Vamos a observar cuáles serán las claves del crecimiento tecnológico la próxima década, con el fin de poder hacernos una imagen fiable de lo que nos deparará el año 2028.
En términos tecnológicos, diez años es una eternidad. Como ha quedado atestiguado en numerosas ocasiones, el crecimiento científico es exponencial. De ahí que cada vez que se habla o se intenta explicar el futuro, pese a ser un futuro cercano, se incurre muchas veces en errores no forzados, como se diría en tenis.
Os traemos ahora lo que a priori los expertos vaticinan como lo que nos espera de aquí a diez años en el ámbito de la ciencia y la tecnología.
Computación en la nube
Los movimientos de personal altamente cualificado entre algunas de las mayores empresas, como el fichaje de Thomas Kurian (ex de Oracle Cloud) por Google para desarrollar su propia nube, ponen de manifiesto la idea de la heterogeneidad dentro de las grandes corporaciones tecnológicas.
Es decir, en los próximos diez años se espera que el conglomerado empresarial que conforman los grandes de la tecnología se retroalimente y se vuelva cada vez más híbrido.
Inteligencia artificial
La cuestión principal respecto a la IA será la de la ética. La introducción de un código de conducta para toda inteligencia artificial que se produzca será clave a la hora de poder legislar la nueva ola tecnológica que vendrá cuando la singularidad tecnológica se haga realidad.
Internet of things (IoT)
La tendencia del internet de las cosas es que prosiga su alza. Cada vez serán más los objetos interconectados entre sí. Si bien es cierto que el crecimiento será exponencial, no parece por ahora que se vaya a producir una conexión total, pero sí que se avanzará de manera ostensible en el proceso.
Computación cuántica
Por ahora es uno de los conceptos más jóvenes, tecnológicamente hablando, pero se espera que vaya creciendo en magnitud, puesto que todo parece indicar que su asimilación total supondría un paso gigantesco en el procesamiento de datos.
Transformación digital
Este punto podría tomarse de todos los anteriores, puesto que la transformación digital seguirá siendo constante, además de transversal. Es decir, nunca acabaremos de transformarnos porque siempre se seguirán haciendo cosas nuevas. Y transversal, porque ocupará a cualquier nuevo avance tecnológico.