La firma Virgin Galactic, de Richard Branson, ha dado un paso decisivo hacia la puesta en marcha de sus planes de turismo espacial. Y es que, su nave VSS Unity ha completado su primer vuelo supersónico propulsado por el cohete de la compañía.
Parece que el espacio se ha convertido en un campo abonado para la innovación. La tecnología aeroespacial se ha abaratado y las empresas privadas se han zambullido en este nuevo sector. Hasta hace unos años, solo las agencias espaciales estatales o algunos contratistas de envergadura estaban posicionados en este ámbito.
El caso de SpaceX es el más representativo, sin duda. Pero a este se le suma la iniciativa de Jeff Bezos, Blue Origin, la neozelandesa Rocket Lab o el proyecto del multimillonario Richard Branson: Virgin Galactic. En este último caso, el objetivo es el turismo espacial. Y la compañía acaba de anunciar un nuevo hito en su camino para lograr poner a personas en órbita.
La nave espacial VSS Unity, de Virgin Galactic, ha completado su primer vuelo supersónico propulsado por el cohete de la compañía. Despegó desde el desierto de Mojave, en Estados Unidos, de la mano de un avión asistencial pilotado. Los vehículos alcanzaron la altura de 14 kilómetros y allí los motores del VSS Unity se encendieron.
Después de unos segundos, el motor del cohete alcanzó 1,87 Mach, casi el doble de la velocidad del sonido. Después el motor se apagó. La prueba había sido satisfactoria. Tocaba volver a la base y, ahora, procesar toda la información. Virgin Galactic ha obtenido un buen cúmulo de datos con esta prueba que tendrá que analizar para sacarles provecho.
La anterior versión de Unity era la nave VSS Enterprise. De esta se han obtenido una gran cantidad de datos que se usan ahora para el nuevo vehículo. A partir de este lanzamiento, el proyecto de la compañía irá más lejos de lo que ha ido hasta ahora. La prueba de los motores en vuelo es crucial para seguir avanzando.
Turistas en el espacio
En cualquier caso, Virgin Galactic no es la única que quiere llevar turistas al espacio. Blue Origin tiene su propio plan para que en 2019 pueda jactarse de lanzar a quien haya pagado su billete a contemplar la Tierra desde una perspectiva privilegiada. Es una carrera de fondo, que a buen seguro pronto tendrá a más compañías interesadas por entrar en el juego.
Aunque las fechas que anuncian estas empresas suelen ser más bien orientativas. A Blue Origin ya se le pasó el año 2017, cuando teóricamente habría querido lanzar tripulantes en vuelos suborbitales. Habrá que esperar más tiempo para ver turistas en el espacio.
Imágenes: Virgin Galactic