Blockchain, la tecnología disruptiva que espera consolidarse igual que lo hizo Internet, llega en forma de hackathon a Telefónica.
No es extraño, al en una página web sobre asuntos tecnológicos o al asistir a un evento de innovación, escuchar frases sobre cómo el blockchain va a cambiar la economía, la sociedad, etc.
De repente, todo es blockchain y, como estas irrupciones ya nos suenan cercanas, vuelven a surgirnos las mismas sospechas: ¿es una exageración o la constatación de un futuro próximo? Obviamente, no hay una respuesta correcta, aunque existen motivos por los que no perder de vista a una tecnología a la que, por ejemplo, IBM dedica 200 millones de dólares al año.
Efectivamente, el blockchain está en todas partes, y también es aplicable a todos los negocios. Y aunque aún no está claro cómo se puede aplicar a cada uno de ellos, lo cierto es que en donde han sido ya capaces de saber cómo usarlo ya han encontrado grandísimas eficiencias.
El blockchain es, por definición, una base de datos distribuida en diversos ordenadores que mantiene registros de cualquier transacción con algún tipo de valor. Y, estrictamente hablando, actúa en cualquier transacción que implique valores: puede servir para la industria de la música, la logística, la generación de contratos, la ciberseguridad, el sistema electoral, el sector inmobiliario, los seguros, las transacciones financieras y/o cualquier otra en la que exista un intercambio.
Dicho esto, ¿por qué puede ser importante para una startup? Fundamentalmente porque esta tecnología abre todo un abanico de posibilidades y nuevas formas de hacer negocios. Es un campo en el que está todo por hacer, en el que va a haber mucha disrupción, y en el que están surgiendo iniciativas como Alastria, el primer consorcio multisectorial promovido por empresas e instituciones para establecer una infraestructura blockchain en España.
Es una tecnología en ebullición cuyos resultados esperan los distintos sectores de la economía con los brazos abiertos y que, de llegar, otorgarán una grandísima ventaja competitiva a quienes consigan estar ahí en el lugar y momentos adecuados.
Se prevé que la ascensión del blockchain vaya a afectar a todas las industrias. Y aunque el sistema bancario sea el que más cerca está de esta transformación, CBInsights publicó un artículo reciente en el que demuestra que el ámbito financiero es apenas la punta del iceberg, y cita a otras treinta industrias que pueden ser transformadas mediante el blockchain.
En ciberseguridad, por ejemplo, existen empresas que pueden aprovechar el hecho de que el blockchain es público y está criptografiado para garantizar la integridad de sus datos y automatizar procesos, sin necesidad de especialistas que hagan de intermediarios en los intercambios de datos.
Se puede utilizar la misma lógica para garantizar la seguridad en las votaciones. En un futuro no muy lejano, no es difícil imaginar unas elecciones presidenciales en las que se utilice la tecnología blockchain.
En mercados inmobiliarios, también puede aportar más transparencia en la compraventa de inmuebles, reduciendo el riesgo de fraudes, errores en registros o incluso desburocratizando el proceso. O también tenemos el ejemplo del mercado de la música, donde la tecnología puede democratizar las relaciones comerciales al prescindir de intermediarios.
Estos son solo unos casos de posibles usos de esta tecnología, de oportunidades para los emprendedores tecnológicos puedan innovar con sus soluciones. Iniciativas como el primer hackathon de blockchain organizado por Telefónica Open Future_, que se celebra en el espacio de crowdworking de Gran Vía (Madrid), del 24 al 26 de noviembre de 2017, pueden suponer una gran puerta de acceso.
