La noticia llega de la NASA, que mantiene conversaciones con Tom Cruise. Aunque todavía no hay fechas estimadas, ni se sabe cuál será el equipo de grabación, el anuncio ha dado ya la vuelta al mundo: se trata de un proyecto histórico.
El cine siempre ha sentido una fascinación especial por el espacio. Desde sus inicios, las cintas ambientadas en él nos han permitido conocer mundos nuevos, muy presentes en la cultura popular desde las primeras novelas de aventura, los tebeos y las fotografías.
Con mayor o menor realismo, estas películas nos trasladan desde el sofá a innovadoras naves espaciales y a lugares remotos y desconocidos, que ahora algunas compañías ambicionan descubrir y conquistar para vivir. ¿Lo lograrán finalmente?
Lo que es seguro es que el cine es no solo un medio de entretenimiento, sino también una fuente muy importante de motivación e inspiración. Y esto es lo que, en buena medida, pretende conseguir la NASA.
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Jim Bridestine, actual administrador de la agencia americana, aseguró hace poco que las nuevas generaciones necesitan nuevos estímulos y ejemplos para interesarse por estos temas. ¿Su solución para provocarlo? Una película grabada en el espacio. No ambientada, como las mencionadas, como un decorado y un contexto; sino rodada allí. Literalmente.
Sin duda, se trata de un proyecto que hará Historia: será la primera en atreverse a subir a una nave espacial de verdad para contar una historia espacial. Más realismo, imposible. De hecho, la gran dificultad que supone su realización es probablemente el motivo por el que hasta ahora no se ha hecho.
Una dificultad técnica evidente: los astronautas se preparan duro para las misiones. Además, despegar de nuestro planeta, flotando a bordo de un cohete y permanecer un tiempo en una estación espacial no está libre de riesgos mortales, claro. ¿Y quién va a atreverse a asumir estos riesgos?
Como confirmó Jim Bridestine, y como adelantó en exclusiva la revista Deadline, Tom Cruise, que se convertirá en el primer actor-astronauta. ¿Quién mejor que él para hacerlo? Está claro que pocos actores -o ninguno, salvo quizá Jackie Chan- se han arriesgado tanto y tan a menudo como él para hacer las escenas de acción tan realistas.
Entre sus retos más famosos e impresionantes encontramos que escaló el Burj Khalifa, el edificio más alto del mundo, en Misión Imposible: Protocolo Fantasma; se subió a un avión en pleno despegue en Nación Secreta; y realizó un salto HALO en Fallout.
Su voluntad de grabar estas escenas, él mismo y sin dobles especializados, le han conferido una merecida reputación de temerario. Por eso, ya hace 15 años, el director James Cameron, le propuso un desafío que a más de uno le habría resultado una locura: grabar una película fuera de la Tierra, en el espacio.
Así lo confesó el director, responsable de las taquilleras Titanic y Avatar, a la revista Empire hace dos años, con motivo del trigésimo aniversario de la publicación, cuando contestó varias preguntas de los lectores.
Entonces reconoció que tenía un contrato con los rusos para subir a la Estación Espacial Internacional, y que habló con Tom Cruise para proponérselo. A lo que respondió: “Si hay que formarse como ingeniero, yo me formo”.
Estas palabras nos hablan de la voluntad decidida del actor, al que parece que ningún desafío cinematográfico se le puede resistir.
De momento, no se conoce el estudio de grabación, ni las fechas, ni más datos más allá del compromiso del intérprete con la NASA y la compañía Space X por sacar adelante este proyecto tan interesante.
Ilustración de la cabecera: Mónica La Mola. Imágenes: película Oblivion (Xataka).
