1.000 kilómetros con una sola carga. La distancia que hay entre Sevilla y Barcelona. O entre Madrid y Marsella. O entre parís y Berlín. Vamos, que un automóvil que realizara viajes cortos podría estar sin repostar una semana o más.

Por lo demás, las baterías anunciadas por CATL cuentan con las garantías de seguridad habituales y una buena respuesta de carga y descarga. Está por ver el precio de estas baterías, pero todo apunta a que su fabricación en serie ahorrará costes y permitirá su implementación en vehículos de los fabricantes que ya cuentan con los servicios de esta empresa.

Estas nuevas baterías condensadas harán posibles los vuelos en aviones eléctricos comerciales
Wu Kai, científico jefe de CATL, anunciando las baterías condensadas. Fuente: CATL

Aviones eléctricos surcando los cielos

La principal crítica que se le hace a los vehículos eléctricos es su poca autonomía. Una crítica que cada vez tiene menos razón de ser con los modelos de gama media y alta que ya disponen de una autonomía suficiente para hacer viajes medios y largos. Las baterías condensadas de CATL enterrarían por completo esa desventaja de los automóviles eléctricos frente a los de gasolina.

Y lo más importante, abre las puertas a introducir baterías eléctricas a otros medios de automoción como barcos o aviones. Sectores que encabezan la producción de CO2 contaminante pero que no cuentan con alternativas suficientemente fiables para que surquen los mares o los cielos a grandes distancias empleando la electricidad como materia prima.

Precisamente, la presentación de CATL, personificada por su científico jefe Wu Kai, llamó la atención de todo el mundo porque ponía de ejemplo práctico la posibilidad de fabricar aviones propulsados con sus baterías. Precisamente, los vuelos cortos suelen ser de menos de 1.500 kilómetros. Y los viajes de recorrido medio se encuentran entre los 1.500 y los 5.500 kilómetros. Distancias más cerca que nunca gracias a las baterías condensadas estratégicamente instaladas en los aviones actuales.

Los aviones eléctricos evolucionarán rápidamente gracias a las baterías condensadas más eficientes

Batiendo récords en el sector aeronáutico

Por poner algo de contexto, los aviones de uso civil privado y de poco tamaño, requieren entre 200 y 250 Wh/Kg. La aviación eléctrica comercial podría necesitar entre 400 y 500 Wh/kg. Es decir, que las baterías anunciadas por CATL serían ideales para este cambio de paradigma. El vuelo más largo registrado de un aparato volador eléctrico es de 250 kilómetros. Una marca que quedará superada si se cumplen las promesas de las baterías condensadas.

Pero antes de celebrarlo habrá que ver las baterías fabricadas e instaladas en los primeros aviones eléctricos de nueva generación. Aviones que romperán las marcas actualmente registradas. Sin embargo, para que todo vaya bien, tendremos que esperar, ya que cualquier innovación relacionada con la aviación requiere superar muchas pruebas de fiabilidad y seguridad. Es decir, que primero veremos estas nuevas baterías en automóviles de consumo y, en los próximos años, en la aviación más puntera.

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