Con Zspace, el médico podrá interactuar de forma virtual con la anatomía del paciente, como si de un objeto físico real se tratara.
La empresa mexicana de tecnología Echopixel ha desarrollado un sistema para realizar estudios médicos con hologramas 3D a partir de la combinación de miles de imágenes, obtenidas previamente mediante ultrasonidos, tomografía axial computerizada o resonancia magnética. El médico podrá ver e interactuar con el holograma 3D del corazón, el páncreas o cualquier otro órgano del paciente como si se tratara de un objeto físico real, ampliando una vena o diseccionando un órgano para estudiar su interior.
Las imágenes médicas obtenidas a partir de resonancias magnéticas, rayos X o ultrasonidos, son básicamente cortes planos en 2D de objetos tridimensionales. A pesar de la definición y calidad de imagen de algunos de estos métodos de estudio, la interpretación de las imágenes implica cálculos de cognición espacial por parte de quien interpreta la imagen, que en ocasiones puede pasar por alto datos relevantes de la información clínica. Por tanto, existe cierto umbral de incertidumbre que se puede superar con la precisión y eficiencia de la tecnología de los hologramas 3D interactivos desarrollados por Echopixel.
Para desarrollar esta novedosa técnica para estudios médicos, la compañía desarrolló una herramienta holográfica virtual llamada ZSpace. Esta herramienta, desarrollada junto con la compañía Infinite Z, ofrece la combinación de tres elementos básicos para crear el entorno inmersivo 3D: la estereoscopía, que proporciona la percepción visual de la profundidad de campo; la prensión o capacidad para interactuar con objetos holográficos virtuales; y por último, el sistema de seguimiento de la cabeza para permitir al usuario buscar alrededor de los objetos virtuales.
Pero tal y como apunta Sergio Aguirre, fundador y director de tecnología de Echopixel, para que esta herramienta de visualización avanzada tenga éxito dentro del campo de la imagen médica, es necesario disponer previamente de un protocolo clínico apropiado que consolide esta tecnología como una herramienta clínica profesional realmente eficaz.
Pero cabría preguntarse en qué medida podrían afectar los estudios médicos con hologramas 3D a la importancia relativa de la capacidad cognitiva espacial en el protocolo de evaluación de imágenes médicas. Para Mary Hegarty, profesora de psicología en la Universidad de California en Santa Barbara y directora del Laboratorio de Pensamiento Espacial Hegarty, el trabajo profesional con imágenes holográficas en 3D podría convertir la capacidad cognitiva espacial en un factor menos relevante, sustituyendo el trabajo de la persona encargada de evaluar las imágenes médicas por un modelo virtual tridimensional.
No obstante, uno de los conceptos básicos que subyacen a esta tecnología es la de aportar una herramienta interactiva precisa y eficaz capaz visualizar la anatomía humana de una forma mucho más fácil y completa. Tal y como apunta Aguirre, se trata de un medio para ayudar a los profesionales en sus evaluaciones médicas, porque a fin y al cabo es el propio médico quien tiene la última palabra.
Según apunta la compañía, este software de visualización avanzada podría extenderse a áreas como la tomosíntesis de mama y la cardiología. Además, ya se ha puesto en marcha una línea de trabajo para el desarrollo de una herramienta especializada en colonoscopia virtual utilizando la misma tecnología.
Imágenes | vía Zspace