Las redes sociales darán lugar a la personalización de Internet

La CEO de Yahoo Marissa Mayer ha hablado durante la reciente Asamblea Anual de Davos, organizada por el Foro Económico Mundial, del futuro de la Red y de la ordenación de las búsquedas. En una entrevista concedida a Bloomberg, la directiva ha señalado dos factores que marcarán el camino de los próximos años: la interfaz de usuario y la personalización.

Mayer se ha cuidado de ejercer de portavoz corporativa de Yahoo para dar una visión sosegada y analítica de las tendencias en el mercado. Los buscadores —principalmente Google, por su alcance— constituyen las herramientas que hoy por hoy organizan Internet. Cualquier usuario recurre a ellas como el camino para llegar adonde quiere, siempre que no sea algo muy concreto.

Pero los buscadores no son ajenos a un conjunto de tecnologías que están cambiando la Red y están propiciando el papel de los usuarios como sujetos de búsqueda o factores complementarios a ella. Mayer prevé que los resultados que ofrecen estas herramientas serán cada vez más personalizados. Estarán basados en datos como el historial de búsqueda, la localización o la información contenida en las redes sociales.

Mayer, cuyo anterior cargo era vicepresidenta de localización y servicios locales de Google, conoce por dentro el funcionamiento de un buscador y el enriquecimiento que los datos personales pueden suponer para el usuario. No es algo nuevo. Algunas compañías ya están aprovechando esta ventaja.

Las redes sociales relacionan estrechamente a los usuarios entre sí. A medida que pase el tiempo, los buscadores se guiarán cada vez más por las conexiones de unos individuos con otros, para mostrarles así contenido que se mueva en estos círculos.

El usuario online, identificado

No sólo las redes sociales tienen las fuentes para aportar información sobre los usuarios. Facebook obtiene su base de datos del comportamiento de sus miembros dentro de la plataforma. Sin embargo, Google se sirve de factores de procedencia variada para moldear sus resultados.

La expansión en el mundo online de Google hace que éste recopile información del historial de búsquedas, mientras que el usuario está conectado a sus servicios, pero también conoce la ubicación de los propietarios de terminales Android. De hecho, la herramienta Google Now —disponible para la versión 4.1 del anterior sistema  operativo móvil— actúa como un asistente personal. Poniendo un común todos los datos que recoge la compañía de una persona puede saber en dónde vive y trabaja, cuáles son sus hábitos y cuáles sus intereses. Todo ello con el fin de prestar un servicio totalmente dirigido.

La clave aquí es la identificación del usuario. En un futuro próximo las compañías intentarán saber todo lo posible acerca de éste, con el objetivo de ofrecerle los mejores servicios. Esto dará lugar a una fragmentación de Internet, ya que los sitios más accesibles para una persona no serán los mismos que para otra distinta.

La Red, un espacio para las personas

Si las redes sociales y la localización van a contribuir a la identificación online del usuario, estas mismas plataformas permiten reivindicar la propia personalidad en la Red. Los comentarios vertidos en Internet han dejado de ser atribuidos a una voz anónima, ahora tienen nombre y —en muchos casos— apellidos.

Esto hace que los usuarios tengan una importancia mayor de la que tenían antes. Y también la tienen sus actividades en la Red. En ella se debate, se critica y se propone. Anteriormente, sociedad, gobiernos y empresas hacían oídos sordos a estos comentarios. Pero ahora las marcas contratan servicios para monitorizar lo que se dice de ellas en Twitter o Facebook, mientras que los medios de comunicación llegan a usar estas plataformas como una especie de barómetro de la opinión pública.

La proliferación de proyectos de colaboración entre usuarios es otro de los ejemplos que ilustra el crecimiento de las personas en Internet. Existen plataformas que ponen en contacto a varios profesionales para que cada parte obtenga su propio beneficio y ofrezca sus habilidades a la otra. Por no hablar de las iniciativas de crowdfunding, una prueba más de que se atribuye una mayor responsabilidad (y, por tanto, capacidad de acción) a los usuarios.

La Red se está convirtiendo en un espacio de participación para las personas. Permite crear comunidades en las que los usuarios transfieran al entorno online su capacidad de actuación en el mundo virtual. Podría tratarse de los primeros pasos para llegar a una democracia 2.0, que permita el derecho a voto desde Internet.

Imagen: World Economic Forum

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