La inteligencia artificial da un paso más, y se lanza ahora al mercado del márketing digital en China, convirtiéndose en la creadora de los nuevos contenidos publicitarios de Alibaba.
La inteligencia artificial no para de ocupar grandes titulares en las secciones de tecnología de los medios de comunicación más relevantes. Lo que esta tecnología está consiguiendo parece no tener fin, y en ese camino el mercado del márketing digital se ha posicionado como su última diana.
20.000 líneas por segundo
20.000 líneas por segundo es la cifra que puede llegar a alcanzar a inteligencia artificial de Alibaba, la empresa de comercio electrónico china, en la redacción de las etiquetas publicitarias de sus productos. Se acabó aquello del bueno, bonito y barato. Esta inteligencia es capaz de desarrollar descripciones automáticas de los elementos en venta de una manera cada vez más humana y atractiva.
El márketing digital se frota ahora las manos con este nuevo redactor inteligente que en cuestión de milésimas de segundo aplica la tecnología deep learning y un procesamiento de lenguaje natural a millones de descripciones de artículos, generando una nueva copia propia.
Una borrosa frontera entre lo humano y la máquina
Esta inteligencia artificial será capaz de producir millones de palabras e imágenes para otras tantas millones de personas que las consumirán a diario. Pero ¿notarán quién las escribe? ¿Se está borrando poco a poco la línea que separa la redacción humana de la de una máquina?
Si bien esta tecnología es perfecta para conseguir más ventas, y por ende más clics, la redacción humana engancha más a un lector apelando, en ocasiones, a mensajes más sentimentales que escapan, al menos por el momento, de la capacidad de escribir de dichas máquinas. Pero para algunos, esta realidad es solo cuestión de tiempo.
Son muchos los que también creen que la personalización en la redacción de los mensajes publicitarios se hará cada vez más concreta y todo bajo el paraguas de la inteligencia artificial. ¿Nos dirigimos a este punto? ¿Llegará la inteligencia artificial a conocer nuestros gustos y preferencias tan bien como nuestra familia y amigos? Quién sabe…