La inclusión es un tema que actualmente está en continuo debate. Gran parte de la sociedad (mujeres, hombres y el colectivo LGTBIQ) lucha cada día para que se adopte el lenguaje inclusivo.
El lenguaje es trascendental tanto al hablar como al escribir. Teniendo esto en cuenta, se ha dicho que lo que no se nombra no existe. Por ejemplo, cuando dices o escribes “todos” y supones que esa palabra también se refiere a las mujeres. Pero esto no necesariamente es así, y por eso se deben intervenir los patrones comunicativos.
Hoy en día, es cada vez más normal -en todo tipo de eventos lo puedes ver- que hombres y mujeres se dirijan a los demás con la expresión “todes”, pues así están incluyendo a hombres, mujeres y otras personas que no se identifican con ninguno de estos dos géneros.
Para aclarar mejor todo, te contaremos qué es el lenguaje inclusivo y por qué es importante enseñarlo a niñas y niños.
¿Qué es el lenguaje inclusivo?
Según las Naciones Unidas, el lenguaje inclusivo es la manera en que nos expresamos, vía oral o escrita, sin discriminar a un sexo, género social o identidad de género. Además, se busca hacerlo sin perpetuar estereotipos de género.
Importancia en la escuela
La enseñanza del lenguaje inclusivo es trascendental desde la escuela. En el futuro no solo será clave la innovación en educación mediante la tecnología (medios, canales), también será relevante lo que se enseñe (contenidos).
Piensa que cuando los niños y las niñas conocen todo sobre la diversidad de géneros pueden asimilarlo y adoptar actitudes culturales y sociales de respeto. Así aprenderán a relacionarse y a entender a los demás en una sana convivencia.
La postura de la RAE
Aunque la Real Academia Española ha puesto muchas limitaciones al uso de este lenguaje, la sociedad y muchos movimientos en particular continúan reivindicándolo. Esta parece ser una exigencia del mundo actual, ya que se desea una evolución en pro de una sociedad más justa para sus habitantes.
Aunque, la RAE dice que por cuestiones de economía del lenguaje no siempre resulta eficaz. Es decir, que puede volverse el discurso largo o repetitivo. Sin embargo, también es un asunto de familiaridad. Para ello te mostraremos unos breves consejos sobre el lenguaje inclusivo.
1. Desmonta estereotipos con el lenguaje inclusivo
Este es un consejo muy relevante, porque desliga a la mujer de ciertos oficios que la sociedad siempre ha visto como típicos de ella. Por ejemplo, refiérete al “personal de limpieza” en vez de a “la mujer de la limpieza”.
Respecto a evitar expresiones que perpetúan estereotipos de género, Naciones Unidas recomienda evitar expresiones del tipo:
- “Lo invitamos a acudir con su esposa al acto”. En su lugar aconseja usar: “Le invitamos a acudir con su pareja al acto”.
- “Los hombres ayudan en la casa”. En su lugar: “Los hombres hacen tareas domésticas”.
2. Utiliza pronombres neutros
Es muy útil usar pronombres neutros, ya que evitas referirte solo al hombre. Por ejemplo, escribe “a quien pueda interesar” en vez de “al interesado”.
3. Evita mostrar a la mujer como apéndice del hombre
Si la sociedad quiere hacer real una igualdad entre hombres y mujeres, lo justo es que no se trate a la mujer como apéndice del hombre. Para ello, uno de los ejemplos prácticos es que, en lugar de decir “los migrantes y sus familias”, se haga referencia a “la población migrante”.
4. Visibiliza el género cuando sea necesario
Es necesario en muchas ocasiones usar pares de masculino y femenino, si así lo requiere la situación comunicativa. No obstante, siempre será regla no abusar de ello para no crear incoherencias o dificultar la lectura.
Estos son algunos ejemplos sobre cómo puedes hacerlo:
- Los niños y las niñas deben asistir con sus padres a la primera clase.
- El tribunal está integrado por jueces y juezas.
- Las personas candidatas al Senado.
5. Estrategias tipográficas
Las barras o paréntesis son muy útiles para explicitar cargos sin necesidad de mencionar a las personas. Por ejemplo:
- El/La director/a.
6. El lenguaje inclusivo también permite emplear formas femeninas
Hoy en día, muchas personas usan correctamente las formas femeninas de los cargos, aunque algunas sean poco conocidas. Ejemplos: jefa, auditora, jueza, bombera, médica. Y una forma no muy común, pero que la RAE ya aceptó, fue el femenino de piloto: la pilota.
Por último, puedes tomar nota de estos consejos generales que ha publicado el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados:
- Usa “las personas jóvenes” en vez de “los jóvenes”.
- “Las personas trabajadoras” en lugar de “los trabajadores”.
- “El alumnado” en lugar de “los alumnos”.
- “El equipo” en lugar de “los trabajadores”.
Como ves, usar el lenguaje inclusivo es sencillo. Estos pequeños ajustes son pasos importantes para conseguir una sociedad más equitativa. Súmate al cambio, construyamos un mundo mejor visibilizando, reconociendo y dándoles el lugar que se merecen en la sociedad a las mujeres y todos los géneros.