No existe ninguna ley que prohíba que los proveedores de servicios de correo electrónico revisen los datos compartidos en tu cuenta. ¿Es realmente privada? Lo aclaramos y presentamos algunas formas de mejorar su seguridad.
Hace una semana nos enterábamos del arresto de un ex-empleado de Microsoft llamado Alex Kibkalo que había estado filtrando secretos y copias de Windows 8 a un blogger francés al que no se nombró. Para saber quién había hecho las filtraciones, Microsoft decidió leer el correo electrónico privado de Hotmail del blogger francés, lo cual es completamente legal. En Estados Unidos leer el correo (convencional) ajeno es un delito federal, pero el correo electrónico es otra historia.
Este acontecimiento ha levantado mucha preocupación acerca de la privacidad que los usuarios tenemos al usar un cliente de correo hecho por empresas como Microsoft, Google o Apple, porque no hay ninguna ley que les evite revisar abiertamente lo que es compartido en las cuentas de e-mail que usamos todos los días. La realidad es que estos servicios funcionan gracias a protocolos y servidores que ellos han creado y que controlan, así que realmente no hay nada que los detenga para mirar cuando quieran nuestros datos.
El simple hecho de que usemos un servicio de correo electrónico que es gratuito, donde no se paga por un espacio seguro, cifrado y único del servidor, permitiría que ellos puedan acceder a tu cuenta cuando quieran. La única razón por la que no lo harían sería por cuestiones éticas, pero no porque la ley se los prohíba.
Incluso existen sistemas que revisan constantemente cada esquina de lo que hay en la bandeja de entrada de nuestra cuenta. Un buen ejemplo es que cualquiera que use un correo de Gmail notará que aparecen anuncios publicitarios y sugerencias a un lado y que, usualmente, están relacionados con la información que tenemos guardada en la cuenta o en un e-mail en particular, lo que quiere decir que están mirando activamente tus datos, lo que recibes y lo que envías. ¿Existe alguna razón que los detenga de usar tus datos con otra finalidad?
Los términos y condiciones
Además de que no existen leyes que nos protejan y que hagan que nuestros datos compartidos por correo electrónico sean realmente privados, también aceptamos condiciones, términos y un contrato completo cuando creamos una cuenta de Outlook, Gmail o cualquier otra. Cada empresa puede decidir qué irá en este contrato que la mayoría de las personas no leen, pero si se le hace una revisión rápida se puede ver que ellos te advierten que entrarán en tu cuenta si les parece necesario.
Revisando el Contrato de Servicios de Microsoft, por ejemplo, vemos que dice en el punto 5.3: «Usted acepta y autoriza expresamente que Microsoft obtenga acceso a la información relativa a su uso de los servicios, la divulgue o la conserve, lo que incluye (sin que sirva de limitación) su información personal y su contenido, así como la información que Microsoft adquiera sobre usted a través de su uso de los servicios […]».
Si decides echarle un vistazo a la Política de Privacidad de los servicios de Google, te darás cuenta que hay lenguaje similar al respecto: «Compartiremos tus datos personales con empresas, organizaciones o personas físicas ajenas a Google si consideramos de buena fe que existe una necesidad razonable de acceder a dichos datos o utilizarlos, conservarlos o revelarlos».
Esto se repite en las condiciones de uso de otros servicios conocidos, demostrando aún más que no existe la privacidad y que se debe tener cuidado de lo que se comparte en tu correo electrónico.
Entonces, ¿cuál es la solución?
La verdad es que es difícil no usar un correo electrónico en esta era digital donde estamos siendo testigos de como el Internet de las cosas se hace cada vez más grande. La manera más simple de evitar que tu privacidad sea invadida es dejar de usar Internet completamente, pero para aquellos que todavía queremos seguir disfrutando de sus bondades, hay muchas soluciones a tomar. Hay varias medidas que puedes tomar para ayudarte a recuperar tu privacidad a la hora de usar un correo electrónico:
- Si quieres seguir usando la misma cuenta de Gmail, Outlook o cualquier otra popular y conocida, lo que puedes hacer es cifrar todos los datos que pasan por sus servidores usando herramientas como Mailvelope que se integra a tu webmail (cualquiera que este sea) y se puede instalar en Chrome y en Firefox, o usar extensiones como SecureMail y WebPG for Mozilla.
- Si no te importa crear una cuenta nueva, puedes utilizar servicios de cooreo seguro como CounterMail, NeoMailBox o Hushmail.