Los avances tecnológicos nos acercan cada vez más a herramientas que antes parecían imposibles. Uno de los más recientes es el tatuaje electrónico: un dispositivo ultrafino que se adhiere a la piel y es capaz de registrar la actividad cerebral. ¿Qué hace este interesante dispositivo?
Con su diseño cómodo y discreto, esta neurotecnología promete revolucionar campos como:
- Medicina.
- Neurociencia.
- Interfaces cerebro-máquina.
Por consiguiente, transformará la forma en que entendemos y monitoreamos el cerebro humano.
Tatuaje electrónico: ¿De qué estamos hablando?
La electroencefalografía (EEG) es utilizada ampliamente para diagnosticar afecciones como la epilepsia y lesiones cerebrales. Tradicionalmente emplea electrodos conectados a un sistema de cables y auriculares. Este proceso puede ser largo y requiere una instalación precisa, lo que frecuentemente genera incomodidad en los pacientes.
Para abordar este inconveniente, investigadores de la Universidad de Texas en Austin desarrollaron una tinta biocompatible. La misma es capaz de atravesar el cabello y alcanzar el cuero cabelludo. Este polímero conductor se aplica directamente sobre la cabeza mediante una impresora de inyección de tinta digital. Permite una colocación rápida y precisa de los «electrodos» en solo unos minutos. (Science Alert, 2024)
A diferencia de los electrodos tradicionales, el tatuaje electrónico:
- Es temporal.
- No causa dolor.
- Se aplica de forma rápida utilizando una impresora de inyección de tinta controlada por un algoritmo.
- Proporciona una precisión milimétrica y elimina la necesidad de incómodos cables.
Se busca mejorar la resistencia de los tatuajes para su uso en el sueño y las interfaces cerebro-máquina.
Funcionamiento del tatuaje electrónico
Esta interesante innovación funciona de la siguiente manera:
- El tatuaje electrónico se aplica directamente sobre la cabeza. Utiliza una impresora de microchorro con tinta líquida compuesta por polímeros que transportan señales eléctricas.
- La aplicación se realiza en húmedo mediante un robot programado. Dicho dispositivo actúa como un «tatuador», permitiendo que la tinta se deslice a través del cabello y se deposite sobre el cuero cabelludo.
- Una vez seca, la tinta forma una película ultrafina de aproximadamente 30 micrómetros de grosor. Equivale a la mitad del espesor de un cabello humano.
¿Qué ha alcanzado el tatuaje electrónico?
La tinta fue empleada en cinco voluntarios con cabello corto y ha alcanzado lo siguiente:
- Una vez que se seca, la tinta funciona como un sensor de ondas cerebrales.
- Con un grosor menor al de un cabello humano, la tinta asegura una estabilidad de señal de hasta 24 horas. Supera ampliamente las seis horas ofrecidas por los electrodos convencionales.
- La tecnología demostró ser tan efectiva como los sistemas tradicionales, pero con una comodidad significativamente superior.
- Los investigadores lograron imprimir cables conductores directamente sobre la piel, eliminando la necesidad de cables externos.
- Pueden retirarse fácilmente usando toallitas con alcohol o champú. A diferencia de los geles EEG tradicionales que tienden a quedar adheridos al cabello de forma persistente.
En el futuro, estos tatuajes podrían incorporar transmisores inalámbricos, permitiendo que el EEG sea completamente autónomo y portátil.
A futuro, los investigadores se plantean dos objetivos principales:
- Optimizar la aplicación del tatuaje en pacientes con cabello largo. Consideran el uso de herramientas como dedos y peines robóticos que faciliten la separación rápida del cabello durante el proceso de impresión.
- Incrementar la resistencia de la tinta frente a la fricción. Actualmente, esta puede desprenderse al ducharse o dormir. Sin embargo, el equipo busca mejorarla para que se mantenga intacta durante toda la noche. Esto sería especialmente útil para monitorear trastornos del sueño y otras condiciones impredecibles, como la epilepsia, en el día a día. (UT News, 2024).
Aplicaciones potenciales del tatuaje electrónico
Aunque la tecnología aún se encuentra en una fase inicial, los investigadores ya están trabajando en su perfeccionamiento. Están diseñando una impresora capaz de fabricar tatuajes electrónicos con cables más cortos.
Igualmente desarrollan una tinta que no deje manchas en las almohadas, facilitando así el monitoreo de ondas cerebrales durante el sueño. Planean integrar transmisores inalámbricos en los tatuajes, lo que permitiría que el sistema sea completamente portátil.
En el futuro, los tatuajes electrónicos podrían servir como una plataforma para interfaces cerebro-computadora (BCIs). Según los investigadores, permitirán no solo registrar la actividad cerebral, sino también interpretarla y utilizarla para ejecutar acciones. (Science Alert, 2024)
Al respecto, Nanshu Lu, coautor del estudio, reveló que dicho avance abre nuevas posibilidades para la fabricación de sensores electrónicos en forma de tatuajes corporales. Por ende, esto conlleva a diversas aplicaciones tanto en contextos clínicos como no clínicos.
Por un futuro con más innovaciones
El tatuaje electrónico es un avance revolucionario que promete transformar el monitoreo de la actividad cerebral con soluciones más cómodas y efectivas. Con su desarrollo, se abre un camino hacia un futuro donde la medicina y la tecnología trabajen en armonía para mejorar la calidad de vida y ampliar nuestro conocimiento del cerebro humano.
¿Hasta dónde pueden llevarnos estos avances médicos en la búsqueda de una salud más precisa y personalizada?