Fallece Paul Allen: ¿cómo fue la vida del cofundador de Microsoft?

El cofundador de Microsoft, Paul Allen, ha fallecido este lunes a los 65 años de edad como consecuencia de las complicaciones del linfoma no Hodgkin que había vuelto a padecer recientemente.

Uno de los grandes nombres de la revolución tecnológica, Paul Allen, ha fallecido este lunes en Seattle a los 65 años de edad como consecuencia de las complicaciones relacionadas con el linfoma no Hodgkin que padecía. El que fuera cofundador de Microsoft junto con Bill Gates y uno de los pioneros de Internet ha estado luchando toda su vida contra el cáncer, detectado por primera vez en 1982.

En septiembre de ese mismo año, Allen fue diagnosticado con la enfermedad de Hodgkin y se vio obligado a renunciar a Microsoft en 1983. Tras meses de tratamiento con radioterapia y un transplante SDF de médula ósea fue capaz de vencer esta dura enfermedad. Sin embargo, en 2009, más de 25 años después de haber superado esta enfermedad, es diagnosticado con linfoma no Hodgkin, un cáncer que se distingue del otro por la presencia de un cierto tipo de célula que se forma en el sistema linfático capaz de diseminarse a otros órganos del cuerpo como los pulmones, el hígado o la médula ósea provocando tumores a partir de linfocitos. La causa de su origen es desconocida.

La lucha de Allen no decreció y consiguió que el cáncer remitiera. Este mismo mes de octubre, hace apenas dos semanas, revelaba en Twitter que el cáncer por el que fue tratado exitosamente en 2009 había vuelto.

A pesar de luchar con todas sus fuerzas, su familia anunciaba ayer en un comunicado que el filántropo, inversor y emprendedor, Paul Allen, tal y como se definía a sí mismo, había fallecido.

«La familia y los amigos de Paul fueron bendecidos al experimentar su ingenio, calidez, generosidad y profunda preocupación. Pese a todas las demandas de su agenda, siempre había tiempo para familiares y amigos. Mientras que la mayoría conocimos a Paul Allen por su faceta como tecnólogo y filántropo, para nosotros era un muy querido hermano y tío, además de un amigo excepcional», han indicado.

Por su parte, Vulcan, la compañía privada que él mismo fundó en 1986, también ha emitido una declaración en la que afirma que «con profunda tristeza anunciamos la muerte de nuestro fundador Paul G. Allen, cofundador de Microsoft y destacado tecnólogo, filántropo, constructor de comunidades, conservacionista, músico y partidario de las artes».

La creación de Microsoft

Paul Allen y Bill Gates se conocieron siendo adolescentes cuando ambos acudían a estudiar a la Escuela Lakeside de Seattle. Allen, con 14 años, y Gates, con 12, tenían un sueño: llevar una computadora a cada hogar. Atraídos por el mundo de la computación, aprendieron a programar de forma autodidacta y en 1975 crearon Microsoft sin esperar que se convertiría en uno de los mayores gigantes tecnológicos del mundo.

Por aquel entonces todavía no existía lo que conocemos como computadora u ordenador personal, sino «microcomputadoras», para diferenciarlas de las máquinas que utilizaban las grandes empresas. Por esta razón, la idea de Allen fue llamar a la empresa Microsoft y dedicarse a elaborar el software para esas microcomputadoras.

En el año 1980, Microsoft se unió con IBM, que lideraba las ventas al sector empresarial y quería entrar en el mercado de los ordenadores personales, para desarrollar el sistema operativo de las máquinas. Esto permitió a Microsoft ligar su sistema operativo con los ordenadores de IBM, que pagaba a la empresa de Bill Gates y Paul Allen los derechos de cada venta. En 1985, IBM solicitó de nuevo a Microsoft un nuevo sistema operativo llamado OS/2. Fue un éxito de ventas. En la década de 1990, con el lanzamiento de Windows, Microsoft había captado el 90% de la cuota de mercado de los ordenadores personales.

En el caso de Allen, como hemos comentado anteriormente, en 1983 deja Microsoft como consecuencia de la enfermedad que padecía, pero en 1990 vuelve a ingresar en la compañía. Finalmente, por la situación personal con Bill Gates, decide abandonar por completo la compañía en el año 2000.

Inversor y filántropo

A sus 37 años, Paul Allen se convertía en multimillonario y renunciaba a Microsoft para ser inversor. En 1986 funda Vulcan, una organización privada encargada de gestionar muchas de las iniciativas de Allen y su familia, desde la cual ha participado en más de 100 compañías reconocidas como Dreamworks, Alibaba o Magic Leap.

Allen manejaba además los activos del equipo de la NFL de los Seattle Seahawks, del equipo de la NBA de los Portland Trail Blazers y era el copropietario del club de fútbol Seattle Sounders FC. Uno de sus últimos hitos ha sido la creación de Stratolaunch Systems, una compañía fundada en 2011 con la que pretendía transportar cohetes hacia el espacio. En 2017 presentaba el Stratolaunch, el avión con 117 metros de envergadura encargado de esta misión.

Pero si algo ha caracterizado a Paul Allen ha sido su enfoque filantrópico en las acciones que ha llevado a cabo. Paul G. Allen Family Foundation, fundada en 1986, es la organización encargada de gestionar sus aportaciones a causas benéficas y actualmente recibe 30 millones de dólares al año destinados a servicios sanitarios y humanos.

Destacan sus aportaciones en el ámbito de la investigación científica y tecnológica con la creación del Instituto Allen para las ciencias del cerebro, el Allen Brain Atlas y el Instituto Allen para la inteligencia artificial. También es necesario mencionar su involucración en la Universidad de Washington, en el Centro de Artes Visuales Faye G. Allen y el Centro para la Ciencia y la Ingeniería de la Computación Paul G. Allen.

En el año 2000 financió en Seattle la construcción del Museo de Cultura Pop y en 2007 invirtió en el tranvía South Lake Union, el cual permitió conectar una de las zonas más importantes de la ciudad. Recientemente, donó 30 millones de dólares al gobierno de su ciudad natal para ayudar a construir apartamentos para alojar a cerca de 100 familias sin hogar o con escasos recursos.

A lo largo de toda su vida, Allen donó más de 2.000 millones de dólares a actividades relacionadas con la ciencia, la educación y la conservación. Como él mismo decía: «Lo posible se redefine constantemente, y me preocupa profundamente ayudar a la humanidad a avanzar».

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