La desinformación se ha convertido en una de las principales preocupaciones y amenazas para los países democráticos en la actualidad. Con el auge de las redes sociales, los propagadores de noticias falsas y bulos pueden difundir desinformación a una velocidad cada vez mayor, a veces incluso más rápido que la información verificada y contrastada. Este fenómeno de la propagación acelerada de la desinformación también se ha hecho presente en España y Portugal, abarcando diversos ámbitos como el político, social y económico.
En el marco de la exposición «Fake News. La fábrica de mentiras», que se encuentra actualmente en el Espacio Fundación Telefónica de Madrid hasta el 19 de noviembre de 2023, se han presentado los resultados del informe «Análisis del impacto de la desinformación sobre los ámbitos político, económico, social y de seguridad, modelos de gobernanza y buenas prácticas: Los casos de España y Portugal». Este informe, realizado en colaboración con el Real Instituto Elcano, muestra las consecuencias de la desinformación en estos dos países, destacando su impacto en diversas esferas de la sociedad.
Enfrentando el desafío de la desinformación a través del proyecto Iberifier
En menos de una década, varios países han incorporado la desinformación como parte de sus estrategias híbridas frente a sus adversarios. La Unión Europea ha desarrollado diversas herramientas para combatir las campañas desinformativas y también para comprenderlas mejor, buscando avanzar hacia una mayor resiliencia social frente a las estrategias híbridas en las redes digitales.
Desde su lanzamiento en 2021, Iberifier ha verificado un total de 1.797 desinformaciones. Financiado por la Comisión Europea, Iberifier es un centro de investigación vinculado al Observatorio Europeo de Medios Digitales (EDMO), en el cual participan 23 entidades de España y Portugal, entre universidades, verificadores y centros de computación. Este proyecto se enfoca en analizar el ecosistema de los medios digitales en ambos países y abordar el problema de la desinformación en la península ibérica.
Analizando su impacto y abordando los desafíos para una sociedad informada
En un mundo donde las noticias falsas y la manipulación de la información pueden propagarse rápidamente, el impacto en la opinión pública y la toma de decisiones es significativo. Para abordar este problema de manera efectiva, el informe ha analizado cómo la desinformación afecta a diversos ámbitos, así como los modelos de gobernanza y las buenas prácticas implementadas.
En el ámbito político, la desinformación afecta a la confianza en las instituciones políticas y los procesos democráticos. Las campañas de desinformación pueden influir en los resultados electorales, difundir narrativas polarizadoras y desgastar la credibilidad de los actores políticos. En este contexto son significativas las estrategias utilizadas por los agentes desinformativos para manipular la opinión pública y por ello es importante establecer medidas para fortalecer la resiliencia democrática frente a este fenómeno.
Por otro lado, en el ámbito económico, la difusión de noticias falsas puede afectar a los mercados financieros, generar incertidumbre en los inversores y perjudicar la reputación de las empresas. Por lo que es importante proteger la integridad del mercado y promover la transparencia informativa. En cuanto al ámbito social, la desinformación puede generar tensiones sociales o alimentar la polarización. De esta forma, la propagación de noticias falsas puede generar divisiones en la sociedad, promover la discriminación y fomentar el odio. El informe analiza estos efectos negativos y explora enfoques para contrarrestarlos, fomentando una cultura de veracidad y pensamiento crítico.
Un entorno digital seguro
La desinformación también plantea desafíos en términos de seguridad nacional y ciberseguridad. Los actores malintencionados utilizan la desinformación como una herramienta para desestabilizar sociedades y manipular la opinión pública en temas sensibles. Además de analizar los impactos de la desinformación, el informe examina los modelos de gobernanza y las buenas prácticas implementadas en España y Portugal. Se evalúan las políticas existentes, las medidas regulatorias y las iniciativas de cooperación público-privada en la lucha contra la desinformación, con el objetivo de mejorar los marcos de gobernanza y promover la transparencia y la responsabilidad en la esfera informativa.
Es esencial abordar la desinformación de manera integral, fortaleciendo la resiliencia social y promoviendo la transparencia y la responsabilidad en la era digital. Solo a través de la cooperación entre los diferentes actores involucrados se podrá hacer frente a este desafío y construir un entorno informativo más confiable y seguro.
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