Domótica

El nacimiento de la domótica: cuando los electrodomésticos se toparon con los ordenadores

Algunas tecnologías parecen más nuevas de lo que en realidad son. Es el caso de la inteligencia artificial, que se remonta a los años 50 o de los coches autónomos. Ocurre algo similar con la domótica. Pensamos que sienta sus raíces en el mundo digital en que ahora vivimos. Pero el propósito de automatizar los hogares y los edificios viene de lejos.

El primer precedente de la domótica, en sus inicios más primitivos, se retrotrae a Nikola Tesla. En una de sus múltiples invenciones, el científico creó un juguete que se podía controlar por control remoto. Esta pieza anecdótica, de 1898, condensaba dos de los elementos básicos del hogar digital. Se trataba de un utensilio de uso doméstico cuyo funcionamiento se podía controlar sin estar físicamente en contacto con este.

Habrían de pasar varias décadas para ver la decantación de todo lo que se imaginó desde entonces sobre la automatización del hogar. El primer aparato relevante fue el ECHO IV, desarrollado por el ingeniero Jim Shutherland, de Westinghouse, precisamente la compañía donde trabajó Tesla. Se trataba de un computador capaz de controlar la temperatura y los electrodomésticos del hogar. Sin embargo, aún estamos hablando de máquinas gigantes que ocupaban armarios enteros o una habitación. No era lo más adecuado para instalar en una vivienda.

Los primeros sistemas domóticos se denominaban X10 y se empezaron a vender es Estados Unidos ya bien entrada la segunda mitad del siglo XX. “Era un sistema que se comunicaba mediante la misma línea de corriente alterna de la vivienda. Eran dispositivos lentos, grandes, antiestéticos y poco seguros. Un vecino fácilmente podía encender y apagar luces de otra casa. Cuando en los grandes edificios de oficinas se instalaron las primeras redes informáticas, estas se aprovecharon para comunicar los dispositivos domóticos”, relata José Alfonso Vera Repullo, profesor del departamento de Automática, Ingeniería Eléctrica y Tecnología Electrónica de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT).

Aunque hay quien toma como referencia a una persona en los orígenes de la domótica: “Se suele atribuir la creación de la domótica a Joel Spira, un inventor y empresario norteamericano que trabajaba en el campo de las armas atómicas dentro de una empresa aero-espacial. Él reconoció el potencial del uso de un dispositivo, el tiristor (el equivalente electrónico a los interruptores mecánicos), como medio para variar de una forma barata la intensidad de la luz. Patentó el descubrimiento en 1959 y fundó junto su esposa una compañía, Lutron Electronics, para explotar el descubrimiento”, cuenta Ignacio G.R. Gavilán, CEO y fundador de la firma de asesoría Reingeniería Digital.

Smart Home en los años 80

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En los años 70 se inventó el microcontrolador, un avance enorme para la computación que abrió las puertas a la miniaturización. Pero será en los 80 cuando esta tecnología empieza de forma incipiente. En aquella década surgieron las puertas de garaje automáticas, sistemas de cámaras de seguridad primigenios, sensores de movimiento para las luces o los termostatos.

Como en otras ocasiones la ficción se adelantó a la realidad y anticipó lo que estaba por venir. Lo cuenta Anselmo Trejo, director de marketing de D-link Iberia, fabricante especializado en sistemas de domótica: “Creo que a nivel de experiencia personal muchos de nosotros descubrimos la domótica en las películas de la saga Regreso al futuro, donde los protagonistas interactúan por voz con los sistemas eléctricos y de audio de la casa. Y también en tantas otras películas donde unas palmadas apagan o encienden las luces. En aquel entonces no sabíamos que se llamaba ‘domótica’ pero estas secuencias cinéfilas se nos quedaron grabadas y pensábamos que ojalá algún día pudiéramos hacer lo mismo”.

Tan influyente fue esta década que en ella se acuñó el término ‘smart home’. La American Association of House Builders lo introdujo en 1984 con la mirada puesta en el futuro. Aunque era un horizonte aún lejano.

La domótica gana popularidad

En los años 90 la llegada de Internet introduce otro de los elementos básicos de la domótica. Aunque aún quedaba tiempo para que se explotara realmente. Pero se empiezan a hacer algunos experimentos. Se conecta una tostadora a Internet, por ejemplo. Y Microsoft predice sistemas como cerraduras inteligentes, el control de la iluminación por Internet o las cámaras de seguridad conectadas.

