Después de revolucionar el mundo de la fotografía y el cine, los drones también podrían ser disruptivos en el mercado de la energía eólica.
Los drones llegaron para quedarse, pero no para quedarse quietos en una zona de confort. Su uso para cinematografía o pastoreo sigue creciendo y permitiendo llevar a cabo tareas impensables hace 10 años, pero la cosa no va a quedar ahí. Aunque la tecnología está en sus comienzos, los drones se están empleando también para transformar la fuerza del viento en energía eólica.
El funcionamiento es «sencillo», los drones se mantienen en el aire atados a una cuerda procedente de turbinas de las que tiran en el momento en que el viento empuja, para así generar electricidad. Frente a la energía eólica tradicional, el uso masivo de la energía aerotransportada (que es como se conoce a lo que nace de este área) resultaría más barato gracias al uso de materiales más económicos y en general, instalados en menor cantidad.
La idea es que estos drones puedan colocarse en mares donde hay una cantidad de viento considerable, de manera que, aunque su mantenimiento e instalación resulten poco económicos, la electricidad generada supere con creces la inversión a largo. Además, los drones pueden volar a alturas mucho más elevadas que la distancia al suelo de los molinos clásicos, donde también se consiguen vientos con muchas más fuerza y, sobre todo, más frecuentes.
Esto último se mide con el coeficiente de capacidad. Los parques eólicos conseiguen menos del 50% de capacidad mientras que en los ensayos de EON, la compañía que más está invirtiendo en estos drones, la cifra es del 70%. Para realizar mejores pruebas, EON trabajará con Ampyx Power, y construirá un lugar dedicado al noroeste de Irlanda. Allí Ampyx mejorará su dispositivo actual, con vistas a comenzar las pruebas durante 2018.
Como decíamos al principio, al estar poco desarrollada la tecnología, aún habrá que esperar para verla produciendo pero, de alguna manera, es una manera de hacer real aquel mensaje incomprendido de hace unos años que rezaba «los drones son el futuro».
