Hoy en día WiFi es sinónimo de Internet. Prácticamente cualquier aparato que tengas en casa está conectado a la red mediante conexión inalámbrica. Así evitas llenar tu hogar de cables y puedes moverte con libertad. Pero la señal WiFi no es perfecta. En especial si tiene objetos, paredes y otros elemento de por medio que interfieren en la potencia o calidad de la señal.
A lo largo de los años, el estándar WiFi ha mejorado mucho. Los dispositivos actuales ofrecen resultados mejores que los más antiguos. Es decir. Más velocidad en la transferencia de los datos, más dispositivos conectados a la vez, menos cortes, más distancia entre tu router y el dispositivo conectado… Pero, en ocasiones, nada de esto evita que la señal WiFi se pierda o sea muy débil en determinada estancia de tu vivienda habitual, perjudicando a actividades como el gaming.
Una de las causas de que la señal WiFi no llegue correctamente o por igual a todos los rincones de tu casa tiene que ver con las interferencias que ocasionan determinados materiales. Algunos son inevitables, porque llevan ahí desde que se construyó tu casa o el edificio donde vives. Otros se han ido incorporando a medida que amueblabas tu hogar y colocabas muebles, electrodomésticos y otros elementos.
Esto no significa que debas vivir en un lugar sin paredes o sentarte en el suelo por carecer de silla, sillones y mesas. Pero te puede dar alguna pista de por qué no logras alcanzar el 100% de la cobertura WiFi disponible. Por suerte, hay muchas soluciones para resolver tus problemas con el WiFi, tengas o no interferencias en la señal.
Materiales de construcción que afectan la señal WiFi
Primera mala noticia. Tu vivienda en sí misma interfiere en la señal WiFi. Esto no significa que no vayas a recibir señal del exterior. Solo tienes que buscar puntos WiFi alrededor para ver que además de tu propio router, aparecen las conexiones de tus vecinos. Es decir, que el WiFi se abre camino a pesar de las interferencias. Pero ahí están.
Materiales como el cemento, los ladrillos o el mármol pueden afectar a la calidad de la conexión inalámbrica. Ante esto, poco podemos hacer. Cemento y ladrillos son materiales imprescindibles para construir viviendas. Es más. Puede que ni siquiera te enteres de estas interferencias si te conectas a tu router sin cables desde poca distancia. Lo que sí que notarás que la conexión más rápida no llega a donde estás y que deberás conectarte a la otra, con más alcance pero algo menos de velocidad.
Como curiosidad, hay materiales de construcción que afectan más a la señal WiFi que otros. El que menos interfiere es la madera. Aunque hay quien recomienda evitar que el router esté rodeado de muebles de madera, no es la peor ubicación ni de lejos. El cristal o vidrio es el segundo elemento que puede interferir en menor medida. Así que los peor parados son ladrillo y hormigón. Y, por último, tenemos el pladur, el material menos amigable con el WiFi y que puede dar más problemas.
Electrodomésticos y otros elementos
Televisores antiguos, neveras, frigoríficos y hornos microondas son algunos de los electrodomésticos que pueden interferir en la señal WiFi. Vamos, que la cocina es mal lugar para conectarse a Internet sin cables. Tú mismo habrás podido comprobar que si entre tu router y tu habitación está la cocina o alguno de estos dispositivos, la conexión WiFi será mucho más débil. En ocasiones, no queda otra que colocar repetidores o amplificadores de señal.
Los espejos suelen aparecer también en las listas de enemigos del WiFi. Al parecer, además de reflejar la luz también hacen lo propio con las ondas electromagnéticas. Y esto afecta también a la señal WiFi. Aunque hay espejos diseñados específicamente para este tipo de tareas, los espejos domésticos también afectan, aunque en menor grado, la cobertura inalámbrica.
Las aglomeraciones de personas es otro elemento que afecta a la señal WiFi. Pero salvo que montes una fiesta en casa, por regla general, este no debería ser un problema habitual para recibir todo el ancho de banda disponible en tu hogar. Aunque sí puede serlo en oficinas o lugares públicos. De ahí la necesidad de colocar repetidores en zonas estratégicas. Y con todo, las velocidades disponibles no suelen ser comparables.
