Esta tecnología combina procesos industriales textiles tradicionales y continuos para confeccionar elementos con apariencia textil, flexible y resistente, cuyas propiedades fotoactivas generan electricidad a partir de la radiación solar
El Instituto Tecnológico Textil AITEX, centrado en la investigación en los ámbitos de la ciencia y la tecnología relacionados con aplicaciones en la industria textil, ha llevado a cabo un interesante proyecto de investigación para el futuro desarrollo de un tejido fotovoltaico capaz de generar electricidad a partir de la radicación solar que incide sobre su superficie. El estudio surge de la necesidad de experimentar con nuevos sistemas de obtención de energía renovable 100% limpia para hacer frente desde la innovación al complicado escenario energético que nos espera a medio y largo plazo en España.
Tras un estudio pormenorizado de las tecnologías de capa delgada existentes en la actualidad, basadas en la deposición de materiales fotosensibles sobre superficies soporte de bajo coste, los científicos valoraron la posibilidad de poder sustituir estos soportes por un elemento textil. Pero esta opción suponía tener que utilizar otras técnicas de deposición diferentes a las utilizadas sobre soportes como vidrio, plástico o acero, para que los materiales fotosensibles fueran compatibles con la flexibilidad que proporciona un elemento textil.
Para ello, los expertos de AITEX emplearon técnicas de tejeduría tradicionales y procesos continuos, cuyo fruto ha permitido obtener todo el conocimiento necesario para el desarrollo de futuros sistemas con apariencia textil, flexibles y adaptables a cualquier superficie, pero con la peculiaridad de poder generar electricidad de forma similar a una célula fotovoltaica convencional de pared delgada.
Tejido fotovoltaico flexible
El secreto de la flexibilidad del tejido fotovoltaico de AITEX reside en la combinación de los sustratos y las capas que integran el material para su elaboración, utilizando técnicas especiales de cosido o laminación. Estas técnicas permiten obtener materiales con apariencia textil, cuya flexibilidad y adaptabilidad a cualquier superficie permitiría su aplicación dentro del campo de la ingeniería y la arquitectura.
Además, sus buenas propiedades mecánicas y de durabilidad convertirían este tejido fotovoltaico en un candidato ideal para su uso en exterior, cubriendo grandes superficies de forma similar a los elementos geotextiles que se emplean habitualmente en carpas y pérgolas de edificios y espacios públicos. Un aspecto clave que resolverá de forma sutil cuestiones básicas sobre la integración y el impacto visual de los sistemas de generación de energía renovable sobre el medio urbano.
Por otro lado, el principio utilizado por los investigadores para la elaboración de este tejido fotovoltaico permite abaratar los costes del sistema de forma similar al de los dispositivos solares con tecnología de capa delgada. En este caso, utilizando un soporte base textil que no supondría un incremento significativo de los costes de producción, en comparación con el resto de tecnologías convencionales.
Desde el centro tecnológico se han desarrollado diferentes líneas de investigación para el futuro desarrollo de diferentes tipos de tejidos generadores de eléctricidad, en función de su acabado funcional. Entre ellos encontramos tejidos con alta conductividad eléctrica superficial que actúan a modo de electrodo y también tejidos confeccionados con la fibra funcional con material conductor o tejidos confeccionados con la fibra funcional con material fotoactivo.
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