Colibrí, ave, flores

El colibrí, el animal que puede ver colores inimaginables

Sabíamos la concepción en la que los animales no perciben los colores de igual forma que el ser humano. ¿Cómo perciben los colores las aves? Nos centramos en una de las aves más pequeñas del reino animal: el colibrí. El resultado puede sorprenderte.

Los animales tienen una capacidad de visión totalmente distinta a la del ser humano. Lo que nosotros vemos en una amplia gama de colores, otros lo ven de forma monocromática, como suceden con los perros. En esta ocasión nos centramos en el colibrí, que destaca por su velocidad de vuelo.

El colibrí es una de las aves más pequeñas que existen. Su capacidad de mantenerse en el aire realizando más de 60 aleteos por segundo y sus colores vivos pueden sorprender. Pero la visión que tiene esta especie lo que más llama la atención, ya que son capaces de percibir colores más allá de la gama del arco iris.

Cuestión de colores

La comunidad científica sabe desde hace tiempo que las aves tienen una visión mejor que la del ser humano. Los humanos, al igual que los primates, son tricromáticos. En otras palabras, nuestros ojos tienen tres tipos de receptores o conos sensibles al color azul, rojo y verde. En el caso de las aves, tienen cuatro conos de color y son tetracromáticas.

El ojo humano cuenta con estos conos que son capaces de ver los colores del arco iris que son denominados tonos espectrales. También podemos apreciar un color que no forma parte de este espectro, el morado debido a la estimulación de los conos rojos y azul.

En cambio, las aves teóricamente pueden percibir el espectro ultravioleta que incluye los colores rojo y verde ultravioleta. Se especula que eso es así, aunque no se han realizado estudios al respecto.

Mary Stoddard, bióloga de la Universidad de Princeton, llevó a cabo una serie de experimentos de campo con colibríes salvajes. Los resultados revelaron que las aves podían distinguir colores espectrales y no espectrales.

«Ver como hacen eso frente a mis ojos es una de las cosas más emocionantes que he investigado», dice Stooddard en un artículo publicado en Proceedings of National Academy of Sciences.

Un desafío audaz

Para llevar a cabo esta investigación instalaron varios comederos tubulares equipados con dispositivos LED que estaban programados para convertir la superficie en varios colores para distinguir los alimentos.

El colibrí aprendía a asociar un color con un sabor determinado. La visión de estos animales ayuda a seleccionar sus alimentos y también a evitar depredadores como sucede en el caso de las abejas que pueden ver los colores ultravioletas en las flores amarillas y así conseguir el néctar.

También se saca la conclusión de que todas las aves son capaces de detectar este tipo de colores siendo así más avanzados en cuanto a este aspecto.

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