No siempre las plataformas de crowdfunding difunden iniciativas relacionadas con los últimos avances tecnológicos o interesantes proyectos científicos. En ocasiones su lado más social ve la luz, y es entonces cuando proyectos relacionados con la educación o la sanidad se abren paso en el mundo de la financiación colectiva.
El crowdfunding está consiguiendo que en los últimos tiempos más proyectos e ideas vean la luz gracias a las iniciativas de financiación colectiva. A través de esta novedosa forma de que conseguir respaldo económico para nuestros proyectos, ideas relacionadas con la exploración espacial, la impresión 3D o la biomedicina han podido ver la luz.
Sin embargo, los proyectos que nacen gracias al crowdfunding son muchas veces desconocidos para la gran mayoría de la sociedad. Y es que el desarrollo de una gran diversidad de plataformas de financiación colectiva, tales como Kickstarter o Indiegogo, hace que cada vez sea más sencillo apostar por estas herramientas de crowdfunding.
Crowdfunding para conseguir una sociedad mejor
Uno de los aspectos, tal vez más desconocidos, de los proyectos relacionados con el crowdfunding es su inevitable vertiente social. Y es que la financiación colectiva no se usa únicamente con el fin de obtener dinero, sino también de generar compromiso y participación entre los usuarios que deciden apoyar un proyecto.
Por ese motivo, hoy os presentamos tres iniciativas relacionadas con el crowdfunding, que tratan de construir una sociedad mejor. Ya sea en el ámbito médico, educativo o social, la financiación colectiva puede dar a conocer ideas que hagan de nuestro planeta un mundo mejor.
Una ayuda para que Ashana vaya a la Universidad
En lugares donde la educación es pública, en ocasiones no valoramos la importancia y el esfuerzo que supone acceder a unos estudios universitarios.
Sin embargo, existen muchos rincones del mundo donde no resulta tan sencillo acceder a la educación superior. Este es el caso de Ashana, que pretendía ingresar en la Universidad para llegar a ser desarrolladora en alguna gran compañía de Silicon Valley.
Su objetivo inicial en la campaña fue lograr 2.000 dólares, y la apuesta por el crowdfunding fue un éxito: Ashana ha logrado una cantidad seis veces superior a la requerida, y podrá iniciar sus estudios en informática.
Financiación colectiva en el ámbito de la salud
Las dos últimas iniciativas que citaremos están relacionadas con el ámbito biomédico. Pero la historia de Nate, Chris o Anna poco tiene que ver con la vida de Tara. En el primer caso, se trata de un proyecto para que personas que hayan sufrido algún accidente o traumatismo puedan acceder a los programas de rehabilitación más punteros.
Parece que han convencido al gran público, pues al igual que Ashana, han logrado superar el objetivo de 5.500 dólares que se proponían. No es el caso, sin embargo, de un proyecto lanzado en Kickstarter, que buscaba fondos para editar un libro sobre Tara, una niña que presenta un tumor en el cerebro. Su padre decidió contar su historia en una publicación pero, por desgracia, el apoyo que consiguió no fue tan positivo, y a día de hoy la campaña está cancelada.
Estas iniciativas consiguen enseñarnos el lado más social de la financiación colectiva. Y es que está claro que el crowdfunding no surge únicamente para lograr el respaldo económico a un proyecto, sino también para que este sea diseñado desde y hacia la sociedad. No podía ser de otra manera.
Imágenes | Thomas Schoch (Wikimedia)
