Las mujeres criptoanalistas que ayudaron a ganar la guerra

Bletchley Park fue el enclave donde se reunieron los mejores para descifrar código durante la IIGM. La mansión victoriana contaba con más de 6.000 mujeres entre sus filas, y hoy recordamos nombres como Joan Clarke Murray, Margaret Rock o Mavis Lever Batey.

Los peores momentos para la sociedad son, a su vez, episodios para contribuir a los avances científicos y tecnológicos. Principalmente en las contiendas bélicas que tuvieron lugar el pasado siglo. La II Guerra Mundial vio nacer los primeros sistemas de computación digital como el Harvard Mark I (1944), o el Z3 (1941). De hecho, muchos científicos tuvieron su época de esplendor en estos años.

De aquellos días, uno de los más conocidos fue Alan Turing, principal responsable de descifrar el código enigma usado por los alemanes durante la II Guerra Mundial.

De hecho, esta innovación llegó a ser tan importante que, para 1943, era capaz de descifrar unos 84.000 mensajes al mes. Todo ello posibilitó acortar la batalla en casi dos años.

Turing fue uno de los especialistas que albergó Bletchley Park durante los años de guerra. Considerado uno de los enclaves estratégicos de la guerra y centro de innovación. Y es que, esta mansión victoriana, situada a unos 80 kilómetros de Londres, reunió a los mejores tecnólogos, físicos y especialistas del campo. Un proyecto de la Escuela Gubernamental de Codificación y Cifrado (GCCS, por sus siglas en inglés). Para 1945, había 9.000 trabajadores en Bletchley Park, de los cuales más de 6.600 eran mujeres, aproximadamente el 75% de la plantilla. De hecho, este lugar no habría funcionado sin su ayuda. Ellas eran las encargadas de manejar máquinas como teletipos, máquinas de cifrado o la famosa Colossus.

Entre todas ellas fueron tres las que destacaron: Joan Clarke Murray, Margaret Rock y Mavis Lever Batey, criptoanalistas y también quienes idearon técnicas para descifrar códigos.

Las mujeres no podían ser criptoanalistas

Joan Clarke Murray fue una británica que llegó a trabajar mano a mano con Alan Turing en su gran invención del código Enigma. Durante sus inicios, obtuvo una beca para estudiar en Newnham College de Cambridge, concluyendo todos sus estudios con honores en 1940. Aunque no fue hasta 1948 cuando le otorgaron el título, pues en aquella época no se concedía licenciaturas a las mujeres.

En julio de 1940 llegó a Bletchley Park gracias a uno de sus profesores, matemático y reclutador de la GCCS, Gordon Welchman. Murray consiguió llamar su atención por su brillante expediente. En un primer momento, se dedicaba a realizar trabajos de oficina, aunque pronto fue trasladada a la zona de desencriptado. En concreto, a la cabaña 8, donde estaba el equipo liderado por Alan Turing.

Sin embargo, en aquella época, las mujeres no podían ser criptoanalistas, por lo que tuvo que ser calificada como lingüista. Una de sus anécdotas más famosas era que cuando rellenaba formularios contaba que tenía que escribir: “grado: lingüista, idiomas: ninguno”.

Con este hecho consiguió ser la única mujer en trabajar en el centro neurálgico para descifrar código. Entre sus logros, Joan Murray consiguió descifrar los códigos de los submarinos alemanes. Un hecho muy importante debido a que fue una de las armas más destructivas para los aliados. Todo ello descifrando, en tiempo real, uno de los trabajos más complicados.

Tras la guerra, Murray continuó trabajando en el GCCS, ahora bajo el nombre de Government Communication Headquarters, hasta su jubilación en 1977. Aunque no se conoce el alcance total de su trabajo, finalmente su labor fue reconocida en 1947 como Miembro del Imperio Británico (MBE).

Bletchley Park

Una de las pocas matemáticas en Bletchley Park

Margaret Rock es considerada una de las pocas matemáticas que trabajó en Bletchley Park. Llegó a la mansión en 1939 de la mano de Dillwyn Knox, uno de los descifradores del código Enigma y jefe del Servicio de Inteligencia en Escuela Gubernamental de Codificación y Cifrado (GCCS). Tanta era la impresión de Knox por Rock que llegó a decir de ella que era la 4º o 5º mejor de todo el personal.

Hoy en día, todavía no se conocen los logros concretos de Margaret Rock en Bletchley Park. Su trabajo fue clasificado por la Ley de Secretos Oficiales de 1939 del Reino Unido.

Al igual que su compañera Joan Clarke Murray, Rock fue nombrada Miembro del Imperio Británico (MBE) en 1945. Mientras, continuó trabajando para el Government Communication Headquarters hasta 1963.

mujeres

La gran actuación en el Desembarco de Normandía

Mavis Lever Batey trabajó junto con Margaret Rock. La mujer, de nacionalidad británica, llegó a Bletchley Park con apenas 19 años, en 1940, considerada como una de las descifradoras de códigos más importantes del momento. Comenzó a trabajar en la sección de investigación, también bajo las directrices de Dillwyn Knox.

Batey tenía un buen nivel de alemán, lo que le permitió colaborar en un primer momento con el Ministerio de Guerra. Allí llevó a cabo trabajos contra el enemigo, como poner en una lista negra a las personas que trataban con Alemania. Sin embargo, fue después de esta etapa cuando comenzó a trabajar para Bletchley Park.

Uno de sus primeros logros fue cuando Mavis descifró una serie de mensajes de la marina italiana. Su intención era tender una emboscada a un convoy de suministros aliados, pero el descubrimiento de Mavis permitió aventajarse a los británicos que tuvieron un gran éxito en esa batalla.

También participó de manera crucial en el Desembarco de Normandía el Día D, el 6 de junio de 1944. Su equipo consiguió que los alemanes creyeran todas las informaciones de los espías falsos que habían sido capturados, gracias a la ruptura del Abwehr Enigma. De esta forma, convencieron al ejército germano de que el desembarco de las fuerzas aliadas se realizaría por el Paso a Calais consiguiendo así el éxito de la misión.

Como anécdota, ella misma aconsejó a Kate Winslet sobre cómo era ser una mujer criptoanalista en aquella época para la película Enigma.

Joan Clarke Murray, Margaret Rock y Mavis Lever Batey, tres mujeres que formaron parte de una de las épocas más dramáticas e importantes de la historia, son algunas de las grandes olvidadas de Bletchley Park, a pesar de que su labor como criptoanalistas abriera el camino de la mujer en el campo de la computación.

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