Antes de la compra de Microsoft y posterior adiós al nombre, Nokia nos brindó una década increíble de avances en fotografía móvil.
Hablar hoy en día de fotografía móvil es hacerlo del modo retrato de Apple, de su lente telefoto, de la apertura variable del Samsung Galaxy S9, del zoom óptico 3X e híbrido 5X del Huawei P20 Pro, etc. Sin embargo, durante una época no demasiada lejana, el rey era Nokia, finlandés, de Espoo. Sin todo lo que trajeron a la los terminales hace más de década y media, no estaríamos aquí. Tampoco otras compañías habrían progresado tanto, porque el talento de la vieja Nokia se repartió por Apple, Huawei…
El Nokia 7650 fue el primer terminal de la compañía con cámara de fotos, y, por tanto, el primero masivo, pero no fue el primero del mercado. Por ello, no hay que considerarla pionera en ese sentido. Sí fue la primera en traer captura de vídeo en 2003, cuando llegó al Nokia 3650 con una resolución de 176 x 144 píxeles. El Nokia N70 fue, en 2005, el primero en contar con un botón dedicado de cámara, algo muy útil y que hoy sólo resiste en terminales Sony.
Los Nokia N90 y N93 también innovaron mucho en varios aspectos. El modelo N90 fue el primero en llegar con ópticas Carl Zeiss, un movimiento que recuerda al que hoy en día Huawei hace con Leica. Lo cierto es que, fuera marketing o no, había una diferencia entre los que contaban con esa etiqueta y los que no. También fue de los primeros en incluir autoenfoque, algo que se echó de menos incluso en terminales de 2010. Con el Nokia N93 debutaron muchas nuevas funciones y logros técnicos. La resolución del vídeo subió a VGA (480p), y también lo hizo la calidad del audio, que ahora recogía dos canales, lo que conocemos como estéreo.
Pero lo más interesante fue algo que a día de hoy valoramos como nada. El Nokia N93 contó con zoom óptico 3X. Y era óptico de verdad, sin doble lente como el de ahora. Con una sola cámara, podía pasar de 34,24 milímetros de distancia focal a 94,1 milímetros, sin perder calidad. Es más que el Huawei P20 Pro, que va de 27 milímetros a 80. Como vemos en la foto entre el antes y el después, la posibilidad era increíble. También llegó el Nokia N86, con apertura variable, justo como hoy Samsung promociona su Galaxy S9.
Algo en lo que también destacó enormemente Nokia desde aquellos años hasta los últimos fue el tamaño del sensor. El Nokia N93 fue el primero en contar con un sensor de 1/3,2 pulgadas, un tamaño que el resto de compañías tardó mucho en alcanzar, y que en la época se acercaba al de cámaras compactas.
Tras ello, conocimos otros sensores sorprendentes, como el del Nokia N8, con un tamaño de 1/1,83 pulgadas, que en la competencia sólo ha sido superado por el reciente Huawei P20 Pro. Sin embargo, la magia de Nokia continuó extendiéndose a modelos como el Nokia 808 Pureview, de prácticamente una pulgada (1/1,2 pulgadas), y el Nokia Lumia 1020, de un tamaño que tampoco han alcanzado los competidores, como es 1/1,5 pulgadas.
En el caso de esos dos terminales, con sensores de 41 megapíxeles, la calidad de imagen lo era todo, y el tamaño de su sistema fotográfico se notaba en el tamaño final, lo que los hacía menos atractivos que otros si la prioridad era sentar bien en mano. La tecnología estaba años por delante, como demuestra el hecho de lo bien que sus fotografías aguantan el paso del tiempo. Hablamos de los primeros sistemas de zoom digital «sin pérdida» en un smartphone, gracias a las posibilidades de recorte que ofrecía su resolución.
Por último, Nokia también fue una empresa que siempre luchó por brindar un buen audio en los vídeos, y la herencia de ello llega hasta el Nokia 8, un terminal de la nueva Nokia, que cuenta con sistema de grabación espacial de audio OZO, algo con lo que el resto sigue sin poder competir.
