Mercedes Fernández: “El objetivo de la conducción asistida es mejorar la seguridad y proteger al peatón”

Mercedes Fernández, Gerente de Innovación en Telefónica España, analiza las claves del coche conectado y su relación con las smart cities. Estos nuevos vehículos, apoyados en Edge Computing y 5G, conseguirán una seguridad sin precedentes.

Ecosistemas inteligentes e hiperconectados. La llegada del 5G, gracias a sus capacidades de latencia ultrabaja y velocidad de conexión, supondrá una auténtica revolución en nuestra sociedad. La quinta generación de conexión móvil será esencial para el crecimiento de las smart cities, urbes en las que el coche conectado será un sensor más.

Mercedes Fernández, gerente de Innovación en Telefónica España, conoce de primera mano las últimas novedades del coche conectado. Además, está involucrada en el innovador proyecto Ciudades Tecnológicas 5G que realiza Telefónica en diferentes puntos de España. En Segovia, Talavera de la Reina y recientemente también en Barcelona ya hemos tenido ocasión de presenciar lo que puede hacer el coche conectado. Mercedes nos lo cuenta en BlogThinkBig.com

¿Cómo va a cambiar la sociedad con la llegada del 5G?

La llegada del 5G nos va a habilitar muchísimos servicios que antes no podíamos realizar por el tipo de conectividad que requieren. Vemos novedades en muchos campos, por ejemplo, en industria o en salud, donde se van a poder realizar operaciones remotas o telediagnósticos en tiempo real con imágenes de alta calidad. También en ámbitos como el turismo, donde vemos la irrupción de la realidad virtual, es decir, imágenes en 360 grados que nos van a permitir vivir experiencias nuevas y muy diferentes; o de la realidad aumentada.

Hemos visto que el 5G no supone simplemente un cambio generacional de conexión, es un salto más grande. ¿Cuáles son sus puntos fuertes? ¿Qué capacidades son realmente revolucionarias?

El 5G nos trae unas capacidades técnicas que son diferentes a las anteriores generaciones. Grandes anchos de banda, que permiten bajarnos los contenidos más rápido o verlos en tiempo real. Además, tendremos otras capacidades, como el ancho de banda de subida, que va a permitir, por ejemplo, recoger imágenes en un estadio en pleno partido fútbol, tal y como Telefónica ha mostrado en MWC19 con el Camp Nou. Dentro del estadio del FC Barcelona hemos puesto cobertura 5G y cámaras 360 grados que mandan streaming de vídeo de alta calidad hacia unas gafas de realidad virtual que tendrían los aficionados en sus hogares. Gracias a esto, puedes ver el partido casi como si estuvieras en el estadio y, además, desde diferentes puntos de vista de privilegiados, como el asiento del presidente o al lado de una portería.

Otra característica fundamental es la latencia, el retardo de la red, que se va a disminuir mucho. Por ejemplo, uno de los servicios donde afecta considerablemente es en el Gaming. Vamos hacia el Cloud Gaming, donde ya no hace falta la plataforma física, es decir, la consola que tenemos en casa, porque la baja latencia de la red nos permite tener muchas capacidades en el borde de la red, en la cloud. Esto hará que la red nos responda de manera inmediata, algo que es muy importante para los jugadores de videojuegos.

¿Qué es un coche conectado? ¿En qué se diferencia de un coche autónomo?

En Telefónica estamos trabajando muchísimo en el coche conectado y, en colaboración con SEAT, estamos siendo pioneros en materia de conducción asistida. Un coche conectado es un vehículo en el que el conductor, además de lo que puede ver y oír, recibe ayuda a través de otras capacidades y avisos. Nosotros estamos trabajando en lo que se llama conducción asistida, que consiste en el desarrollo de sistemas de alertas e información que hacen que el conductor, aunque no vea lo que está ocurriendo en la carretera, pueda saberlo porque le avisa el vehículo.

Este vehículo está conectado con la ciudad y con otros vehículos. En MWC19 hemos mostrado con un SEAT Ateca, al que hemos equipado con un módem especial, varios casos de uso de coche conectado o conducción asistida. También hemos conectado un semáforo, una bicicleta y otros vehículos. Esto hace que, por ejemplo, si el conductor gira a la derecha, pueda saber que existe un peatón cruzando, aunque no le haya visto. Una vez el vehículo manda el aviso de que se encuentra un peatón cruzando, es el conductor quien decide cómo reaccionar.

Otro ejemplo es poder saber que hay un coche parado con las luces de emergencia, un obstáculo en la carretera, y recibir un aviso. Esto resulta clave para momentos en los que el conductor no ve el obstáculo, por ejemplo, porque tiene un camión delante. El conductor también sabrá que viene un ciclista por su lado para que tenga precaución y le deje espacio.

Estas capacidades de asistencia a la conducción son importantes, tanto cuando hay conductor como cuando no lo hay, es decir, para el coche autónomo. El coche autónomo se desarrolla en paralelo, y es que, realmente este tipo de vehículos tiene que ser capaz de conducirse solamente con los elementos que lleva equipados. Los sensores y cámaras que incorpora son los que le proporcionan toda la información, pero la asistencia al conductor también es muy útil para el coche autónomo, porque le ofrece datos que no capta con sus equipos.

¿Cómo funciona el coche conectado? ¿Qué importancia tiene el Edge Computing?

