blockchain e IoT

La intersección entre blockchain y el IoT

El interés que suscitan las tecnologías de registro distribuido (Distributed Ledger Technology o DLT) conduce a un pensamiento generalizado: serán parte del futuro de Internet. Una parte importante, si se atiende a los especialistas de la comunidad cripto. Una de las áreas donde este tipo de proyectos pueden tener un gran impacto es Internet de las cosas. Ya se anticipa un futuro brillante para la combinación de blockchain e IoT. Aunque también hay escollos en el camino, pues aún no hay desarrollos maduros en este ámbito.

Los dispositivos de Internet de las cosas servirán para hacer más eficientes lugares como fábricas, almacenes, zonas públicas urbanas o plantaciones agrícolas. Y blockchain tiene la capacidad de apoyar estos proyectos, con el fin de incrementar las automatizaciones y asegurar la integridad de la información.

El crecimiento de IoT en los próximos años se prevé de gran magnitud. Un estudio de Fortune Business Insights calculaba el valor del mercado en el año 2020 en 308.970 millones de dólares. Y estima que en 2028 se alcanzará la cifra de 1,85 billones de dólares en volumen. Esto indica que el crecimiento será enorme. Ante una perspectiva de este tipo se presentan retos de escalabilidad y de seguridad (un problema recurrente en Internet de las cosas).

La combinación de blockchain e IoT puede ayudar a solventar estas cuestiones. “Blockchain y, en general, las tecnologías de registro distribuido pueden tener sentido para llevar a cabo la recolección de información sobre el funcionamiento de los dispositivos IoT. Esto ayudaría a sistematizar procesos y procedimientos tanto de auditoría como de análisis forense”, indica David Arroyo, investigador de CSIC especializado en seguridad de la información y datos.

La utilidad de la suma blockchain e IoT

En fábricas, almacenes, en la cadena logística, pero también en agricultura de precisión o en las smart cities, la unión de estas dos tecnologías puede traer beneficios. Entre ellos se encuentran una capa criptográfica que permite grabar información de forma descentralizada, la capacidad de usar la blockchain para alcanzar mayor transparencia en la gestión (esta transparencia es máxima en blockchain públicas, y disminuye a medida que se restringe el número de actores que pueden escribir y leer una blockchain), y la dificultad para modificar unilateralmente los datos del registro.

Otra de las ventajas es la automatización de procesos. “En muchos de los escenarios IoT, existe un volumen elevado de información y conviene contar con mecanismos automáticos que puedan responder a eventos registrados mediante los sensores IoT sin intervención humana”, apunta Arroyo. “Los smart contracts son programas almacenados en una blockchain que se ejecutan una vez se dan una serie de condiciones o eventos. La blockchain impide, a priori, que el código sea manipulado”.

Con la tecnología blockchain se pueden poner en marcha transacciones de información y coordinar un enorme número de dispositivos interconectados. La descentralización de la tecnología puede eliminar costes en la gestión de la red IoT. Aunque Arroyo puntualiza que “debe existir la capacidad de almacenar y proteger la información para que se mantenga la cadena de custodia de cualquier evidencia que pudiera ayudar a identificar problemas o ataques en el sistema IoT”.

Proyectos IoT basados en bockchain

Blockchain 5g

En este momento existen muchos proyectos de blockchain e IoT. Se ensayan en los sectores donde ya se emplea Internet de las cosas. “Un grueso significativo de las propuestas se dan en agricultura de precisión y la gestión energética”, cuenta el investigador del CSIC. “Pero con la irrupción del 5G cada vez irá cobrando más importancia el desarrollo de protocolos para la negociación de cuotas de red como mecanismo para gestionar distintas calidades de servicio”.