Todo esto había sido precedido de lo básico. “Desde el punto de vista del ahorro energético los primeros sistemas controlaban automáticamente la iluminación dependiendo de la presencia de personas en las habitaciones, más adelante, cuando los sistemas de climatización se integraron en la domótica, se podía reducir el consumo energético adaptando la climatización también a la ocupación y a la temperatura exterior”, cuenta Vera.

El salto hacia la domótica del hogar digital

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Pero el auténtico desembarco masivo se produjo más adelante, con los dispositivos digitales. “El control de energía fue una de las aplicaciones dominantes de la domótica y lo sigue siendo. Pero lo cierto es que han surgido multitud de nuevas posibilidades y muchas de ellas orientadas al hogar”, comenta Ignacio G.R. Gavilán. Se refiere a sistemas de seguridad o alarmas de diferentes tipos, pero también a los nuevos dispositivos digitales.

“El número de dispositivos inteligentes en los hogares, en el ámbito del ocio y redes domésticas de ordenadores es creciente”, sostiene G.R. Gavilán. “Se está produciendo una convergencia entre telecomunicaciones y domótica en el concepto del llamado hogar digital que, aunque como idea ya existe desde hace un par de décadas, está experimentando y creo que experimentará un fortísimo crecimiento en los próximos años”.

Trejo, por su parte, habla del abaratamiento de la tecnología y, por tanto, de los precios finales al consumidor. Este es un factor decisivo en la adopción. Pero sobre todo centra sus argumentos en un elemento concreto que contribuyó a su difusión: los enchufes inteligentes, los dispositivos que permiten domotizar cualquier aparato eléctrico. “La domótica existe desde hace décadas, pero eran sistemas complejos con muchos sensores que requerían la instalación por parte de profesionales, normalmente con dispositivos integrados en las paredes y con unos costes muy elevados, sólo reservados a viviendas de lujo”, señala Trejo.

La versatilidad de este producto es enorme. La combinación de los enchufes inteligentes y los smartphones permitía controlar cualquier dispositivo eléctrico en remoto o programar su funcionamiento.

Los altavoces inteligentes

En los últimos años los avances se han dejado notar. “El progreso ha sido meteórico”, confiesa Trejo. “Por supuesto, el gran éxito de los altavoces inteligentes ha sido el factor dinamizador de la domótica y ya hemos integrado el control por voz con Alexa y Google Assistant en todos nuestros dispositivos para el hogar inteligente, de forma que ahora sí podemos hacer aquello que descubrimos en el cine y que nos parecía ciencia ficción. Y lo que es más importante, con una experiencia de usuario muy intuitiva y con unos costes al alcance de todos”.

No hay duda de que los altavoces inteligentes han supuesto un salto hacia delante para acercar la domótica. Además, según cuenta el Vera, se puede crear un sistema de hogar inteligente desde cero por un precio muy razonable, entre 300 y 500 euros. “La verdadera revolución de la domótica se está produciendo en la actualidad con la llegada de los sistemas interactivos de control por voz. Eso junto a la invasión de las IOT en nuestros hogares, ha desencadenado que la gente vea normal encender o pagar las luces o controlar la climatización desde su smartphone”, comenta profesor de la UPCT.

El hogar digital con Movistar

El sistema de Hogar Movistar es la plataforma digital de Telefónica que aúna dispositivos y servicios destinados a la comodidad familiar y privada de los hogares. El papel de la domótica juega un papel esencial en el dispositivo Movistar Home. Un miembro más de la familia digital de la casa que lleva integrado de forma nativa el asistente virtual de Movistar, Aura. Los usuarios pueden interactuar a través de la voz con Movistar Home para realizar acciones mediante comandos de voz. Es uno de los elementos que conforman el Hogar Digital, cuyos valores están basados en ofrecer a los clientes de Telefónica un entorno mucho más seguro, conectado, privado e inteligente.

Además, la domótica y la inteligencia artificial también han llegado a Movistar+ a través de la voz. Gracias a una evolución de Aura también podemos elegir nuestra programación favorita simplemente hablándole al Mando Vocal de Movistar+.

Todo esto, también engloba un concepto ligado a las experiencias, disponibles en este ecosistema, enriquecido por las Living Apps. Con ellas, los usuarios puedan disfrutar de nuevas experiencias de consumo a través de su televisión de Movistar+.

Imagen de portada: Nikotxan

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