Una granja de Estados Unidos apuesta por una agricultura orgánica. Una innovadora solución para disminuir los efectos de la sequía y del cambio climático.
El cambio climático está modificando nuestros modos de vida, y estamos viviendo las consecuencias más negativas: los desastres naturales.
Terremotos, huracanes o inundaciones que arremeten cada vez con mayor fuerza. Zonas que sufren el aumento de las temperaturas como la Antártida, donde este mes de julio se desprendía un gigantesco bloque de hielo con una superficie aproximada de 6.000 km2.
En el caso de España, está azotando gravemente la sequía. Según los últimos datos del Ministerio de Agricultura, los embalses están de media al 36,69% de su capacidad. Con estas cifras, los cultivos han visto mermada la producción y algunas poblaciones han tenido que poner en marcha restricciones de abastecimiento porque se está produciendo un aumento progresivo del precio de la luz o de los productos.
Con esta situación son muchos los agricultores y ganaderos que buscan un plan alternativo para que sus cultivos salgan adelante. Un ejemplo de ello son los invernaderos solares que estaban estudiando en la Universidad de California de Santa Cruz, y que eran capaces de generar su propia energía. También proyectos como el de BioCarbonEngineering en el que se usan drones inteligentes para plantar semillas de forma instantánea.
Ahora, en Estados Unidos, se está trabajando con una fórmula innovadora. Los investigadores han dejado de basarse en la agricultura convencional para pasar a una orgánica, según Quartz.
La tierra es capaz de absorber mejor el agua en la agricultura orgánica
La agricultura orgánica es un sistema de producción que vela por el medio ambiente. Eliminar fertilizantes y plaguicidas, minimizar el uso de energías no renovables y maximizar la fertilidad del suelo son algunos de sus atributos. Además de añadir un componente esencial: el compost. Se trata de un producto de origen orgánico que se fabrica con estiércol, lodos de depuración, entre otros materiales.
Una granja de Dakota del Sur puso en marcha este sistema. Su suelo se enriquecía con material orgánico, y la principal conclusión a la que llegaron fue que la tierra era capaz de absorber más agua de lluvia y mantenerla húmeda en periodo de sequía.
Una gran innovación si tenemos en cuenta que muchas de las lluvias llegan de forma torrencial, en lugar de gradualmente. Además, sería de gran utilidad en periodos de larga sequía como el que vive ahora España.
Esta granja también cultiva diversas variedades de plantas. De esta forma, son más resistentes económicamente si llegan plagas o cambios climáticos que afecten a una variedad concreta del cultivo.
La recreación del clima como solución de la agricultura vertical
Otro estudio en Estados Unidos, concretamente en Nueva Jersey, está experimentando granjas verticales donde se recrea un clima desde cero. No hay sol ni tierra, pero se originan las condiciones perfectas para el crecimiento del cultivo.
Unas aportaciones que pueden ser parte de la solución a los problemas del futuro. No solo hablamos de cambio climático, sino también del aumento de la población y, por tanto, la consiguiente demanda de alimentos. Por lo que la alimentación del futuro nos exigirá aumentar la producción todavía más.
