"No competirás con el teléfono móvil por la atención de tus alumnos, te aliarás con él”
¿Llegaremos a ver escuelas en las que no sólo no se obliga al alumno a apagar el móvil en clase sino que se le invita a utilizarlo? Algunos expertos en innovación educativa apostarían a que sí, pues conciben los dispositivos móviles como poderosas herramientas para la enseñanza.
En este sentido, Saint Xavier University de Chicago ya identificaba recientemente en una infografía la tecnología móvil como una de las tendencias que van a impactar en la educación en los próximos años, junto a aspectos como el cloud computing, el gaming y el uso de contenidos abiertos.
En general, cada vez se detectan más ventajas de trabajar en el aula con dispositivos móviles como tablets o smartphones en lugar de limitarse a los ordenadores, tanto fijos como portátiles, pues son más baratos y necesitan menos infraestructura de apoyo.
Sin embargo el ahorro de costes no es el único factor que puede introducir la telefonía móvil en los centros escolares. El pasado 25 de enero la Directora de Comunicación en la Escuela de Organización Industrial, Tíscar Lara, defendió en el Espacio Fundación Telefónica de Madrid las bondades de estos dispositivos para el aprendizaje, dentro de una de las jornadas del ciclo Escuela de Educación Disruptiva.
Básicamente, Lara postula que la tecnología es un medio para empoderar a la comunidad de aprendizaje como agentes creadores. En este proceso el estudiante se convierte en creador de contenidos gracias al smartphone y a la tablet, asumiendo ahora un rol compartido con el docente que antes estaba limitado en exclusiva a este último.
La tecnología móvil contribuye a expandir el aula y el alcance del aprendizaje, y además presenta como ventajas su alta penetración (más que los ordenadores), que ofrece la posibilidad de establecer una comunicación espontánea multimedia, que son dispositivos fáciles y cómodos de llevar, que se pueden usar en distintos lugares y momentos, presentan además un componente afectivo y personal, y finalmente, permiten aprender fuera del contexto formal.
Por otro lado, la investigación empírica que ha llevado a cabo el Grupo de investigación EMA de la Universidad de Barcelona en torno al mobile learning parece confirmar las ventajas de esta tecnología. De hecho una de las principales conclusiones del trabajo es el aumento de la implicación, la motivación y la proactividad de los alumnos que usaron móviles en la experiencia.
La utilización de teléfonos móviles para crear contenidos por parte de los alumnos, que posteriormente se subieron a una web, fue quizá la actividad más valorada del proyecto. En este sentido, surge la pregunta sobre si el aprendizaje debe ser un acto de creación o un acto de contemplación, que la base de la enseñanza tradicional.
Los autores afirman que la experiencia con móviles cumplió con las “4 Ps” que deben incluir las actividades que enganchan al alumno y que mejoran su aprendizaje:
- – Placed (ubicada): las actividades desarrolladas pertenecían a intereses de los centros y de los estudiantes.
- – Purposeful (con sentido): las actividades propuestas pedían la responsabilidad de cada miembro participante y dotaba de sentido el proceso desarrollado y el producto final.
- – Passion-led (motivadora): las actividades llevadas a cabo aumentaron la implicación de los estudiantes.
- – Pervasive (persistente y englobadora): el alumnado ha ampliado los contenidos del aula y el producto elaborado queda para la comunidad educativa.
El trabajo Mi móvil al servicio de la comunidad: aprender y compartir acaba con una serie de ideas que orientan sobre cómo aplicar las tecnologías móviles en el aula:
- – Dadas las inmensas posibilidades que presentan los teléfonos y las tabletas como herramientas educativas, es necesario favorecer espacios y estrategias de aula para su uso.
- – Los estudiantes pueden ser también constructores de información, no sólo meros consumidores de contenidos en la red, y resulta interesante incitarles a compartir on line sus trabajos, aportaciones y aprendizajes.
- – El aprendizaje no se limita a lo que sucede en el aula por lo que resulta positivo crear proyectos de contacto con la comunidad o la realidad más cercana.
- – El trabajo colaborativo debería enseñarse y aplicarse como auténtico trabajo en equipo, y las comunicaciones móviles tienen mucho que aportar en este campo.
- – De forma más general, reforzar las propuestas de innovación en educación con la implicación de toda la comunidad educativa (dirección, padres, madres y profesorado) es garantizar su éxito.
En este sentido, no está de más citar para terminar uno de los «10 mandamientos del profesor-coach» del experto Raúl González, que se ajusta perfectamente a nuestro caso: «No competirás con el teléfono móvil por la atención de tus alumnos, te aliarás con él”.
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