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Copérnico nos vigila desde el espacio para estar más seguros en la Tierra

La Agencia Espacial Europea (ESA), a través del programa Copérnico, ha puesto en marcha un nuevo satélite que se encargará de monitorizar y recoger datos de los gases que se encuentran concentrados en las atmósfera para evaluar los problemas que afectan a nuestro planeta.

Encaminar el futuro de nuestro planeta es una tarea pendiente para que podamos vivir mejor y más tiempo. Incrementar la gestión del medio ambiente, la calidad del aire o luchar por el cambio climático son factores que debemos tener en cuenta si queremos permanecer en la Tierra el mayor tiempo posible.

Y es que, vivimos rodeados de gases que nos perjudican diariamente, sobre todo en grandes ciudades, donde respirar es cada vez más insostenible dada la concentración de sustancias tóxicas que componen la atmósfera, una seria amenaza para la población mundial.

En este sentido, luchar contra la contaminación es uno de los objetivos del programa europeo Copérnico, que ha lanzado recientemente su sexto satélite, Sentinel 5P, cuya misión es obtener imágenes sobre la calidad del aire de la Tierra en tiempo real y tomar decisiones en un futuro acerca del cambio climático.

Este nuevo satélite estará dedicado a monitorizar y recoger datos de los gases que se encuentran concentrados en la atmósfera en pequeñas cantidades, entre los que figuran el dióxido de nitrógeno, monóxido de carbono, ozono, aerosoles o dióxido de azufre, entre otros.

Copernicus EU

Mayor resolución y calidad de datos obtenidos

Para ello cuenta con el espectrónomo de imágenes multiespectrales Tropomi, una herramienta técnica que recogerá 1 millón de gigabytes de información durante los cinco y siete años que durará la misión. Las imágenes enviadas por Sentinel 5P suponen un nuevo paso en la resolución y calidad de datos, obteniendo resultados con una precisión y detalle inéditos.

Copérnico es el programa llevado a cabo por la Agencia Espacial Europea (ESA) y liderada por la Comisión Europea (CE) que se encarga de la vigilancia y gestión del Medio Ambiente, luchar contra los efectos del cambio climático y garantizar la seguridad ciudadana.

El ojo que todo lo ve está compuesto por 30 satélites, entre los que se encuentran seis Sentinel, lanzados con el propósito de captar, procesar y transformar en información los datos recogidos de la atmósfera. De este modo, supone un paso importante sobre el terreno y en la observación de cualquier fenómeno que ocurra en la Tierra, ya sea el cauce de un río, la polución o el estado de las cosechas.

Hasta la fecha, ya se han podido ver las primeras imágenes tomadas que muestran los niveles de monóxido de carbono en zonas de África, Asia y Sudamérica, donde se pueden ver los altos índices de este gas. Con un ancho de franja de 2.600 km, permite mapear todo el planeta cada 24 horas.

Y es que, el cambio climático es una realidad a la que debemos poner medidas urgentes y no tener que lamentarnos demasiado tarde.

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