líneas de fibra españa

Así fue el despliegue de las primeras líneas de fibra en España

Para cuando el ADSL ya había penetrado en un porcentaje significativo de la población, la industria empezó a cambiar. Eran imperativa una mejora en el ancho de banda. Y la tecnología del momento tenía unos límites claros. Se basaba en el par de cobre, en aquellos mismos cables que servían para el teléfono. La industria de las telecomunicaciones y la avidez de los internautas —que pronto dejarían ese apelativo para ser considerados simplemente usuarios— necesitaban más velocidad. Y así fue como empezaron a instalarse las primeras líneas de fibra óptica.

La diferencia es importante. Con el ADSL se pueden alcanzar velocidades de 30 Mbps, aunque la media suele ser menor. Mientras tanto, la fibra alcanza los 1 Gbps, si bien los hogares suelen contar con tasas de transferencia en el ámbito de los 100 Mbps. En cualquier caso, muy por encima de las líneas de ADSL.

Los orígenes en los años 70

Fibra óptica plástica

Se tiende a pensar que es un invento moderno, pero antes de que se desplegaran las primeras líneas de fibra esta llevaba décadas en investigación. La tecnología que ha soportado el teléfono durante el siglo XX, como es el par de cobre, también sirvió para que Internet diera sus primeros pasos. A partir de ahí se necesitaba otra tecnología y esto no ocurre de la noche a la mañana.

Ya en 1977 tuvo lugar la primera transmisión telefónica mediante fibra óptica. En Long Beach, la compañía telefónica General Telephone & Electronics fue la responsable de hacer la transmisión sobre fibra a través de una conexión que alcanzaba los 6 Mbps. Evidentemente, el trabajo venía de años antes.

La fibra se empezó a probar en los laboratorios algunas décadas antes de sus primeras instalaciones. Lo cuenta Antonio Golderos, miembro del Foro Histórico de las Telecomunicaciones, perteneciente al COIT (Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicación), doctor ingeniero de Telecomunicación y que trabajó en Telefónica en diferentes responsabilidades durante más de 30 años. «Ya se veía que la luz podía ser un elemento de transmisión de la información mucho más eficaz que el cobre”, destaca. “Lo era por dos razones. Porque su capacidad es mucho mayor y porque no tiene el problema que tienen los cables de cobre, que eran susceptibles de que se mojaran y las comunicaciones se deterioraran».

Por eso se investigaba el uso de alternativas al cobre para transmitir información. Por aquel entonces solo había que transmitir voz, pero con Internet se sumarían otro tipo de datos. La fibra se proponía como una propuesta ideal. Permitía mayores velocidades y no se estropeaba. Pero en aquel entonces resultaba muy cara. «A medida que pasó el tiempo se fueron depurando las técnicas de fabricación de la fibra y esta se empezó a poder doblar”, apunta Golderos, quien subraya la importancia que tiene este abaratamiento de la tecnología.

No es lo único. La creciente flexibilidad que alcanzó el material facilitó enormemente los despliegues. “Hoy en día la fibra permite instalarse por el mismo lugar que van los cables convencionales», indica Golderos. De esta forma no se necesita crear nueva infraestructura de obras públicas para hacer despliegues.

Hacia las primeras líneas de fibra

Si el ADSL desembarcó en el año 2000, a la fibra aún le quedaban algunos años para hacer su entrada comercial. Sería en el año 2008, cuando Telefónica empezó a ofrecer las primeras líneas de fibra. Por aquel entonces la velocidad de bajada era de 30 Mbps.

Sin embargo, ya años antes habían comenzado los primeros pilotos. En el 2005 Telefónica estableció una conexión entre la localidad de Pozuelo de Alarcón, a las afueras de Madrid, y el área de La Latina, en el centro de la capital. Era 50 Mbps de bajada para probar la capacidad que tendría una red de fibra. La idea también era determinar el comportamiento que tendría la tecnología en un entorno real.

