La posible mejora de la diabetes tipo 2 podría haberse encontrado, de manera inesperada, en la implantación de unos electrodos cerebrales. ¿Quieres saber cómo ocurrió? Sigue leyendo y descúbrelo.
La diabetes es la enfermedad por la que una persona posee concentraciones crónicamente altas de glucosa o azúcar en el torrente sanguíneo. Existen varios tipos, pero la diabetes tipo 2 es la que ahora está de enhorabuena. Y es que, el azar ha hecho que una posible mejoría esté en camino gracias a la estimulación cerebral profunda.
Un descubrimiento fortuito
La diabetes tipo 2 se desencadena por una combinación de genes defectuosos, además de malas prácticas alimenticias o falta de ejercicio, entre otros, que dañan la capacidad del cuerpo humano para producir insulina, la hormona que permite que las células utilicen el azúcar como alimento.
Por el momento, no hay cura posible para la enfermedad, pero un nuevo descubrimiento ha abierto la esperanza para la mejora de la salud de quienes lo padecen.
Ocurrió de manera fortuita hace unos años cuando un hombre acudió a médicos holandeses para que pusieran tratamiento a su trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). Fueron los mismos quienes le aconsejaron un tratamiento basado en electrodos implantados para estimular el tejido cerebral profundo implicado tanto en la toma de decisiones, como recompensa, búsqueda y motivación.
El resultado no solo tuvo un efecto positivo para el tratamiento del TOC, sino que también pareció mejorar la diabetes tipo 2 que el paciente sufría. Hasta el momento, médicos e investigadores desconocían el por qué. Pero ahora, un nuevo estudio cree haber dado con la clave.
La dopamina, el neurotransmisor clave
Este nuevo estudio sitúa el aumento en la actividad de la dopamina como la principal causa de mejora del organismo para procesar el azúcar en este proceso de estimulación cerebral profunda (DBS).
Las conclusiones desprendidas de la investigación son realistas, y no ven en DBS una solución efectiva para todos los diabéticos. Aunque sí es cierto que dejan abierta la puerta a la esperanza en forma de dopamina. Y es que, el uso de este neurotransmisor con otras terapias cerebrales menos invasivas podría llegar a ser posible algún día.
Un experimento ya probado en ratones
Este hallazgo fortuito levantó las miradas de la comunidad científica que cuestionaba si realmente DBS era responsable de la mejoría del paciente. Así, el grupo de médicos capitaneado por la endocrinóloga Mireille Serlie, del Academic Medical Center en Amsterdam, reunió al hombre junto con otros 14 hombres y mujeres con los mismos implantes para TOC, pero sin diabetes.
Los resultados publicados en Science Translational Medicine demostraron que, tras apagar los dispositivos DBS durante 17 horas, se dio un aumento significativo de la sensibilidad a la insulina de todos los participantes.
Y es que, se trataba de la primera vez que estos resultados se obtenían en humanos.Estudios realizados sobre ratones ya habían demostrado cómo la dopamina liberada por las neuronas en la misma región de toma de decisiones generales desempeña un papel clave en la regulación de la glucosa en todo el cuerpo.
Ahora solo cabe esperar a que el avance de las investigaciones siga su cuerpo, y preguntarse: ¿será DBS la solución definitiva para la mejora de la diabetes tipo 2?