Hoy, la tecnología del Internet de las Cosas (IoT) es cotidiana. Nos permite operar algunas funciones de un hogar inteligente y también ayuda a que negocios en distintos sectores operen de forma eficiente y precisa, como es el caso de cultivos agrícolas o fábricas manufactureras. Asimismo, hay numerosas aplicaciones del IoT, como, por ejemplo, la exploración submarina. A continuación, te contamos sobre el estado actual del IoUT, o Internet de las Cosas Submarino.
El ABC del IoUT
En esencia, se trata de una red de objetos submarinos inteligentes interconectados. El desarrollo de esta tecnología es importante, ya que una gran parte de la superficie terrestre está cubierta por océanos. Se estima que es el 70% y que la gran mayoría nunca ha sido mapeada o siquiera explorada. En este sentido, el IoUT podría potenciar increíblemente la comunicación a lo largo y ancho de los océanos.
Los expertos calculan que los avances en IoUT pueden transformar distintos sectores:
- Sistemas de bioseguridad.
- Monitoreo de flora y animales marinos.
- Monitoreo ambiental de calidad del agua, contaminación, y presión y temperatura del agua.
- Exploración off-shore.
- Exploración de lecho marino.
- Navegación asistida.
- Localización en aguas oceánicas.
- Prevención y análisis de desastres naturales.
- Sistemas de defensa militar.
Retos actuales de los sistemas IoUT
El entorno acuático plantea desafíos específicos para el funcionamiento y aprovechamiento de tecnología submarina conectada. Los aspectos más problemáticos en el área incluyen un medio de transmisión poco confiable, señales de radio inestables, rango limitado de los dispositivos, anchos de banda reducidos, tasas de transmisión y velocidad de propagación bajas, y capacidad de batería limitada.
Estas dificultades, a su vez, pueden causar problemas en:
- Modelado de canales.
- Enrutamiento óptimo.
- Seguridad y privacidad de las comunicaciones.
- Control de congestión.
- Consumo de energía.
Superar estos retos es clave. Por ello, existen proyectos de investigación para mejorar esta tecnología, como TEUTA (Technology Enabler for Internet of Underwater Things Applications). Asimismo, esta es una iniciativa financiada con fondos europeos que benefició a una pyme croata de tecnología comunicacional submarina.
TEUTA y sus aplicaciones
El proyecto TEUTA se realizó entre octubre de 2020 y marzo de 2022. En esencia, ayudó a la compañía croata H20 Robotics a desarrollar y comercializar tecnología submarina conectada. Consiste en dispositivos acústicos ligeros de bajo costo y plataformas robóticas para crear redes inalámbricas bajo las aguas del océano.
El progreso de TEUTA fue crear tecnología acústica que imita la forma en la que ballenas y delfines se comunican. Así, es posible evadir los problemas de transmisión que experimentan los dispositivos que usan ondas radiales o de comunicación óptica. Y es que este tipo de tecnología tiene dificultades para viajar largas distancias bajo el agua, ya que depende de las condiciones de esta.
Entonces, artículos como sensores, herramientas de medición y detección o cámaras submarinas pueden recolectar información y enviarla a una boya en la superficie. Asimismo, esta la remite inalámbricamente a la base de operación a través de la nube.
Aplicaciones potenciales
Los desarrollos del proyecto pueden implementarse en diversos campos. Por ejemplo, un equipo científico puede encender un dispositivo submarino de medición de la calidad del agua desde su laboratorio. Igualmente, un trabajador de una construcción de infraestructura submarina podría comunicarse con su supervisor en tierra o en la superficie.
De hecho, esta aplicación ya está siendo empleada en otro proyecto apoyado por la Unión Europea. Se trata de TECTONIC, que busca mejorar la documentación y protección de sitios de patrimonio cultural bajo el agua. Hoy, las locaciones piloto para esta utilización son el área marina protegida de Capo Rizzuto en Italia, el puerto de Egina en Grecia y un naufragio en el estuario argentino de Deseado.
Otras formas de IoUT
Existen otras vertientes de este tipo de tecnología. Por ejemplo, el grupo Signal Kinetics del MIT Media Lab ha desarrollado tecnología que crea redes mediante retrodispersión bajo la superficie. Además, este diseño potencia el rango de comunicación y permite escalar la retrodispersión submarina a múltiples nodos.
La tecnología del MIT tiene diversas aplicaciones. Este es el caso de un GPS submarino, un sistema de comunicación directo entre submarinos y aviones, y una cámara inalámbrica que opera sin baterías bajo el agua. Esta última invención no sólo es conveniente, sino sostenible, por ejemplo.
Así, la conectividad del futuro cercano no tendrá que detenerse a la orilla de los océanos del mundo. En conclusión, el IoUT abre las puertas a una conexión sin límites.
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