IBM tiene una de las plataformas comerciales más destacadas que combina ambas tecnologías. Con la inteligencia artificial de Watson, la compañía ofrece productos para el transporte de mercancías, la aeronáutica o el mantenimiento de maquinaria, desde equipos industriales a ascensores. En el caso del transporte, ciertas mercancías deben viajar a una determinada temperatura. Y blockchain se asegura de que los registros detectados por los dispositivos IoT de medición son íntegros. Ningún actor puede manipular el proceso, pues la medición se almacena en el registro descentralizado.

En España, la empresa de sensores y dispositivos IoT Libelium, tiene sus propios proyectos. En una granja en la ciudad de Aexandria, en el sur de Rumania, han trabajado en una iniciativa para reducir las emisiones de metano del ganado vacuno. Se han instalado dos estaciones para monitorizar la variación de gases en 1.200 cabezas de ganado. Los sensores cargan información única de cada animal en el registro de a blockchain. El objetivo es que los clientes sepan de forma fiable qué prima van a pagar por las emisiones de los gases.

También existen diferentes proyectos orientados a combinar blockchain e IoT que cuentan con el apoyo de sus propias criptomonedas. Es el caso de IOTA, pensada para permitir el intercambio de información entre dispositivos IoT de forma segura, o IoTeX, diseñado para formar un ecosistema abierto que facilite la interacción entre personas y las comunicaciones M2M (machine to machine).

Parte de la industria 4.0

blockchain industria 4.0
Fuente: Brand Factory Telefónica

El uso de blockchain puede ser una de las múltiples patas de la industria 4.0. La tecnología ofrece una capacidad de automatizar ciertos procesos y confianza en los datos del registro para todos los actores implicados.

“Los denominados smart contracts permitirían la interacción automática sin intervención humana entre dispositivos, agilizando el despliegue de protocolos M2M. Este tipo de protocolos son nucleares para la industria 4.0”, comenta Arroyo. “En el nuevo contexto arropado por 5G/6G y WiFi 6 se tenderá a realizar cada vez más cálculo en el extremo (edge computing). La verificación de la computación en puntos finales es crítica para garantizar una adecuada gestión de la confianza, la seguridad y la privacidad en entornos expansivos”.

Por ahora se trabaja desde una perspectiva de investigación y ensayo, aunque con la vista puesta en soluciones aplicables. “Se están llevando a cabo grandes avances para conectar de forma adecuada procedimientos de gobernanza social y corporativa con la gobernanza algorítmica que proporciona blockchain y DLT. Pero todavía queda mucho camino por recorrer”, expone el investigador del CSIC.

Precauciones a la hora de adoptar la tecnología

A día de hoy blockchain es una tecnología en construcción. Esto quiere decir que no está suficientemente madura. Por ejemplo, sus mecanismos de cifrado garantizan que la información escrita en la red no se puede modificar. Pero esto no es una garantía absoluta. “Blockchain garantiza la integridad de la información. Sin embargo, la preservación de la integridad de la información no garantiza su veracidad”, puntualiza Arroyo.

El investigador del CSIC desarrolla su argumento: “Los smart contracts son programas software que sufren ataques similares a cualquier otro programa, con el problema añadido de que ese programa está almacenado en un medio inmutable que se ejecuta de forma automática”. Y persiste en que el conjunto de condiciones a satisfacer para ejecutar un smart contract pueden corresponder a acciones fraudulentas por parte de un actor malintencionado. “Todavía no está resuelto el problema asociado a garantizar la fiabilidad de la información almacenada en una blockchain”, sostiene. Son escollos relativos a un sector que aún está en una fase de despegue.

Como también lo es la falta de talento. “Uno de los principales problemas que tenemos es que no contamos con un volumen suficiente de profesionales con la cualificación adecuada para impulsar el desarrollo de tecnologías para la descentralización de la confianza y para efectuar el análisis y auditoría de seguridad en igualdad de condiciones que los sistemas convencionales de información”, señala Arroyo en referencia al estándar ISO 27001, que ofrece garantías de confidencialidad e integridad de la información y de los sistemas que la procesan.

Sobre el autor

RELACIONADOS