Pocas cosas hay tan molestas como el picor producido por la picadura de un mosquito. Desgraciadamente, esto puede ir más allá del simple dolor y significar la transmisión de enfermedades tan graves como el dengue, el zika, la fiebre amarilla o la malaria. Afortunadamente, la tecnología y la investigación científica tratan de buscar nuevas fórmulas para luchar contra ello
Así lo demuestra un estudio realizado por un grupo de investigadores de la [Rockefeller University](https://www.rockefeller.edu/research/vosshall-laboratory/completed-projects/166757-mosquito-study/). Este equipo ha encontrado **un nuevo método para luchar contra las picaduras de los mosquitos**, que consiste en **administrarles un fármaco destinado a reducir el apetito en los seres humanos**.
Todo nació de la curiosidad científica de los investigadores, que decidieron dar a mosquitos hembra *aedes aegypti* (portadores del virus zika) fármacos experimentales para ver cuál era el efecto que tenían sobre ellos. Para su sorpresa, los animales sobrevivieron, pero cambiaron su comportamiento, pues **ya no se sentían atraídos por la sangre del resto de seres vivos**.
Cuando los mosquitos *aedes aegypti* pican a los humanos entran en una **fase de latencia** en la que digieren la sangre ingerida y ponen huevos. Durante este periodo de varios días de duración, **la atracción de los mosquitos por los humanos queda suprimida**, por lo que dejan de picar. La administración de los fármacos inhibidores del apetito produce el mismo efecto sobre ellos.

Lo que hacen estos [fármacos](https://blogthinkbig.com/envejecimiento-farmacos-cura) es actuar contra la producción del neuropéptido Y (NPY), un neurotransmisor que se encuentra alojado en el cerebro y el sistema nervioso. **Cantidades elevadas de NPY se relacionan con niveles altos de apetito** en los seres humanos. Lo que han descubierto los científicos es que este tipo de fármacos no solo reduce el hambre de las personas, sino que **también lo hace con la avidez de los mosquitos por la sangre de los seres vivos**.
Para demostrarlo, colocaron ratones anestesiados en jaulas con tres grupos de insectos: mosquitos que habían ingerido sangre; mosquitos que no habían comido; y mosquitos que no habían comido y habían recibido el fármaco inhibidor del apetito. El resultado del experimento fue el siguiente: después de 15 minutos, los mosquitos que no habían comido ya habían picado a los ratones; en cambio, tanto **los que habían comido como los que habían sido medicados ignoraron de forma mayoritaria a los roedores**.
Hasta ahora, la comunidad científica desconocía la naturaleza del mecanismo por el que los mosquitos no volvían a picar durante varios días. El hecho de conocer sobre qué estructuras biológicas recae esta capacidad **posibilita modular el comportamiento de los animales antes de que piquen**. Esto puede ser de vital importancia para prevenir la aparición de [enfermedades](https://blogthinkbig.com/celulas-madre-vih-logro) infecciosas transmitidas a través de los mosquitos.
A partir de ahora, los investigadores seguirán perfeccionado el modelo para estabilizar el fármaco y extender su efecto en el tiempo, pues en las pruebas realizadas duraba entre dos y tres días. En cualquier caso, puede ser **el primer paso de un gran avance para frenar [muchas enfermedades](https://blogthinkbig.com/virus-papiloma-humano)** que afectan a millones de personas alrededor del mundo.