El coche de hidrógeno está llamado a ser una realidad comercial en 2015, según las previsiones de Toyota, que ha mejorado su prototipo.
La figura del coche eléctrico lleva tanto tiempo sonando en la industria automovilística sin despegar comercialmente que otra tecnología se le podría adelantar. El hidrógeno, un combustible limpio y candidato más reciente para lograr vehículos ecológicos, propulsará por primera vez un automóvil en 2015. Así lo ha anunciado Toyota, que prevé lanzar al mercado lo que ahora es un prototipo de coche de hidrógeno y sólo genera agua como residuo.
El que fuera el primer fabricante mundial de coches de 2007 a 2011, puesto que perdió debido a la recesión industrial que acarreó la catástrofe de Fukushima y que ha recuperado a principios de este año, se adelantará a otros grandes de la industria para lanzar el primer vehículo con una celda de hidrógeno. Será en 2015 cuando el prototipo construido por Toyota salga a la venta, mientras que la General Motors tiene previsto poner a disposición del público esta tecnología en 2020.
Toyota se ha podido adelantar a sus competidores gracias a ciertos avances que ha llevado a cabo en la celda de hidrógeno, cuyas dimensiones ha reducido. Además, el contenedor ahora utiliza mucho menos platino, el material más costoso, siendo la cantidad equivalente a la que usan los coches convencionales en sus catalizadores del tubo de escape para moderar las emisiones.
El platino también actúa como catalizador en una celda de combustible de hidrógeno, en la que se producen reacciones entre el hidrógeno y el oxígeno, desprendiendo vapor de agua y generando electricidad. Estos procesos químicos tienen lugar en dos electrodos separados por una membrana que deja paso a los iones de hidrógeno. En esta membrana se encuentra una de las claves por las que Toyota ha logrado aumentar la capacidad energética de estas celdas, permitiéndose reducir su tamaño, con la consiguiente comodidad para un vehículo.
Ventajas sobre los eléctricos
Un coche de hidrógeno tiene algunas ventajas respecto a los vehículos de propulsión eléctrica, principalmente en lo que se refiere a la carga. El primero tarda en repostar lo mismo que ahora se tarda en llenar un depósito de gasolina, mientras que el eléctrico puede emplear horas en la tarea.
Además, un coche de hidrógeno tiene más autonomía que uno eléctrico, aunque existen algunas investigaciones encaminadas a solucionar este aspecto. Sin embargo, Toyota ha añadido a su prototipo una batería con el fin de apoyar energéticamente los incrementos súbitos de potencia, para evitar que la celda de hidrógeno cargue con todo el esfuerzo.
Imagen: thisisbossi