El vehículo eléctrico, diseñado para fomentar la sostenibilidad, cada vez se dejan ver más por las calles españolas. Según los datos de ACEA y ANFAC, las asociaciones de fabricantes, hay unos 290.000 eléctricos en nuestras carreteras, cerca del 5% del total. Pero, ¿son muchos? ¿Pocos? ¿Cómo se compara con la situación de nuestros países vecinos?
España, al igual que otros países europeos, ha estado trabajando para adaptarse a esta nueva realidad y promover la adopción de vehículos eléctricos, principalmente, a través de ayudas. El último de ellos, el plan MOVES III.
¿Está España tan mal con respecto a su entorno?
Los datos a priori no engañan. Ese 5% de peso del los coches eléctricos (aunque diversos informes sitúan la horquilla del 3,8% hasta superar ligeramente ese 5) contrasta con la media de la Unión Europea, que supera el 15%.
Noruega, por su parte, lidera la movilidad eléctrica con un impresionante 84% de coches eléctricos en circulación, aunque el caso del país nórdico es realmente peculiar, ya que ha impulsado con fuerza esta adhesión precisamente gracias a fuertes ayudas de su riqueza procedente de recursos fósiles.
El caso de España contrasta más si lo ponemos frente a estados más homólogos. Países vecinos como Portugal han realizado importantes inversiones en infraestructura de carga y promoción de vehículos eléctricos, donde en poco tiempo se ha pasado de una cuota de matriculaciones similar a la de España a rondar ahora el 10% en el país luso.
¿Qué hace entonces España para no acabar de engancharse al ritmo Europeo? La siguiente tabla ofrece un vistazo a las ventas de vehículos puros eléctricos en 2022 y su cuota mundial.
Nº | Países | Ventas de BEV 2022 | Cuota mundial BEV 2022 |
---|---|---|---|
1 | Alemania | 471.394 | 4% |
2 | Francia | 203.122 | 1,9% |
3 | Suecia | 95.035 | 0,9% |
4 | Reino Unido | 91.589 | 0,9% |
5 | Países Bajos | 73.394 | 0,7% |
6 | Italia | 49.179 | 0,4% |
7 | Bélgica | 37.638 | 0,3% |
8 | Austria | 34.179 | 0,3% |
9 | Dinamarca | 30.855 | 0,3% |
10 | España | 30.545 | 0,3% |
11 | Portugal | 17.817 | 0,17% |
12 | Irlanda | 15.678 | 0,15% |
13 | Finlandia | 14.530 | 0,14% |
14 | Rumanía | 11.638 | 0,11% |
15 | Polonia | 11.334 | 0,1% |
16 | República Checa | 3.895 | 0,03% |
La red de carga para el vehículo eléctrico, comprometida
Los datos y los países con mayor presencia se relacionan directamente con el siguiente mapa de TENtec, elaborado por el organismo de movilidad de la Unión Europea y que deja ver a vista de pájaro la presencia de puntos de carga.
La imagen hablar por sí misma, pero haciendo zoom en ella hay más matices que no son del todo buenos. La Comisión dice que España tiene 34.380 puntos públicos de recarga. No obstante, un número indeterminado de ellos no están operativos y tampoco permiten la carga simultánea o la carga rápida. Solo hay unos 2.661 cargadores de entre 50 y 150 kW de potencia.
En total, eliminado todos estos ‘peros’, la patronal de fabricantes (ANFAC) apunta que España cuenta con 18.128 puntos públicos de recarga operativos.
Esta cifra, además, tiene importantes condicionantes, ya que España tiene el compromiso con Bruselas, a través del Plan PRTR (las ayudas pos-COVID) de tener entre 80.000 y 110.000 puntos en 2023. Un año que se está acabando y que requerirá cerrarse con al menos 60.000 puntos de carga más para cumplir.
El 2030 marca un objetivo que se ve lejano
Arturo Pérez de Lucía, director general de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica en España y Portugal (AEDIVE), en una valoración reciente, señalaba que España necesita que haya matriculaciones casi de forma exponencial para cumplir los objetivos que se había propuesto.
“Hay un objetivo en el PNIEC (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima) de matricular 5,5 millones de vehículos eléctricos en 2030 y eso supone tener que matricular del orden de 600.000 vehículos al año en los próximos cursos, cuando estamos en ratios actuales de algo más de 100.000 unidades”, señala.
El PNIEC es una hoja de ruta acordada por el Gobierno cuyo objetivo estrella es reducir en un 23% las emisiones de gases de efecto invernadero, tirando de ello de varios objetivos más, entre los que se sitúa la irrupción del vehículo eléctrico. Algo que, por ahora, no está ocurriendo como vemos al ritmo que se esperaba.
Para Pérez de Lucía, retos hay muchos, pero abogaría por “acometer una reforma fiscal que otorgue señales de precio en la compra de los vehículos, ya que los planes de incentivos actuales en España suponen la necesidad de que el comprador tenga pulmón financiero. También en aspectos como eliminar el hecho de que las ayudas computen como rendimientos del trabajo en la declaración de la renta, tal y como ya se ha hecho con las ayudas a la eficiencia energética en la edificación”, explica.
Además, otro factor que afecta la adopción del coche eléctrico en España es el precio de la recarga. Aunque cargar un coche eléctrico sigue siendo más rentable en términos de consumo de energía en comparación con un vehículo de combustión, el incremento del precio de la recarga en Europa en los últimos años ha generado preocupación entre los usuarios.
La llegada de fábricas de vehículos eléctricos puede ser un pulmón
En los últimos meses, se ha hablado de la posibilidad de la instalación de una nueva factoría de Tesla en la Comunidad Valenciana, lo que se sumaría a los proyectos de una fábrica de baterías de coches eléctricos de Volkswagen en Sagunto o a la reconversión que están afrontando las fábricas del grupo PSA en Vigo o Zaragoza, ya con una importante producción de coches enchufables.
Pérez de Lucía señala esa pata industrial ya presente y futura como buenos mimbres para ser optimista. “El potencial industrial en España, donde fabricamos toda clase de vehículos eléctricos, desarrollamos componentes de automoción para la electrificación, fabricamos puntos de recarga y centros de transformación, tenemos una industria minera potencial enorme, con la segunda mina de litio más importante de Europa, tenemos en desarrollo fábricas para el reciclaje de baterías en Castilla y León y en Navarra y también proyectos de Gigafactorías, además de una industria pionera y madura de baterías de segunda vida”, sostiene.
Pese a esto, muchas de estas iniciativas todavía son solo futuribles. La mina de litio en Extremadura sigue pendiente de trámites burocráticos y se ha enfrentado a potentes críticas medioambientales, mientras que la posible factoría de Tesla es todavía una cuestión más de titulares que de realidad con mucha diferencia.
Pero, por lo menos, España ya empieza a ser un referente también visto desde fuera. Según un estudio de Bloomberg, ya hay 23 países en el mundo, incluida España, donde el crecimiento del coche eléctrico sería ya imparable, gracias a haber alcanzado el umbral crítico del 5% de ventas de coches nuevos que sean 100% eléctricos, considerado por muchos como el inicio de la adopción masiva.