Para el coche conectado estamos utilizando dos capacidades de la red, una es el nuevo protocolo de tecnología C-V2X (Cellular Vehicle to Everything), que es un protocolo de la red móvil 5G especializado en conexiones vehiculares; y la otra es el Edge Computing con la que estamos bajando la latencia. Adicionalmente, estamos integrando una unidad de transmisión (Transmission Control Unit) dentro del vehículo, con una tarjeta SIM para conectarse a nuestra red.

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Mercedes Fernández en la entrevista con BlogThinkBig

Gracias al Edge Computing, podemos ofrecer capacidades de computación al borde de la red, es decir, muy cerca de donde las vas a consumir. Con Edge Computing podemos trabajar en una zona con los datos de esa misma zona. Además, esta capacidad nos aporta un tiempo de respuesta muy bajo. Esto es importante porque los coches y la ciudad van a generar millones de datos. Por ejemplo, los datos que se generan en una calle de Barcelona no le interesan ni a Madrid, ni incluso tampoco a la calle de al lado y hay que analizarlos y enviarlos en tiempo real.

Un ejemplo claro de esto es cuando un semáforo, paso de peatones, vehículo o bicicleta, están enviando información a la red. Con Edge Computing llevamos la computación donde se va a consumir para dar un tiempo muy bajo de retardo, del orden de milesegundos. Se analizan los datos y se distribuyen los que son interesantes para ese momento del tráfico.

El coche conectado será un sensor más de la ciudad, pero no de una como conocemos ahora, sino de una ciudad inteligente. ¿Qué relación tiene el coche conectado con una smart city?

Para que todo funcione debe crearse un gran ecosistema y, dentro de ese ecosistema, tiene que darse la sensorarización de la ciudad o smart city. Es necesario conseguir que se colabore entre ayuntamientos, fabricantes de vehículos y operadores de comunicaciones para que esto sea una realidad.

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Mercedes Fernández en la entrevista con BlogThinkBig

Los coches han de ir equipados con un sistema de comunicaciones, pero las ciudades tienen que sensorizarse. Por ejemplo, para saber si hay un peatón cruzando. Nosotros hemos puesto cámaras térmicas en los semáforos apuntando hacia el paso de peatones. Existen otras opciones para obtener esta información, pero habrá que sensorizar otros elementos de la ciudad, que son los que van a estar enviando datos a la red y ésta analizando y redistribuyendo a aquellos vehículos que se encuentran en la zona. Por ejemplo, en el demostrador que presentamos en MWC19 de Barcelona, además del sensor en el semáforo había una bicicleta que le estaba diciendo en esta red constantemente: “Soy una bicicleta, y estoy en este punto”.

La red agrega todos los datos e informa a los vehículos que se encuentran en esa zona de que existe esa bicicleta y que se encuentra en esa posición. Luego es el propio vehículo que maneja otros datos (como la velocidad a la que circula) quien decide si informa al conductor de ese hecho. Por ejemplo, si la bicicleta está hacia la derecha y el conductor circula hacia a la izquierda, el sistema detecta que no se van a encontrar y no ofrece la información. Hay que considerar que, si se informa de todo, podemos desbordar al conductor de avisos.

¿Qué nos puedes explicar del proyecto ciudades tecnológicas de Telefónica? ¿Qué se ha podido ver en Talavera y Segovia?

En Telefónica hemos enfocado el 5G desde principios del año 2018. En enero anunciamos nuestras ciudades tecnológicas, inicialmente en Segovia y Talavera de la Reina; y luego incorporamos Málaga. Ya en Segovia y Talavera realizamos una primera fase de conducción asistida para el coche conectado, y seguimos trabajando para desarrollar nuevos casos de uso.

Uno de los casos ya mostrados es la detección de un peatón cruzando, una situación fundamental para nosotros. De hecho, entre los objetivos principales de la conducción asistida está la mejora de la seguridad en la conducción y la protección del peatón, pues es el elemento más vulnerable dentro de todo este ecosistema.

Otro caso de uso tiene que ver con el aviso de que el semáforo se va a cerrar. En esta ocasión hemos añadido sensores al semáforo, precisamente, dentro del marco de smart city, para que envíe información de su cambio de fase (amarillo-verde y amarillo –rojo) para que lo conozca el conductor con antelación y adapte su velocidad o frene progresivamente.

Además, a lo largo de este último año, en las ciudades tecnológicas se han ido mostrando otros pilotos que permiten anticipar nuevos casos de uso de 5G, como el uso de la realidad virtual.

¿Cuándo podremos ver el coche conectado en las calles de ciudades inteligentes?

Bueno, realmente sería una gran gurú si pudiera darte una respuesta concreta al año en que esto estará disponible, porque depende de muchísimos factores. Creo que dentro de poco, los coches van a empezar a salir ya de fábrica con capacidades de conexión. De hecho, el CEO de SEAT nos anunció el año pasado que en febrero del año que viene podríamos empezar a ver coches de fábrica con este tipo de conectividad.

Entonces, para crear ese ecosistema tecnológico y conectado hay que trabajar la parte de la smart city, hay que ir trabajando con cada ayuntamiento, así que va a depender también de ellos. Desde Telefónica vamos a incorporar las capacidades necesarias en nuestras redes para ponerlas a disposición de nuestros clientes. Sin embargo, lo más importante de esto es que debemos crear un gran ecosistema en el que todos debemos colaborar, y es que, sin la colaboración de todos esto no ocurrirá.

Si tuviera que dar una fecha, creo que podríamos empezar a ver algo en tres o cuatro años, pero, lógicamente, no habrá un ecosistema completo funcionando hasta que todos los coches estén conectados, así que, teniendo en cuenta cuánto se tarda en renovar los vehículos, a lo mejor son 10 años.

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