La robótica está viviendo una época de auge incuestionable. Puede que no tengamos mayordomos en casa, pero sí tenemos electrodomésticos programables y robots que limpian la piscina, barren y friegan el suelo o que retiran la suciedad de las ventanas. Es un sector que no para de evolucionar y de sorprendernos con nuevas propuestas cada pocos meses. Y todo ese crecimiento también se ha visto reflejado en el mundo de robots para niños.
Bien como juguete o como herramienta educativa, los robots para niños son una manera divertida de que pequeños y mayores se familiaricen con estos dispositivos en alza, aprendan a programar y/o descubran la electrónica. En casa o en las aulas. Una muestra fantástica de innovación educativa.
A continuación, hacemos un repaso a cinco de estas propuestas. Hablamos de robots para niños pero, en realidad, también son válidos para cualquier adulto que quiera divertirse o aprender. Cada uno de ellos tiene un propósito diferente, pero, por lo general, combinan el juego con el aprendizaje y dan rienda suelta a la imaginación.
Robots para niños de Lego
Si hablamos de niños, tarde o temprano tendremos que hablar de Lego, la popular marca de juguetes de construcción. Desde hace años, tiene varias marcas y sets de juegos protagonizados por robots y dispositivos programables. En su página oficial podemos encontrar varios de ellos para distintos bolsillos y presupuestos.
Por un lado, tenemos los sets de Lego Boost para niños y niñas de 7 a 12 años. Y, a partir de los 10 años, Lego Mindstorms. Ambos están pensados para montar robots personalizables, aprender distintos mecanismos, programarlos y jugar con ellos. Además, vienen acompañados de una aplicación móvil gratuita con instrucciones para crear diferentes modelos de robot o para crear vehículos propios.
La app móvil también incluye actividades y retos de programación para cumplir en solitario o en grupo. Una manera de aprender a programar mediante juegos prácticos.
Nybble y Bittle
Si te gustan los robots para niños con formas de animales, en Nybble y Bittle encontrarás dos mascotas robóticas con forma de gato y de perro, respectivamente. Se compran por separado y sus movimientos recuerdan a los robots de Boston Dynamics que se hicieron virales años atrás.
Para jugar con ellos tendrás que montarlos previamente. No son específicamente robots para niños, ya que requieren la supervisión de un adulto y están pensados para edades a partir de 14 años. Sin embargo, son una manera muy práctica de familiarizarse con tecnologías como Raspberry Pi, lenguajes de programación como C++ y Python o la popular aplicación de programación Scratch que se utiliza en cientos de escuelas e institutos.
Tanto el perro Bittle como el gato Nybble traen consigo un mando de control con movimientos predefinidos, aunque luego puedes programar otras acciones o interactuar con él con ayuda de sus sensores de movimiento.
Sphero Mini: robots para niños en forma de bola
De las mascotas pasamos a los robots para niños con formas extrañas. Y qué hay más extraño que una esfera robot. Disponible en tres colores y a un precio razonable, Sphero Mini es una pelota robot para niños con la que jugar pero que incluye opciones de aprendizaje de STEM. Un concepto muy de moda en los últimos años que se traduce por Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés.
Su giroscopio, motores y sensores de aceleración le ayudan a moverse por cualquier espacio. Su batería dura 45 minutos, tiene conexión Bluetooth, luces LED en su interior y podemos programarlo para que se mueva siguiendo determinados patrones y movimientos más allá de lo que permite hacer por defecto con la app móvil.
Sphero Mini está pensado para niños de 8 años o más. Y, más allá de lo que grandes y pequeños podemos aprender de programación y electrónica, viene surtido de juegos como el modo conducción.
iRobot Root
Root es un robot para niños que te recordará a los robots de limpieza Roomba. Y es así porque su fabricante es el mismo, iRobot. En esta ocasión, no se trata de que los niños de 6 a 12 años aprendan a limpiar. Se trata de que aprendan algo de robótica con un dispositivo que se mueve, dibuja y tiene multitud de sensores para interactuar con él.
Basado en la tecnología que hace funcionar los robots de limpieza, puede moverse por una pizarra blanca metálica en horizontal y en vertical. Tiene sensores de color, de contacto, de luz, un giroscopio, acelerómetro, sensor de inclinación, 4 LEDs y un sencillo altavoz tipo buzzer para emitir sonidos. Por lo demás, tiene app oficial para interactuar con él, programarlo y jugar.
Junto al robot, se incluyen láminas adhesivas para jugar con él, rotuladores para pizarras magnéticas y un cable USB para conectarlo al ordenador. También tiene conexión Bluetooth para conectarlo a dispositivos móviles.