La movilidad autónoma es un fin en el que empresas e ingenieros llevan trabajando desde hace mucho tiempo. Algunos con más acierto que otros. En la práctica, ya hay varios proyectos que hacen posible que los conductores soltar el volante o viajar sin tener que conducir dentro de grandes ciudades. En varias ciudades de Estados Unidos y China, principalmente, varias empresas ofrecen este tipo de servicio. Por un lado, los llamados robotaxis. Y, por otro, vehículos privados que integran algún tipo de conducción autónoma. Pero a camino entre la conducción tradicional y la autonomía total del automóvil, existe una solución intermedia que pocos han explorado: la conducción remota o teledriving. Y la alemana Vay es su impulsora.
En un artículo anterior vimos que empresas como Waymo, Cruise o Uber tienen flotas de coches autónomos que te ayudan a ir de un sitio a otro sin tocar el volante. Y sin un conductor. Se conocen como robotaxis y son ya algo habitual en ciudades como San Francisco, Los Ángeles, Phoenix o Austin. Eso en Estados Unidos. En China, abundan los robotaxis autónomos en ciudades como Shanghai, Wuhan, Shenzhen o Guangzhou. Y también podemos verlos en países como Singapur o Abu Dhabi. En el resto del mundo, por su parte, cada vez son más frecuentes los automóviles que cuentan con algún sistema de autonomía. Aunque en función del país, esos sistemas se pueden activar o no.
Pero la empresa alemana Vay propone una solución a camino entre la conducción manual y la autónoma: la conducción remota. Para ello, en sus vehículos emplea su propia tecnología de conducción a distancia, o teledriving en inglés. En vez de ofrecer a conductores profesionales que están ahí mismo, en el vehículo, los conductores remotos hacen el mismo servicio pero desde la distancia. Con acceso a “volante, pedales y otros controles de vehículos desarrollados para cumplir con los estándares de la industria automotriz”.
Conducción remota con el hombre invisible
Vay es una startup alemana que lleva desde 2018 trabajando en crear vehículos autónomos. Uno de sus fundadores y actual CEO es Thomas Von der Ohe, que estuvo con anterioridad en Amazon y en su filial de conducción autónoma Zoox. Sin embargo, en los últimos años, esta startup ha decidido especializarse en tecnologías de conducción remota o teledriving, una aproximación distinta a la autonomía que busca la industria. Un objetivo que todavía queda algo lejos, a pesar de que existen muchos ejemplos que se acercan bastante a la autonomía completa.

Así, en vez de ofrecer coches sin conductor, su propuesta consiste en facilitar vehículos con conductores remotos. A primeros de este 2025, durante la celebración del CES (Consumer Electronics Show), uno de los eventos sobre tecnología más importantes a nivel mundial, Vay dio a conocer su propuesta conduciendo un SUV remotamente desde uno de sus sistemas de control remoto. Y que se asemejan mucho a los simuladores de conducción o a las instalaciones realistas de los aficionados a videojuegos de conducción. Para hacer realidad el teledriving solo son necesarias tres pantallas principales, una pantalla adicional informativa, gafas de realidad aumentada y todos los elementos que facilitan manejar un automóvil a distancia: volante, pedales y demás.
En palabras de su CEO, Thomas Von der Ohe, la conducción remota es un enfoque de bajo coste que no tiene nada que ver con la conducción autónoma. Y lo dice como algo positivo, ya que, en su opinión, no necesitan realizar simulaciones para que su propuesta sea segura. “Nuestro principio básico de seguridad es que el conductor humano puede tomar la decisión”. Y en su web añade: “Vay implementa la seguridad y la protección por diseño. Vay sigue las normas de seguridad clave, incluidas las de seguridad de los vehículos, seguridad funcional (ISO 26262) y ciberseguridad (ISO 21434)”.
La propuesta de Vay es más económica, ya que no requiere aplicar tecnologías tan costosas como sensores LiDAR, inteligencia artificial, complejos algoritmos y demás elementos con los que sí cuentan los robotaxis autónomos. En su lugar, emplea cámaras corrientes y tecnologías más asequibles para la conducción remota.
El factor humano como atractivo del ‘teledriving’
Por un lado, Vay quiere implementar su tecnología de conducción remota en toda clase de vehículos. Además de automóviles, también quiere cubrir el teledriving o manejo remoto de camiones, transporte público, coches de alquiler e incluso transporte privado de lujo. Y por el otro, ya está compitiendo con empresas como Uber o Lyft en Estados Unidos. Aunque su propuesta es distinta.
Inició su andadura en noviembre de 2023 en Las Vegas. Tiene una app para iPhone, a la espera de lanzar su versión para Android, y permite viajar por esta gran ciudad, y alrededores, con un coche alquilado. Pides el vehículo y un conductor remoto lo lleva hasta ti. Eso sí. A partir de ahí, tú conduces y lo aparcas tú mismo. Por lo demás, puedes bloquear el coche y volverlo a desbloquear desde tu teléfono. Y cuando acaba el alquiler, el conductor remoto se lleva el automóvil.

Vay empezó en Las Vegas con dos vehículos. Ahora ya tiene unos 30 automóviles en su flota y ha completado más de 6.000 carreras o servicios mediante teledriving o conducción remota. Al menos para entregar el vehículo al cliente. Un servicio con un precio inferior al que ofrece Uber y que mezcla el alquiler de automóviles con la conducción remota. Además, se trata de coches eléctricos, con las ventajas que esto tiene para conductores y clientes.
En Vay presumen con orgullo que son la primera empresa que condujo un automóvil sin conductor por la calle en territorio europeo. En concreto, el vehículo circuló por las calles de Hamburgo, en Alemania. Previamente, habían realizado varias pruebas por Hamburgo y Berlín. Pero no fue hasta diciembre de 2022 que lograron un permiso para hacer la prueba sin conductor presente.
El siguiente paso es, por un lado, madurar su propuesta en la práctica. Algo que puede hacer en Estados Unidos sin las más duras normas europeas. Y, mientras, en Europa, sigue trabajando en lograr todas las certificaciones y permisos posibles para que, más pronto que tarde, veamos los automóviles de Vay circular por nuestras calles sin conductor.
“Los conductores remotos se sientan en una estación de conducción a distancia en Hamburgo con todos los controles necesarios. El conductor tiene una visión general de la situación del tráfico a través de varias pantallas y auriculares. A la llegada del coche, el cliente conduce él mismo hacia su destino. Una vez que el cliente ha llegado a su destino, un conductor remoto se hace cargo del vehículo una vez más, lo que significa que se elimina la búsqueda de un espacio de estacionamiento que requiere mucho tiempo”.