innovacion en paneles solares

Crean paneles solares que se auto-enfrían

Una investigación ha dado con un diseño que permite a los paneles solares enfriarse de forma autónoma.

Uno de los grandes problemas de la energía solar son las condiciones que requiere. La alta radiación que necesita para obtener energía a buen rendimiento se puede convertir asimismo en una dificultad. Si una placa se calienta demasiado pierde eficiencia e incluso puede estropearse. Hay que regular la temperatura que alcanzan estos paneles con sistemas de refrigeración o de control. La propuesta de un equipo de científicos de la Universidad de Stanford ha atacado este aspecto, planteando un diseño que permite el auto-enfriamiento.

La innovación en paneles solares tiene muchas caras, desde la mejora de la eficiencia –uno de los pilares de la investigación en este campo– hasta la cuidada elección del emplazamiento con el fin de aprovechar al máximo las placas, ya sea en edificios o incluso en carreteras. El problema del calentamiento es un inconveniente que en ocasiones frena los desarrollos. Incluso los mejores diseños no impiden que se convierta en energía eléctrica solo una parte de la radiación solar que incide.

Parte de esta radiación pérdida se debe al excesivo calentamiento de las placas solares, que en condiciones normales pueden llegar a los 55 grados. El exceso de calor también provoca que los paneles se deterioren más rápidamente, con lo que es necesario enfriarlos. Hoy por hoy el único método viable –sin que suponga un alto coste– para facilitar esta refrigeración es optimizar la exposición al Sol.

innovación en paneles solares

El equipo de científicos de la Universidad de Stanford, en cambio, ha propuesto una modificación en el diseño de las placas que facilita su auto-enfriamiento. En este caso, la innovación en paneles solares ha pasado por integrar una estructura con diminutas pirámides y conos en una fina capa de cristal de cuarzo. De esta forma, el calor sobrante se refleja como radiación infrarroja hacia la atmósfera.

En las pruebas realizadas, unas placas con un cristal de cuarzo uniforme ofrecían algo de refrigeración pasiva al sistema, mientras que las que tenían cristal sembrado de pirámides y conos podían auto-enfriarse mucho mejor. La absorción de energía en los dos casos era la misma.

Los científicos están preparándose para probar su desarrollo al aire libre y creen que si los progresos continúan su trabajo tiene un gran potencial para dar frutos comerciales. De momento, la investigación es otra más que forma parte de un bullir constante surgido en los últimos años, cuyos resultados están destinados a mejorar sensiblemente las plantas solares.

Imágenes: sakeeb y Lance Cheung

Sobre el autor

RELACIONADOS