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Jugamos con la comida… Viajamos por la comida

Una startup de Wayra ha desarrollado una app y guía gastronómica para que los usuarios puedan compartir sus experiencias con la comida.

No podemos negar que a la gente le encanta compartir fotos de comida y recomendar sitios donde comer. Las causas son muchas; la primera, a nuestro juicio,  el buen hacer paulatino por parte de nuestros cocineros a la hora de volcarse en la promoción de la gastronomía de sus lugares de origen y su país de un modo radicalmente humanista, desenfadado y tan generoso que se han convertido en patriarcas de un movimiento 2.0 imparable, cuyo testigo han recogido gustosa y directamente los ciudadanos sin mediación alguna.

Y es que Ferrán Adrià, Andoni Adúriz desde Mugáritz, el trío de hermanos Joan, Josep y Jordi Roca, o Quique Dacosta han sido los primeros en cebar ese maravilloso proceso y llevarlo al mundo on-line, seguidos de los ciudadanos de a pie. Y entre todos los que han querido compartir y jugar con la experiencia de comer se ha logrado potenciar como nunca el conseguir que se hable de comida, sitios y gastronomía de una manera desenfadada y divulgativa. Desenfadada, sí; pero cada vez de un modo más certero y necesitado de herramientas acordes al ritmo de crecimiento de esa necesidad.

Hablamos entonces de llegar no sólo a compartir sino también jugar con lo que se comparte. Aficionados a la cocina ha habido siempre. El boca a boca que han alimentado ha sido una de las primeras vías de sustento que han encontrado las gastronomías locales para no morir y encontrar vías para renacer. Amigos que te decían que no podías perderte probar la fabada o el pastel de carne de «este sitio que muy pocos conocen». Gente que empezó a viajar y te contaba que no sólo de visitas al Machu Pichu se vive en Perú. Inmigrantes que han llegado aportándonos una nueva manera de entender los sabores, los han fusionado con los nuestros y lo han fotografiado y mostrado al mundo. Fotos que se han compartido, más tarde por muchos medios cuando llegan los teléfonos inteligentes. Sin barreras.

Cuando voy y te digo que he encontrado tal vino, que he probado la quesadilla de este sitio… Quiero darte un poco de envidia pero a la vez quiero que lo pruebes tú también. Porque sólo de esta manera seguirá existiendo ese sitio y esa comida. Y mejorará. Platos de pasta acompañados con botellas de Chiantí empezaron a competir en igualdad de condiciones entre todas nuestras fotos de vuelta de las vacaciones. Gente que aprende lo que es el Chiantí fruto de esa foto. Personas que se hacen más exigentes una vez superada esa fase y hacen bien a la gastronomía compartiendo sus experiencias.

La pregunta es si hemos pasado esa fase de madurez. Si fruto del voraz compartir de fotos y experiencias gastronómicas en Facebook o Instagram, mezclándolas con todo tipo de “actividades” se puede llegar a algo que vaya más allá. Es ahí donde algunos proponemos lo que hasta ahora parecía un pecado: hay que jugar con la comida. Hay que picarse y debatir. Hay que jugar a descubrir sitios y nuevos platos. ¿Por qué? Porque se le han de prestar herramientas a la gente para que puedan no sólo “mandarse y colgar fotos” sino aprender o entender mejor la gastronomía que están ayudando a compartir y difundir. Y lo tienen que hacer divirtiéndose. Y lo tienen que hacer en un ecosistema (app y web) específico para ello.

Por qué desarrollar Onfan: una cuestión de comida

Hablamos entonces de una cuestión que los muy cultivados nombrarían con esa rara palabra de “heurística”, y que no es otra cosa que intentar resolver algo de un modo lo más positivo y sencillamente posible. Las guías gastronómicas tradicionales son estáticas (papel) y algunas han evolucionado al formato audiovisual o parcialmente interactivo. Las redes sociales han venido a suplirlas parcialmente en lo que tienen de posible sociabilización (pero también frivolización) de la experiencia recomendada en esas guías… Pero eso no resolvía el problema; la cuestión es conseguir que sea el propio usuario que encuentra, almacena, comparte, propone y recibe opiniones sobre experiencias gastronómicas, lo haga sin verse sometido a la ortodoncia de una guía más o menos friendly o la relativa vaciedad de un Facebook.

Un proceso similar a eso de pasar de ser turista a ser un verdadero viajero. Llegó la hora para nosotros de desarrollar una app que se adapte a la medida del que viaja, del que visita lugares de su ciudad y comparte fotos de comida y opiniones, considerando que esto es una experiencia placentera, pero no sólo eso, sino que además es una manera de aportar y convertir a la gastronomía en eje de desarrollo y cultura sumada al divertimento.

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Aportamos entonces a lo que consideramos debe ser nuestro cometido:  que las personas encuentren en las especialidades gastronómicas de un determinado lugar, un determinado punto de encuentro y que sea Onfan.com, nuestra blogosfera, el perfecto medio de contacto para todos aquellos cocineros como Andoni Luis Adúriz, usuarios como Pedro o María, blogueros como Garbancita, los que puedan conversar y compartir esos momentos inolvidables disfrazados de fotos de platos, convertirlos en un nexo y hacer de su interacción una manera de aprender una de las experiencias más maravillosas que hay: la experiencia de comer compartiendo y divirtiéndose.

Onfan.com es una blogosfera gastronómica. Un nuevo concepto de guía participativa en el que puedes compartir tus platos y experiencias gastronómicas, seguir a tus cocineros y prescriptores de opinión favoritos y convertirte en uno de ellos.

Puedes descargarte la app en Apple Store y en Google Play.

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