La investigación, como hemos dicho, venía de largo. «Mucho antes de que la sociedad y los negocios demanden las cosas hay gente que se dedica a pensar y a darse cuenta de por dónde pueden ir las cosas», señala Golderos, en referencia al trabajo previo de laboratorio. Había algo que toda la industria tenía claro, cuando aún el ADSL no había desarrollado su máxima potencia. Se necesitaba más velocidad para avanzar en la sociedad de la información.

«Cuanto mayor fuera el ancho de banda, más capacidad habría de integrar los servicios», recalca Golderos. Y añade que esto no solo suponía una fusión de los propios servicios que se prestaban a los usuarios. También en las propias centrales e infraestructuras se busca una integración y se inicia un proceso hacia una red única. La fibra abre la posibilidad a que esto sea así.

Existen tres demandas fundamentales a la hora de crear una red única: un ancho de banda importante, baja latencia y ubicuidad, para que la conexión permita hacer las mismas cosas desde diferentes lugares. «Hay una convergencia hacia un punto común en el que todas las infraestructuras empujan», destaca Golderos. La fibra se empezaba a perfilar, ya desde sus comienzos, como esta piedra angular sobre la cual se construirían las redes del futuro.

Las principales aplicaciones de consumo de la fibra

El salto en velocidad que ha aportado la fibra ha traído nuevas aplicaciones, pero también la consolidación de algunas existentes. La más destacada puede ser el streaming de vídeo de calidad. Ya no hablamos de portales de vídeos generalmente cortos, como YouTube, sino de producciones audiovisuales en alta definición, como una serie de Netflix. Aunque no ha sido el único servicio favorecido.

«La televisión es fundamental. La televisión a la carta ha sido el principal beneficiado de la fibra”, reflexiona Golderos. “Pero junto a esto también tienes el móvil, que en casa es un terminal más que usa la infraestructura de la fibra conectado al WiFi». Precisamente esta circunstancia ha propiciado que los smartphones se usen en casa para ver steaming de vídeo, ya sean series, películas o directos de Twitch.

El gaming también ha dado su propio salto con la fibra. A una mayor velocidad se suma una menor latencia, en comparación con el ADSL, con lo que la experiencia de juego online mejora. La nueva tecnología también ha abierto las puertas a los servicios de cloud gaming, como Google Stadia o Xbox Game Pass.

En general, la fibra ha permitido un salto hacia el mundo cloud que no habría sido completamente viable con el ADSL. Sobre todo en lo que tiene que ver con servicios para empresas. En la última década muchas compañías han optado por subir sus recursos a la nube. Atrás quedó el tiempo de tener servidores locales en la oficina. Ahora, tanto almacenamiento como procesos y aplicaciones, funcionan en modo cloud sin latencia y con un ancho de banda suficiente como para que su ejecución sea correcta. De esta forma también se han ampliado los servicios que usan las empresas. Si hace años solo tenían acceso a almacenamiento y ciertas herramientas analíticas, en la nube existen a su disposición aplicaciones complejas de inteligencia artificial, entrenadas con enormes bases de datos.

La infraestructura

Las primeras líneas de fibra también supusieron un cambio a la hora de llegar a los hogares. Aunque la ventaja que tenía la nueva tecnología era que podía aprovechar la infraestructura anterior. «En las centrales convencionales se instalan unos distribuidores de cables de fibra. Esos distribuidores se llevan por las mismas galerías de los cables tradicionales a las manzanas de casas, a los armarios que están situados en los edificios», explica Golderos.

Una vez en estos armarios se produce un despeinado de la fibra, que se divide hacia los diferentes hogares. Había que tender la fibra desde las centrales hasta los hogares en un esfuerzo de recursos y de inversión. Pero al no tener que realizarse generalmente obra pública, el despliegue podía ser más rápido.

En el año 2017, las líneas de fibra superaron por primera vez a las de ADSL en España. Actualmente, existen más de 11,7 millones de líneas de fibra óptica en el país. El futuro pasa indiscutiblemente por esta tecnología, en la que por cierto se sigue trabajando para su mejora, como demuestran los avances con fibra óptica plástica.

Imagen de cabecera: Nikotchan.

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