En época de verano son frecuentes las olas de calor. Algunas pueden ser de carácter leve, pero hubo un caso que fue de las más peligrosas en los últimos años.
Ha llegado la época estival y los expertos ya han advertido que, posiblemente, estemos ante uno de los veranos más calurosos de los últimos años. En Europa se espera que las temperaturas máximas superen los 40 grados centígrados.
Pese a todo, los meteorólogos esperan que, a pesar de las cifras, este no sea tan caluroso como el de 2003, donde se sufrió la peor ola de calor de la historia desde 1540. En aquella ocasión se alcanzó la cifra de los 46 grados centígrados a la sombra y que llegó a producir el colapso sanitario en varias regiones.
Consecuencias de un verano trágico
Esta ola de calor récord llegó a cobrarse muchas vidas, aunque todos son aproximaciones ya que no se realizó ningún recuento oficial en el conjunto de los países miembro. El único que llegó a contabilizar fallecidos fue Francia, con más de 14.000 víctimas.
Hay que tener en cuenta de que a pesar de que no se hiciera un recuento oficial, se realizaron estudios que estimaron la cifra de fallecidos en 70.000 personas. Otros, como el The Earth Policy Institute (EPI), tiraron a la baja con 35.000 fallecidos.
Buscando explicaciones
Esta ola de calor se agravó por el factor humano en gran medida, más allá de su incidencia por el cambio climático.
En Europa la mayoría de las viviendas están preparadas para guardar el calor y no para expulsarlo. Con el aumento de las temperaturas al norte del continente, muchos hogares se convirtieron en un peligro para sus propios inquilinos.
Hay que recordar que este tipo de situaciones no solo afecta a los seres humanos. Durante la ola de calor de 2003, las mascotas y animales domésticos fueron también víctima de las altas temperaturas. La federación de avicultores francesa contó cientos de miles de animales de granja afectados; lo que afectó directamente a la escasez de productos y a la subida de precios. También se hallaron miles de peces que no superaron la ola de calor a orillas del río Rin.
En España también se notaron las consecuencias de esta ola de calor con el aumento de los incendios forestales incidiendo directamente sobre miles de hectáreas de cultivo. Alemania, Francia e Italia también vieron perjudicados sus cultivos.
Toma precauciones
En la situación en la que se encuentra nuestro planeta por el cambio climático corremos el riesgo de que, en los próximos años, las temperaturas en verano suban de manera desproporcionada. Estamos a tiempo para revertir la situación y evitar que se repita lo sucedido hace 17 años.
Ante este tipo de situaciones es aconsejable estar hidratado en todo momento, evitar salir a la calle en horas cuando la temperatura es muy alta y emplear protección solar para sobrellevar lo mejor posible el calor.