Este modelo matemático predice, en función del momento y el lugar de superposición de las proteínas en ciertas neuronas, qué recuerdos quedarán grabados en nuestra memoria
Científicos del Instituto Salk en San Diego, EEUU, han publicado recientemente un estudio en la revista Neuron sobre los mecanismos biológicos por los cuales nuestro cerebro sólo registra ciertos detalles dentro de las dos horas posteriores a un determinado suceso. Para ello, han desarrollado un modelo matemático que predice los recuerdos que retendrá nuestra memoria en un lapso determinado de tiempo y que ayuda a entender cómo se escogen y procesan determinados recuerdos durante el sueño.
Según explican sus autores, ante un suceso ocasional las células activas del cerebro fabrican rápidamente ciertas proteínas para poder generar nuevos recuerdos. Parte de estas proteínas permanecen durante cierto periodo de tiempo en neuronas específicas del cerebro y su entorno inmediato antes de romperse. El estudio revela que para que se consolide un recuerdo es necesario que una nueva experiencia vuelva a reactivar las mismas neuronas excitadas por el suceso anterior, quedando automáticamente almacenada en nuestra memoria.
Pues bien, en función de la posición que ocupen estas proteínas dentro del mapa neuronal se consigue afianzar ciertos recuerdos en nuestra memoria y no otros, generando un patrón espacial que ha servido para diseñar este modelo matemático. A partir de este algoritmo de predicción es posible determinar si un recuerdo quedará grabado o no en función del momento y el lugar de la superposición de dichas proteínas.
Para diseñar y programar este algoritmo, los investigadores han tenido que incorporar las bases de datos de numerosos estudios internacionales realizados con anterioridad acerca de los procesos de aprendizaje y memorización en roedores, invertebrados y humanos. Además, este modelo supondrá una herramienta de gran utilidad para investigaciones sobre enfermedades neurológicas como el párkinson, el alzhéimer o cuadros de estrés postraumático en situaciones complicadas.
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La memoria selectiva
Según el equipo de investigación, la explicación de por qué el cerebro memoriza ciertos detalles en detrimento de otros reside en que algunos de los recuerdos se fortalecen durante la fase no-REM, es decir, la etapa donde se duerme sin llegar a generar sueños. En esta etapa previa se reactivan las neuronas involucradas en el suceso anterior, trasladando dichas experiencias almacenadas en la región temporal del hipocampo hasta la corteza cerebral donde se encuentra la memoria a largo plazo.
Cian O’Donnell, principal autor del estudio, concluye que durante la fase del sueño el cerebro se encarga de generalizar el conocimiento aprendido durante el día a día, reorganizando los recuerdos y reteniendo aquellos conceptos o elementos que singularizan el suceso original trasladándolo a la memoria a largo plazo.
Imágenes | vía Flickr – dierk schaefer – y wikipedia