Google entra en la guerra de la realidad aumentada móvil

Hasta ahora, las aproximaciones de la realidad aumentada de Google han sido vagas. Habiendo sida superada por Apple gracias a la popularidad de ARKit, se ha visto a lanzar ARCore, su conjunto de herramientas para desarrolladores.

En tecnología últimamente siempre se cumple una máxima. Las principales compañías entran en más sectores, tecnologías o plataformas de las que pueden abarcar. Fruto de ello suelen ser productos o servicios inacabados y dejados de lado durante mucho tiempo. Hasta que ocurre algo que hace que cambien su perspectiva y se lo comiencen a tomar en serio. Ese «algo» no es más que la entrada de Apple en uno de esos sectores casi abandonados. Es el ejemplo perfecto para explicar cómo Google, que tenía Project Tango, ha tenido que contraatacar a ARKit con ARCore, su nueva plataforma de realidad aumentada móvil.

Project Tango era una plataforma de realidad aumentada que ha llegado a integrarse en algunos teléfonos con Android de fabricantes como ASUS o Lenovo. Sin embargo, nunca ha sido abrazado por los principales actores de la industria, y nunca ha parecido que Google pusiera en el proyecto los recursos que una revolución así requiere. Apple, por el contrario, ha puesto en manos de los desarrolladores ARKit, un conjunto de herramientas con las que construir lo que parece la realidad aumentada más realista y útil hasta la fecha. El ruido generado por los primeros proyectos ha hecho que Google, pionera en realidad aumentada con Google Glass, tenga que mover ficha y dejar Tango de lado, necesitada de un nuevo nombre.

Ese nombre es ARCore, el símil en Android a ARkit, y que por tanto también ofrece muchas herramientas a desarrolladores para que cualquiera pueda construir su propio juego o utilidades como una regla con la que medir elementos de la vida real, como paredes o muebles. Hasta ahora había ciertas aproximaciones de compañías como IKEA para poder hacer cosas así en el hogar, pero esto habilita desarrollos muy económicos para soluciones en teoría muy costosas.

La diferencia con Tango es que ya no hacen falta cámaras especiales para medir profundidad, que es uno de los motivos por los que muchos fabricantes no se sumaron. Ahora sólo hace falta un procesador muy potente con buena cámara, como Apple demanda para ARKit. ¿El problema? La mayoría de terminales con Android pueden no cumplir esos estándares, y de momento sólo lo hacen el Samsung Galaxy S8 y el Google Pixel Xl. ¿Segundo problema? Es muy posible que la comunidad de desarrolladores no se vea tan atraída como en iOS. Para solucionar esto, Google promete que es muy fácil portar de un sistema operativo a otro.

Como diría Yoda, «las guerras de la realidad aumentada comenzado han».

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