En estos últimos tiempos, la humanidad ha atravesado por una gran cantidad de cambios. Entre ellos, los avances tecnológicos y el ritmo tan acelerado de la crisis climática. Para combatir este último, China está usando las gotas de lluvia.
En este artículo te contamos sobre la investigación realizada en el país asiático para aprovechar los paneles solares.
Gotas de lluvia: alternativa de energías renovables
En medio del aumento sin precedentes del cambio climático, en los últimos años se ha venido trabajando en el uso e implementación de las energías renovables procedentes de fuentes naturales.
Por ende, hacen posible la reducción del uso de combustibles fósiles, lo que favorece notablemente al medio ambiente. En China han revolucionado la forma de generar electricidad, pero ¿en qué consiste este avance?
Generación de electricidad con gotas de lluvia
Los científicos chinos han demostrado que las gotas de lluvia funcionan no solo para ayudar a la naturaleza, sino también para generar energía.
Esta tecnología tiene como base las energías renovables, ya que ofrecen mayor versatilidad y potencia. El foco de su investigación se centra en los paneles fotovoltaicos para:
- Reducir su peso y poder instalarlos de forma sencilla en cualquier tejado.
- Crear nuevos materiales que tengan la capacidad de duplicar su eficiencia.
- Mejorar otros sistemas de captación de energías renovables.
Lo que hace innovadora esta investigación es que buscan ir más allá. Es decir, no se conforman con nuevos diseños, materiales o posiciones; el equipo investigador plantea la obtención de energía a través de gotas de lluvia.
¿Cómo lo hacen?
Cuando la lluvia cae del cielo se genera una pequeña cantidad de energía. Estas contienen abundante energía cinética, renovable y electrostática. Por eso, si se aprovechan de forma adecuada pueden generar electricidad.
Es así como esta investigación, publicada en iEnergy, propone una versión a pequeña escala. En ella se evidencia cómo la hidroeléctrica aprovecha la velocidad del agua. De ese modo, se crea energía cinética.
En el paso siguiente, una turbina y un generador la transforman en energía mecánica; y, esta última, se convierte en electricidad.
Para lograr este magnífico avance, se hace uso de los nanogeneradores triboeléctricos o TENG. Estos aprovechan la electricidad estática para captar energía. Si bien esta investigación propone la generación de hasta 200 W de energía por metro cuadrado, en el desarrollo y producción a escala hay dificultades.
Los retos que tienen los científicos al usar las gotas de lluvia
Su principal desafío es que, cuando se conecta más de un panel, la producción de energía se reduce de forma drástica. Aunque los D-TENG cuentan con una potencia de salida muy alta, es complejo que uno solo provea energía; más aún porque son niveles de megavatios.
Por eso, en ello radica el mayor desafío de estos científicos de China. Según ellos, la energía de gotas de lluvia densas requiere de una estructura más racional y sólida para eliminar la influencia conjunta que tienen las unidades de generación individuales.
De ahí que la solución, para ellos, sea un generador de matriz de puente (BAG). Este último funciona como un panel solar y tiene como objetivo mejorar la caída brusca de salida que tienen los dispositivos. El de esta prueba es de 15 x 15 cm2 y tiene una potencia máxima de salida cinco veces superior.
De tal modo, se podría decir que, cabe la gran posibilidad de hacer una prueba a gran escala.
¿Cómo puede contribuir esta energía?
En su investigación, los científicos expresan que mediante el diseño de los paneles solares en los que se conectan en paralelo varias unidades para abastecer la carga, se propone un método sencillo y eficaz para la captación de energía de las gotas de lluvia.
Con este antecedente, se vislumbra un nuevo camino para cuidar el medio y producir energías amigables. Estamos en un momento crucial para actuar en favor del planeta y vivir de manera sostenible en él.
Así que, ya veremos cómo evoluciona esta tecnología que se propone como una gran alternativa para contribuir a las energías renovables. Incluso, podría estar presente en los tejados de las casas en el futuro.
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