Un nuevo estudio elaborado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza revela que los niveles de oxígeno en los océanos a nivel global han disminuido un 2 por ciento entre 1960 y 2010.
¿Por qué están desapareciendo las especies marinas? ¿Qué está causando la gran pérdida de biodiversidad en nuestros océanos? El calentamiento global está provocando efectos devastadores para el planeta como el aumento del nivel del mar y de la temperatura en los océanos.
En un contexto marcado por la Cumbre Mundial del Clima 2019 (COP25) que se está celebrando en estos momentos en Madrid, resulta esencial remarcar algunas de las consecuencias que tendrá el cambio climático en los océanos, además de las ya visibles como la destrucción de la biodiversidad marina.
La desoxigenación es un problema global
En este sentido, un nuevo estudio elaborado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza revela que los niveles de oxígeno en los océanos a nivel global han disminuido un 2 por ciento entre 1960 y 2010 como consecuencia del cambio climático. Un dato alarmante que tendrá efectos dramáticos sobre los ecosistemas.
El informe «La desoxigenación de los océanos: un problema de todos», presentado en la COP25, ha sido desarrollado por un total de 67 científicos de 17 países diferentes y asegura que para el 2100 se prevé una reducción de hasta el 4 por ciento de oxígeno. ¿Qué podría suponer esto? ¿Qué nos pasaría si los océanos se quedasen sin oxígeno?
De acuerdo con el informe, la pérdida de oxígeno o desoxigenación de nuestros mares y océanos está ligada directamente al calentamiento global y a la acidificación por el aumento de emisiones de dióxido de carbono y gases de efecto invernadero. No es nada esperanzador ya que «la disminución podría no parecer significativa porque estamos sentados rodeados de abundante oxígeno y no creemos que nos afecten las pequeñas pérdidas de oxígeno. Pero si tuviéramos que subir al Monte Everest sin oxígeno, llegaría un punto en el que una pérdida de oxígeno del 2 por ciento en nuestro entorno sería muy significativa», destaca uno de los autores del informe, Dan Laffoley.
Pérdida de especies marinas y de oxígeno para la atmósfera
Los océanos están en peligro y son necesarias medidas urgentes para paliar los posibles efectos sobre la naturaleza y sobre nuestra propia salud. Los autores señalan que la desoxigenación implica que los océanos se conviertan en zonas más ácidas incapaces de albergar algunas especies marinas como las almejas, los mejillones o los camarones.
A pesar de que sabemos cuáles son las causas de este problema, todavía no se han tomado soluciones efectivas y, desgraciadamente, tendrá efectos directos en la sociedad y en la economía global. Pérdida de biodiversidad, cambios en las especies acuáticas, reducción de recursos para la pesca o muerte de gran parte del ecosistema.
«La desoxigenación está empezando a alterar el equilibrio de la vida marina favoreciendo a las especies más tolerantes a las condiciones de bajo oxígeno, como microbios, medusas y otros tipos de calamar a expensas de otras especies más sensibles a las condiciones de poco oxígeno como la muchas especies marinas, incluidas algunas pesquerías», añaden.
Muchas especies como el atún son extremadamente vulnerables ante la pérdida de oxígeno y su supervivencia está en peligro. Por otra parte, el agua de los océanos es una fuente de oxígeno para el mundo por lo que su pérdida sería un problema de salud pública. Ya se ha quemado gran parte del pulmón del mundo, el Amazonas, y no podemos permitir que nuestros mares y océanos se queden sin respiración.