Cómo se pueden fabricar palas de aerogeneradores de bambú y hongos

¿Podrían los materiales orgánicos, como el bambú y los hongos, resolver los problemas medioambientales del reciclaje de las palas de aerogeneradores? En el panorama actual hay una gran preocupación sobre las alternativas sostenibles para la gestión de los residuos de estos componentes. ¿Qué se desarrolla actualmente?

«El problema» de las palas de aerogeneradores

Las palas de aerogeneradores son componentes importantes en la generación de energía eólica. No obstante, pueden causar graves problemas medioambientales, debido a factores como:

  • Su tamaño.
  • Durabilidad.
  • Materiales de fabricación.

Estas palas suelen ser enormes. Algunas miden más de 50 metros de largo. Están hechas de materiales compuestos muy duraderos, como fibra de vidrio reforzada con poliéster o resinas epoxi, que son difíciles de degradar.

Al respecto, la Revista Recupera revela que, a pesar de que existen diversas tecnologías para el reciclaje de palas de aerogeneradores, estas soluciones aún no se encuentran accesibles en gran escala, ni resultan, totalmente, rentables. Entonces, la principal dificultad para su reutilización se debe a la complicación de los procesos requeridos para convertir estas fibras en nuevas materias primas.

¿Qué proponen los investigadores?

Valeria La Saponara, profesora de la Universidad de California en Davis, trabaja, junto a su equipo, en la creación de palas de turbinas eólicas compostables y amigables con el medioambiente. La idea es construirlas, desde un inicio, con bambú y micelio, un sistema parecido a la raíz que generan los hongos.

Esta singular «metodología» busca reemplazar materiales, como la fibra de vidrio y la madera de balsa. Si bien no se reciclarían sus piezas originales, se evitarían los desperdicios a futuro.

Al hablar del término «compostable», se refieren a sustancias que pueden descomponerse en elementos orgánicos naturales en poco tiempo. Es decir, los microorganismos, como bacterias y hongos, descomponen el material y lo convierten en un producto rico en nutrientes llamado compost.

El objetivo principal de los investigadores es llevar a cabo pruebas estructurales para determinar dos variables:

  • Velocidad que logrará una rotación.
  • Cantidad de energía que la pala de aerogeneradores será capaz de producir.

El compuesto de bambú y micelio reemplazará las palas de aerogeneradores comerciales de un kilovatio. Igualmente, evalúan la resistencia de estas aspas, verificando su capacidad para resistir vientos de hasta 85 millas por hora.

La líder del estudio afirma que esperan lograr la prueba de una cantidad de energía considerable de un kilovatio. Una vez alcanzada, se podrá comenzar a colaborar con las empresas para su comercialización.

palas de aerogeneradores
Imagen de Unsplash.

La magia del bambú y micelio en las palas de aerogeneradores

Alguien que puede hablar, perfectamente, de esta fusión es otro miembro del equipo investigador: Shuhao Wan.

Wan es el ingeniero de diseño e instrumentación de investigación y ha experimentado con el bambú, como pasatiempo.  Actualmente, indaga distintas técnicas para entretejer los tallos de bambú. Su propósito es poder crear con ellos las aspas de las turbinas eólicas o el crecimiento del micelio en desechos que, de lo contrario, terminarían en los vertederos.

Basándose en lo anterior, el equipo se enfoca en mejorar los métodos para cultivar y unir la capa de micelio. Este es un material fascinante porque se puede cultivar «in situ», siempre que las condiciones sean las apropiadas.

Los científicos también experimentan con la incorporación de residuos textiles posconsumo. Esto podría tener el beneficio adicional de cultivar micelio utilizando desechos que de otro modo terminarían en los vertederos.

Otras iniciativas

Muchos países, en especial los europeos, ya han prohibido que las turbinas eólicas se desechen en vertederos. Esta acción ha impulsado que el sector busque, con urgencia, alternativas viables.

Entre las iniciativas más interesantes están:

  1. En 2021, Siemens Gamesa fabricó lo que denominó la primera pala, totalmente, reciclable del mundo para uso comercial. Empleó una nueva forma de resina, cuya estructura química facilita su separación de los demás componentes.
  2. En Dinamarca, una empresa llamada Continuum planea establecer seis plantas de reciclaje de palas de aerogeneradores, en Europa y en Turquía.  Operarán utilizando, únicamente, energía verde.
  3. La Universidad de Tennessee desarrolla una planta capaz de reciclar toda la fibra de vidrio de las palas de aerogeneradores. Su capacidad de procesamiento es de 50.000 toneladas al año.

Un futuro sostenible

Estamos al borde de una revolución en el procesamiento de estas palas. Desde la producción de alas compostables hasta el desarrollo de procesos de reciclaje innovadores, las iniciativas en curso nos llevan hacia un futuro más sostenible. Aunque aún se enfrentan desafíos, el panorama es alentador. Un compromiso continuo con la investigación y la innovación será esencial para garantizar el desarrollo de este importante sector de las energías renovables.

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