Un nuevo sistema repleto de diminutos sensores llamado Butterfly IQ permite hacer ecografías desde tu propio smartphone. El funcionamiento es similar a la técnica que usan los murciélagos para localizar objetos.
Si volviésemos la vista atrás unos 10 años, y alguien nos dijese que tendríamos la posibilidad de realizar una ecografía desde un simple smartphone, probablemente, tacharíamos a esa persona de visionario bastante alejado de la realidad.
La velocidad a la que evoluciona la tecnología va tan deprisa que, en algunas ocasiones, nuestra mente no está preparada para asimilar tales cambios en un corto periodo de tiempo.
El sector de la salud es, sin duda, uno de los que con mayor éxito está implantando los beneficios de la tecnología a su día a día. Desde apps en las que tienes tu médico disponible en cualquier momento y desde cualquier lugar (Gadaca o Babylon son algunas de las más demandadas) hasta otras como Biomeme System, que convierte tu smartphone en un laboratorio de ADN a través de la propia app.
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Jonathan Rothberg, padre de una niña que sufre esclerosis tuberosa, enfermedad que produce la formación de masas anormales en algunos órganos del cuerpo como el riñón, y cuyo tratamiento necesita hacerse mediante ultrasonidos, estaba convencido de que existía una forma más fácil de lidiar con la enfermedad, y creó un sistema para hacer los ultrasonidos con el propio smartphone.
El estadounidense, ingeniero químico de formación y fundador de algunas startups de medicina, desarrolló el nuevo sistema repleto de diminutos sensores y le llamó Butterfly IQ.
El funcionamiento de Butterfly IQ es similar a la técnica que usan los murciélagos para localizar objetos. De esta forma, el dispositivo construye la imagen del cuerpo desde dentro hacia fuera, pudiendo verificar así el crecimiento de un feto dentro del útero.
Butterfly IQ imita a los murciélagos
Este dispositivo se basa en un microchip de silicio que permite generar ultrasonidos de hasta cinco megahercios. Estos ultrasonidos se lanzan hacia los órganos que se quieran establecer como objeto del estudio. El eco que produce el rebote de las ondas emitidas contra las estructuras del cuerpo es recibido por el aparato y transformado en señal digitalizada, que se convierte finalmente en imágenes de las ecografías visibles en la pantalla del smartphone.
Este sistema no solo está pensado para hospitales y centros de salud, sino para su uso por el propio ciudadano. Según su inventor, el objetivo de este dispositivo es democratizar la salud, de forma “que cualquier persona pudiera tener la oportunidad de usar una ventana para acceder al cuerpo humano”.
El sistema recopila los datos y genera imágenes mediante algoritmos de Inteligencia Artificial. Gracias a ello, en la pantalla del móvil el usuario puede ver si las imágenes son correctas o es necesario desplazar el dispositivo para mejorar la señal. De este modo, con Butterfly IQ se pueden hacer ecografías de estructuras anatómicas como el hígado, los riñones, el tiroides o los vasos sanguíneos sin necesidad de desplazarse a un centro médico.
